sábado, 31 de agosto de 2013


ENTREGA Nº 42       30  DE AGOSTO DE 2013 

                                                Desde Sanlúcar al Puerto
                                                hay un  carril
                                                que lo ha hecho,
                                                las Mirris de di y veni

Sanlúcar: Sus cantes y sus familias cantaoras

         También en estal área flamenca de Cádiz y los Puertos , encontramos a Sanlúcar de Barrameda, que no sólo le da a los palos flamenco las rosas, los caracoles y las romeras, todos ellos cantiñas de Cádiz por excelencia, un sello especial sino que además y basado en intérpretes como los de la familia Bocheque , crearon el mirabrás.
                           


         En el siglo XIX se instalaron en la ciudad una familia gitana  apodada Los Bochoque que se dedicaron al trabajo de la fragua y en este lugar de trabajo y familiar de la Plaza de la Fuente Vieja,  se escucharon cantes de miembros de esta familia como Tío Frasco La Mica, María la Mica, Las Mirris (Primas de los anteriores), Pepa La Bochoca, Pepe Bochoque o Miguel de la Pepa.
                                       PERICO FRASCOLA
Nombre artístico del cantaor Pedro Serrano Carrasco. Nació en Sanlúcar de Barrameda en 1883. Fue el creador de una toná, la que lleva su nombre. Falleció en 1915. A Perico Frascola se le debe varios y antiguos estilos de cantes de los Puertos como siguiriyas o la propia Toná y Liviana. Este añejo cantaor dejó una muy buena herencia en su Sanlúcar natal, que conservó y nos la transmitieron entre otros cantaores como Ramón Medrano…

                                      RAMÓN MEDRANO FERNÁNDEZ
 Cantaor gitano, siempre se le ha conocido con su propio nombre artístico de RAMÓN MEDRANO, nació en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) en el año de 1906 y murió en Sevilla en 1984. Su mayor interés flamenco reside en que era conocedor de muchos romances y otros cantes antiguos que le habían transmitido sus mayores. Aunque formalmente no fuera un cantaor extraordinario, todos los estudiosos coinciden en señalar su enorme valor como transmisor de cantes antiguos y de gran pureza, algunos de los cuales dejó afortunadamente grabados.
Participó en el Festival de Cantes de los Puertos de El Puerto de Santa María en 1971 y 1974. Fue un cantaor de los estilos del cante más antiguos de Sanlúcar como las gilianas, las rosas, cantiñas y seguiriyas. Su abuela "La Bizca" murió en 1954 con 104 años y era portadora de todos los cantes de su casa, tal como su tío Félix Serrano Medrano

El Mirabrás
Originario esta cantiña  de un primitivo pregón, se dice de él que su pegadizo ritmo, su melódica línea y sus inverosímiles variantes le convierte en una verdadera joya de estos cantes ligeros y festivos, representando el Mirabrás de lo más bello en lo que a variaciones se refiere de las cantiñas.

Al igual que las otras cantiñas, se acompañan con el mismo toque que las Alegrías, haciendo sus letras alusión en un principio al pregón de fruta:

                                               "¡Ay! Que Mirabrá
                                                              y que mirabrandito viene,
                                                              mirabrandito vá.

Aunque antes se puede apreciar como dice Blas Vega adaptaciones en sus letras principales de alguna canción liberal del Cádiz de las Cortes.

                                               "A mi que me importa
                                                            que un rey me culpe,
                                                            si el pueblo es grande y me abona.
                                                           Voz del pueblo, voz del cielo."

         El mismo Blas Vega también nos dice lo incierto del nombre de esta cantiña y alude aunque sin fundamento sólido, según el mismo nos indica, que el vocablo mirabrás, pudiera ser fruto de una interpretación como corrupción fonética del final del estribillo mira Blas o mira y verás.


Muchos flamencólogos opinan que es a partir de Tío José el Granaíno que adaptó a este compás un pregón que aparece en la zarzuela del maestro Soriano Fuertes "El tío Ceniyitas", aunque otros dicen que la música la puso "El Granaíno " de una cantiña llamada " El Almorano " cuyo estribillo sirvió para dar nombre al Mirabrás.   
         La Peña Flamenca Puerto Lucero (nombre antiguo de la localidad),  organiza cada verano el concurso "Noches de Bajo de Guía" en defensa de la pureza del arte flamenco y de su particular cantiña: el mirabrás.

                           
         Un ejemplo del trabajo que los componentes de la Peña realiza fue el reconocimiento a los flamencos y flamencas en la final de la edición del XXI Concurso de las “Noches de Bajo Guía” con el azulejo  que en la Fuente Vieja (lugar de encuentro de los flamencos sanluqueños) descubrieron y en donde se inmortaliza los nombres de todas la personalidades flamencas de Sanlúcar de Barrameda
         Un emotivo acto como colofón al Concurso de 2010 en el que aparte de las autoridades locales, intervino Encarnación Marín La Sallago quién recordó como los gitanos y entre ellos su bisabuela “La Gongue”, cantaban alrededor de la Fuente Vieja.
         En dicho azulejo, obra del escultor se leen los nombres como:
         Tío Frasco, María la Mica de la familia Los Bochoques, Perico de la familia Los Frascola , Fernando  de la familia Los Mezcle, Las Mirris, Pepe Sanlúcar de la familia Los Anciá,Tío José el Granaíno, El Tuerto La Peña, Félix Culqueja, Diego Antúnez, Antonio Espejo, El Peo, El Quijá, Ramón Medrano, La Joaquina, La Sallago, María Vargas, Antonio Jurado "El Nono" y Laura Vital entre otros cantaores o cantaoras, guitarristas como Esteban y Antonio Sanlúcar, Isidro Sanlúcar, Diego Gómez, Manolo Sanlúcar, junto a bailaoras y bailaores  como La Tuerta, La Bizca, Alfonseca, El Trompo.



viernes, 23 de agosto de 2013




ENTREGA Nº 41       23  DE AGOSTO DE 2013 

                        Cantaores de Puerto Real

EL COJO PAVÓN

 JUAN PAVÓN SUÁREZ

         Este cantaor gitano está considerado por los grandes estudiosos del flamenco como uno de los grandes cantaores, de los que expresan los cantes con mucha pureza gitana.

         De nombre artístico  El Cojo Pavón, Nació en Puerto Real (Cádiz) en el año de 1.895, muriendo  en su pueblo natal el día 8 de Febrero de 1987. Fue hijo de la cantaora y bailaora La Curra. A los cinco años le cantó a Enrique El Mellizo, en el barrio gaditano de Santa María.

         Su trayectoria artística estuvo alternada con diversas  actuaciones en público y en  reuniones de cabales, cantando junto a las figuras de principio de siglo. El Cojo Pavón fue un cantaor de  amplio repertorio, no grabó en discos hasta los setenta y cinco años cuando lo hizo para la obra Magna Antología del cante flamenco, con la guitarra de Félix de Utrera, en 1.971

         Una de sus más significativas actuaciones en festivales, tuvo lugar en 1.974 en El Puerto de Santa María durante la IV Fiesta del Cante de los Puertos.
                           

         En Puerto Real,  su tierra natal, en 1.978 le fue tributado un homenaje que se celebró  en el Cine Sasián y que contó  con la intervención de los poetas Juan Antonio Campuzano y José Luís Tejada junto a numerosos artistas flamencos, recibiendo una placa de plata del ayuntamiento.

         Este gitano cantaor y maestro barbero, entre otros palos del cante destacó por su estilo muy personal, interpretando magistralmente “su malagueña, soleá  de Cádiz y los puertos, rumbas, romances  o   la siguiriya corta de la Isla.”
Enlace que se recomienda para oír varios cantes: soléa, romances, rumbas..)

         Eliseo del Puerto, al igual que El Cojo Pavón, este cantaor puertorrealeño participó en algunas fiestas del Cante de los Puertos y es que José Almendro Díaz aunque naciera en Puerto Real en 1913, utilizó el nombre artístico de Eliseo del Puerto, pues durante muchos años residió y actuó en el Puerto de Santa María, acudiendo a reuniones cabales con Aurelio de Cádiz, Pericón  o Manolo Vargas. Destacó Eliseo en los estilos más puros de los Cantes de Cádiz y los Puertos.


Antonio Cruz Ortega,

         Aunque nacido en la provincia de Huelva desde muy pequeño se traslada con su familia a Puerto Real. Antonio es con toda seguridad uno de los cantaores más puro que ha dado esta tierra.

         De muy joven conoce a Monís, un gran aficionado de la localidad de quién aprende, como él mismo dice,  no solo a cantar los distintos palos del cante sino el gusto por la pureza,  la defensa de los cantes más antiguos que Antonio ha interpretado a través de los años con verdadera maestría.

         Destaca Antonio por  su sensibilidad musical (heredada de su padre) a lo que hay que añadir la calidad de su voz que junto al encuentro de Monís ha hecho de Antonio Cruz todo un cantaor del cante jondo y prueba de ello es el concurso nacional de cantes por siguiriya que obtiene en el  mismísimo Jerez de la frontera, uno de los puntales de la jondura flamenca, verdadera fragua del cante gitano.

         Además de gran cantaor Antonio ha dedicado gran parte de su vida a la actividad flamenca desde su participación como directivo en la peña puertorrealeña Canalejas de Puerto Real de la que ha sido presidente.



Juan Muñoz “el Polvorilla”

         Una expresión muy usada en el flamenco es “cantar a gusto” o con “qué gusto canta”,  pues bien en el caso de Juan el Polvorilla esta expresión podemos afirmar que le hace verdadera justicia ya que este gran aficionado es de los cantaores que con más gusto canta.

         Desde muy joven ha alternado sus trabajos con las reuniones flamenca para ganarse alguna ayudilla, como solía decir, pues para mantener a su familia, a su numerosa familia todo era poco. Tal vez y esta es una opinión muy particular del que modestamente esto escribe, tal vez si su circunstancia hubiese sido otra, o quizá le hubiera tocado vivir otra época, hoy en día hablaríamos del Polvorilla, como uno de los grandes artistas de nuestro arte, pero la vida ha sido muy distinta y esta buena persona y buen aficionado ha sido muy reconocido  por la ciudadanía puertorrealeña y hoy en día se puede disfrutar de sus añorados recuerdos y de sus cantes en la voz de un hijo suyo que ha heredado de su padre ese arte tan  nuestro a la par que su nombre de Polvorilla.

         Además de estos buenos cantaores encontramos en la villa puertorrealeña un bueno número de cantaores de entre los que destacan José Ramos “Chaconcito”, buen aficionado y estudioso del flamenco como lo demuestran sus artículos en la revista local El Dique o el gran conocedor y buen cantaor de los cantes maireneros Manuel López Aguilar “Manolín”, cabe también nombrar en este apartado al gran amigo del flamenco, puertorrealeño nacido en el Puerto de Santa María José María Otero “Farina” quién al igual que Antonio Cruz, fue presidente de la peña flamenca puertorrealeña”Canalejas de Puerto Real”.

         Ya más jóvenes encontramos a Antonio Traverso “El Colorao, ahora dedicado a trabajar buscando nuevos valores desde su escuela flamenca cosa que compagina con sus actuaciones en peñas del entorno gaditano o en colaborar con varias academias de bailes, por otra parte el anteriormente mencionado Juan Muñoz “Polvorilla hijo”  o la flamenquísima Rocío Fantoba dos jóvenes valores con muy buenos conocimientos, y saber hacer siendo el futuro del cante en esta localidad gaditana de los que con toda seguridad pronto se hablará de sus flamencas cualidades.      



viernes, 16 de agosto de 2013

ENTREGA Nº 40       17 DE AGOSTO DE 2013 

                        Cantaores de Puerto Real

              CANALEJAS DE PUERTO REAL

Juan Pérez Sánchez, nació en el año 1.905 en el  conocido y puertorrealeño  callejón del Obispo, descendiente en su tercera generación de la familia gitana de Jerez de "los Paquirri" de ahí tal vez la facilidad que siempre tuvo para acompasar cualquier canción y hacerla festera, pues sin duda el cante por bulería con su personalísimo sello fue su principal virtud dentro de su amplísimo repertorio.

 El apodo de Canalejas se debe a una característica de la época de comparar a la gente con personalidades de entonces aunque sin que faltara la picaresca  y las contradicciones propias de los tiempos y de este rincón salpicado de gracia y salero. Por lo tanto a él como a su hermano le pusieron  Canalejas y Moret respectivamente remedando su propia familia (tal vez el mismo padre) a sus hijos varones  con éstos célebres políticos con los que quizás tuvieran algún parecido o características en razón a sus formas de ser o de carácter "serio" el uno, "simpaticón" el otro comparable con los líderes de la segunda republica española. Lo cierto es que estos hermanos siempre estuvieron juntos en su infancia, tanto para buscarse "dos pesetas" con el marisqueo por estas ricas zonas de los puertos, como para ir a buscar alguna que otra fiesta por los entornos de su localidad natal (de los siete hermanos que eran, con Moret era sin duda con el que más hacía).

   Cierta noche fueron Canalejas y Moret al Teatro Real de San Fernando a escuchar a Manuel Torre, no quedando (al menos los buenos aficionados) contento con la actuación del genial maestro de los duendes negros y a la mañana siguiente, tal vez de madrugada, en la reunión que solían tener los cabales después de cualquier actuación se coló como de rondón el jovencísimo puertorrealeño y en medio de los aficionados allí presente se arrancó por siguiriya, haciéndole el cambio de Manuel Torre y dejando con apenas 13 años boquiabiertos a los grandes aficionados que en torno al maestro jerezano se dieron cita.

                                    "Eran tan grandes mis penas
                                      que no caben más
                                      porque me veo malito de muerte
                                      en el hospital."

                                   "Si algún día yo a tí te llamara
                                     y tu no viniera
                                     la muerte amarga, compañera mía
                                     yo la apeteciera."



 Esto iba a suponer algo muy importante para el futuro de este joven mocetón. Pues ya no se trataba de cantar, cosa que hacía con regularidad, por las bodas o bautizos de Puerto Real o algún cortijo de la zona, sino que se trataba de cantar en una reunión de cabales después de oír al gitano más puro que según muchos dio el cante; y cantando precisamente su particular  siguiriya, animándoles a seguir por esa línea de pureza los allí presente y regalándole (quizá su primer jornal) la nada despreciable cantidad por entonces de cincuenta pesetas. ¡Mucho tenían que mariscar Canalejas y Moret para conseguir diez duritos (como ellos mismos decían), y esa noche lo hizo Juan con un cante y a gusto con lo que hacía! 

         Pronto dejó Juan,  al menos de forma continua el marisqueo para intentar la "aventura" y trabajar en los astilleros conocido en Puerto Real como el dique, comprándose el mismo las herramientas necesaria para la carpintería y presentándose a examen que aprobaría más por su voluntad que por sus  destrezas  el oficio de carpintero, colocándose en el comentado dique como peón.

Mientras tanto seguía su vida flamenca entre reuniones, bodas, bautizos con alguna que otra actuación en los modestos cafés cantantes que habían en Puerto Real, San Fernando o en Jerez, cobrando las menos de las veces tres o cuatro duritos que le ayudaban a esos gastitos que ya nuestro cantaor empezaba a tener, pues ya se producían sus pequeños escarceos con los amigos dentro del ambiente flamenco cosa que al puertorrealeño le encantaba.


                                              "Al toquee de una campana
                                                iba un condenao hacia la muerte
                                                al doble de una campana,
                                                lleva un crucifijo al cuello
                                                y mirando al cielo exclama:
                                               ¡Dios mío!, ¿Qué habré yo hecho?"

             Además de los cantes del Torre le gustaba a Canalejas realizar los del otro gran maestro de Jerez, el Niño Gloria sobre todo sus fandangos y saetas, sin que faltaran los tangos, soleares o bulerías de la Niña de los peines.
Era este su amplio repertorio con la incorporación de algún tímido fandanguillo que modestamente  empezaba el mismo a crear sobre todo en principio en lo que a letra se refiere, para más tarde imprimirle su sello personal a este cante que le diera fama.

En uno de estos cafés cantante de la localidad de Puerto Real, estuvo cierto día un aficionado flamenco que trabajaba como inspector de hacienda de la compañía trasatlántica y se asombró de las buenas maneras que este peón carpintero tenía con los rebuscados tercios de los cantes a compás diciéndole según  cuentan los mismos miembros de su familia:

                                  ¡Niño, tu trabajas aquí con lo que vales!

El conocer a este inspector de la compañía naviera y la amistad con Rafael Cabeza cocinero del Magallanes, padre a su vez de un buen aficionado de la localidad, hace que se traslade a Barcelona como polizón en el mencionado barco, empezando para Juan su aventura flamenca en Barcelona.

                                               "Porque volar no podía,
                                                 un pajarillo temblando,
                                                 porque volar no podía
                                                a mi me decía piando:
                                               ¡Llévame a la mare mía,
                                                que ya me estará buscando!
                                                                                 
          
         Ya en Barcelona y de la mano del mencionado Rafael Cabeza, frecuentó los lugares donde el flamenco tenía lugar, empezando pronto a darse a conocer, unos dicen que con el nombre de Niño de Jerez, otros con el de Canalejas de Jerez como para abrirse más camino en este difícil mundillo, pero lo único cierto es que utilizó el nombre por el que siempre fue conocido y que llevara con orgullo por toda España: Canalejas de Puerto Real.

 A partir del año 1.932 comenzó a tener gran popularidad y aunque Barcelona le sirviera en principio y de manera circunstancial de base, va actuando de forma alterna por Valencia y por Madrid, donde debuta con el Pena hijo y con el célebre Angelillo en el Salón Olimpia, hasta que en el año 1.934 junto a José Cepero, se presenta en el conocido y desaparecido Circo Price de Madrid.

                                              "Rocío ¡ay! mi Rocío
                                                capullito florecío,
                                                de pensá en tu quereres
                                                voy a perder el sentío,
                                                porque te quiero, mi vida,
                                                como naide t`ha querío
                                                Rocío, ¡ay!, mi Rocío."




          Esta creación de Canalejas, cantada con su estilo peculiar por fiesta, supuso la novedad del año 34 y pedida constantemente por el numeroso público que acudía a verlo en su primera gira por toda la geografía española en unión de Pastora Pavón la Niña de los Peines y de José Tejada (Pepe Marchena), realizando a partir de entonces abundantes giras junto a Pastora, Pepe Marchena, el Sevillano y todos los grandes artistas de entonces a la par que grababa por vez primeras estos cantes con este su peculiar estilo, con "Rocío" como su principal aportación a la discografía flamenca por entonces.


          Durante los años 1.935 y 1.936, va actuando por los distintos teatros de España hasta que al empezar la guerra civil que le coge entre actuaciones por Sevilla y Jaén, decide quedarse a vivir mientras dure la contienda en la capital jienense.

                                                           "Entraba por la ventana
                                                             en la prisión que sufría,
                                                             entraba por la ventana
                                                             una paloma y traía
                                                             desde tierras muy lejanas
                                                             besos de la mare mía."
                                                  
Pasada la guerra civil española y después de haber estado preso en la cárcel de Chupones en Puerto Real, probablemente por problemas de sus ideas políticas (parece ser era republicano), o por la zona donde la cayó el movimiento nacional, se estableció definitivamente en Jaén donde ya conocía a la mujer que iba a ser su esposa y la madres de sus tres hijos.

         En el año 1.939 retorna de nuevo a los escenarios, comenzando con un espectáculo en la plaza de toros de Cádiz, al lado de la Niña de los Peines y el Sevillano, realizando a partir de entonces varias giras por casi todas las provincias de España,  en compañía de los mejores artistas de entonces de esta época conocida en el flamenco como la época de le ópera flamenca.
         Destacó, el cantaor puertorrealeños en  actuaciones junto a Pepe Marchena, sin faltar dos circunstancias importante a lo largo de su vida como eran su cita obligada todo los años a la semana santa jienense para cantarle (según promesa suya) la saeta a Nuestro Padre Jesús, y sus constantes visitas a su pueblo natal para ver a sus familiares (todos de la villa puertorrealeña) o reunirse en reuniones flamencas con la gran cantidad de buenos amigos y no menos aficionados que Canalejas siempre tuvo en este rincón suyo por el que él siempre tuvo un gran apego.
         A pesar del comentario que en cierta ocasión hizo él al periodista Tico Medina cuando le pregunta sobre su vida en Jaén y no en "su Puerto Real", respondiendo Canalejas que en Jaén se hacía los huevos con aceite de oliva y en Puerto Real con brillantina, lo que ocasionó verdaderos disgustos entre los puertorrealeños al no interpretarse la frase con el sentido que la quiso decir,  cosa que más tarde el propio Canalejas aclararía.

Antes de dedicarse, según nos cuentan flamencólogos como Manuel Ríos Ruiz, González Climent o Juan Antonio Ibáñez, a los concursos (sobre todo de los cantes de Levante), realiza su debut en el famoso tablao de las Brujas de Madrid en 1.960, pasando luego al llamado Torres Bermejas.

  De entre los muchos premios que cosechara en la última etapa, antes de morir en l.966, destaca el primer premio de cantes de Levante en el Concurso Nacional de Córdoba en l.964 y el segundo para profesionales de Cartageneras, celebrado en la localidad de Cartagena y que ganara de manera brillante otro gran artista de la época Bernardo el de Los Lobitos en l.965, sin olvidarnos del año l.963  cuando triunfara de manera espléndida en el Concurso Nacional de Cantes mineros que ce celebra anualmente en la Unión, obteniendo la famosa y codiciada Lámpara Minera.

         Aunque ha sido Canalejas, un cantaor poco estudiado, de él concretamente Ríos Ruiz comentó en cierta ocasión que " entre la maraña de sus cuplés por bulerías, existía en él un sedimento flamenco digno de atención", comparándole con Manuel Vallejo y con Pepe Pinto como cantaores que necesitaban revisarse por parte de los estudiosos.

Por otra parte Juan Antonio Ibáñez, diría del cantaor puertorrealeño que guardó siempre el equilibrio de un vivido sentido profesional junto al amplio conocimiento de un arte que dominaba, mientras que el famoso y no menos importante flamencólogo Anselmo González Climent, destacó sobre sus cantes festero la personalidad y lo acompasado de sus bulerías llenas de popularidad e imitación, dándole importancia también (además de por su personal estilo festero), a las saetas por Canalejas interpretadas, considerándolo  como brillante saetero que compitió con personas de la talla de Pastora Pavón (La Niña de Los Peines), del Gloria o de Vallejo, sin olvidarse de la dulzura que imprimía a los cantes de Levante o del fandango, siendo un intérprete según el mismo González Climent comentara con un repertorio amplio sin duda en palos poco cantado en esa difícil época flamenca, con cantes como: La Rosa, El Polo, La Serrana, o la misma Policaña de la que el propio Canalejas diría a su hijo Fernando como se doblan los tercios del polo para llegar a través de este macho y los ayes característicos a doblar el polo por la caña como estrambote o lo desconocido de su cante por soleá, como le diría a su familia el Maestro Don Antonio Mairena: "tu padre por bulería es un genio, aunque conoce todo o casi todos los palos".

 Pero no acaba lo relacionado con el flamenco al desaparecer Canalejas de Puerto Real en Diciembre de l.966 en lo que a su familia se refiere, pues ahí están sus hijos Fernando y Manuel con sus actuaciones por su Jaén natal y provincia, aunque no sean profesionales, dejando ese sabor o "ese gustito" al oírsele como si de una escuela flamenca se tratara; Ahí está también su sobrina la puertorrealeña Constanza ganadora de varios concursos de saetas y fiel intérprete de los cantes de su tío Juan, hija ésta de su hermana Ana y de su cuñado y gran aficionado y compañero de no pocas juerga de Juan el conocido popularmente en Puerto Real como "el Peluca", al que le dedicara varios fandangos nuestro cantaor con motivo de un accidente importante que tuviera, sin olvidarnos de su otra sobrina la gaditana al que él desde pequeña, presentara en el mundo de espectáculo y que   después  de estar algún tiempo algo retirada ha vuelto al canta hace unos años con unos bríos y un compás digno de elogio y ahí está como una de las mujeres más importante de lo flamenco y sobre todo de los cantes de Cádiz: Mariana Cornejo.


viernes, 9 de agosto de 2013


         ENTREGA Nº 39       10 DE AGOSTO DE 2013 

            Cantaores de Puerto Real:
                             
                             El Fillo  

                                   “Por la Iglesia mayor
                                     no quiero pasa,
                                     porque m'acuerdo e la mare mi alma
                                     y me echo a llorar”

           Aunque todavía hay estudiosos que disiente, la mayoría de los flamencólogos nos confirman que Francisco Ortega Vargas apodado El Fillo nació en Puerto Real a principio del siglo XIX, rincón de la provincia de Cádiz donde pasa este más tarde considerado rey de todos los cantaores los primeros años de su infancia hasta que siendo aún adolescente según nos cuentan Demófilo o  el mismo Bachiller de Osuna, Francisco Marín, se traslada a Sevilla atraído por el renombre de la gitanería de Triana donde conoció al Planeta y a la Andonda, gitana bravía, gran soleaera y mucho más joven que él de la que se enamoró.

         Fundamental fue para el Fillo conocer al patriarca pues del Planeta que le aconsejara con seguridad y parsimonia a la vez que le acompañaba en sus cantes con la guitarra, aprendió el Fillo esos sones antiguos a los que este cantaor generalísimo (como le llamó Antonio Machado y Álvarez) marcara su personalidad en todos los cantes aunque dominaba sobre manera las cabales, la caña, el polo y una petenera llamada Bola del Fillo, fue considerado puntal maestro especialmente  por siguiriyas


                                      
                        
         Característica  de Francisco Ortega fue lo grave y quebrado de su voz, prototipo de voz flamenca denominándose a partir del Fillo voz "afillá". Por lo que fue una voz  imitada desde entonces por innumerables cantaores que han reconocido en este gitano como a uno de los más famosos cantaores de todas las épocas hasta llamársele "Rubini del cante flamenco".
                                     
             Aunque tuviera el Fillo su residencia en el barrio de Triana, constantemente iba y venía a Lebrija, Alcalá, Morón Utrera, Jerez de la Frontera...por los cortijos y ventas donde era admirado y concretamente en Morón conoció a un chiquillo (al maestro le encantaban los niños) hijo de militar italiano y madre española que cada vez que escuchaba cantar al Fillo acudía y se acercaba hasta que él cariñosamente le tomaba entre sus brazos y le cantaba mientras le tenía sentado entre sus piernas; no podía tener mejor escuela este chaval que más tarde sería otro gran maestro del cante: Silverio Franconetti. Tanto le gustaba a Francisco la chiquillería que su compañera La Andonda le compuso el siguiente cante por soleá:

                                               “La Andonda le dijo al Fillo:
                                               ¡Anda y vete, pollo ronco,
                                                a cantarle a los chiquillos!”

               Francisco Ortega Vargas antes de morir probablemente en el año 1.878 dejó una herencia flamenca plena de pureza y gitanería llegándonos esas  siguiriyas, cabales, cañas, polos...  a través de su discípulo payo Silverio y de su otro discípulo, su sobrino el gitano del Puerto de Santa María Tomás el Nitri quién se lo enseña al hermano de Joaquín el de la Paula, Agustín Fernández y éste a su vez se lo trasmite a Juan Talega, que representa la fuente más fiel hasta llegar al último gran maestro estudioso de todos los cantes y excelente investigador de la pureza flamenca : Don Antonio Mairena.
 
               Tuvo el Fillo una familia muy flamenca pues aunque él fuera quién más destacara es importante recordar nombres como los de sus hermanos Juan Encueros y a Curro Pabla (Francisco de Paula), dedicándole el maestro a su hermano Juan un cante por siguiriya con motivo de su asesinato-apuñalado tal vez por celos de otro joven cantaor de entonces.

                                             “Mataste a mi hermano
                                               no t'he perdoná
                                               tú l'has matao liao en su capa
                                               sin jaserte ná."
                                               (Siguiriya del Fillo grabada por Antonio Mairena


         El padre de los hermanos Machado, Antonio Machado Álvarez “Demófilo” en su Colección de cantes flamencos editada en 1881, nos habla de dos cantaores puertorrealeños pertenecientes al principio del siglo XIX como fueron Moya, creador de dos tonás que llevan su nombre y Tío Manuel. No se conocen más detalles de estos cantaores salvo la catalogación que de sus tonás realiza Demófilo quién le asigna a las de Moya el lugar décimo quinto y décimo sexto mientras que el estilo del Tío Manuel lo inserta en el vigesimoquinto lugar.


viernes, 2 de agosto de 2013

ENTREGA Nº 38       3 DE AGOSTO DE 2013 
Puerto Real: sus cantaores y el cante de la Liviana (2)

          Teniendo en cuenta que el cante por liviana apenas se escuchaba y todavía le amenaza el peligro de extinción, durante  más de treinta años la peña flamenca de Puerto Real, denominada Peña Canalejas de Puerto Real, ha ido organizando  años tras años un concurso de Cantes por Livianas, por donde han pasando infinidad de aficionados y algún que otro profesional, poniéndole así un modesto pero importante grano de arena para la conservación de este importante palo flamenco. Sin embargo por las circunstancias económicas tanto de la entidad como del Ayuntamiento puertorrealeño patrocinador el  concurso de cantes por liviana lleva hasta la fecha cuatro años de celebrarse.

                                                    A la orilla de un río
                                                           yo me voy solo
                                                            y aumento la corriente
                                                           con lo que lloro.

                                                           Más que Jesús en el Huerto
                                                           yo estoy penando
                                                           y estas son las ganancias
                                                           que estoy sacando.

                                                           Camino Cazariche,
                                                           Venta Bravaero,
                                                           allí mataron a Bastián Bochoco
                                                           cuatro bandoleros.



         Los antiguos cantaores llamaban cantar con guía al empezar —dentro de una misma estilística— con un cante corto, sencillo, para continuar con dos o tres estilos más dificultosos y rematar con un poderoso macho o un estilo de entonaciones cambiadas. La liviana, en la serrana, cumple perfectamente la misión, ya que prepara al intérprete para que entre con el poderío que requiere este cante y no con la lentitud habitual de los cantaores.

                                               A la orilla de un río
                                                           yo me voy solo
                                                           y aumento la corriente
                                                           con lo que lloro.

Estas letras en la madrugada de la noche de Santiago y Santa Ana hace ya más de 36 años, se escuchaba en el antiguo cine de verano puertorrealeño Ideal Cinema, era la letra del primer ganador de nuestro concurso, la letra de nuestra primera liviana, la cantó un cantaor sanluqueño: Pepe Sanlúcar quien se hizo con el primer premio en esta flamenca noche “La de los días señalaítos de Santiago y Santa Ana.

         Antes del año 1.976 un buen grupo de aficionado al flamenco empezaron a trabajar en pro de una organización que permitiera conservar los más genuino de nuestro arte, extender al máximo en nuestra localidad lo exquisito de nuestra cultura, eran flamencos empeñados contra viento y marea en hacer que los aficionados se unieran y juntos poner a Puerto Real en un importante lugar dentro del mundo de la organizaciones flamenca y de esos arduos trabajos, nace la Peña Flamenca de Puerto Real y ya en el verano de 76 se inicia con la celebración en el cine de verano Ideal Cinema del Primer Concurso de Cantes por Liviana.

En dicho  concurso de una forma o de otra, bien en el mismo día Concurso-Festival bien  en días distintos, hemos tenido la suerte de contar con lo mejor del cante baile y toque y así hemos tenido a Camarón de la Isla, Lebrijano, Chiquetete, Fosforito, José Mercé, Rancapinos, Aurora Vargas, La Paquera de Jerez, Terremoto, Agujeta, Chocolate, Manuel Mairena, Curro Malenas, El Beni, Mariana Cornejo…

         Tocaores entre otros como Paco Cepero, Tomatito, El Morao, Parrilla…. Y bailaoras como Manuela Carrasco entre otras grandes artistas de este género flamenco.

         Ventana a la calle son peligrosas,
                                               pa la madres que tienen
                                               las hijas mozas.