sábado, 28 de diciembre de 2013

Navidad III



 ENTREGA Nº 59      28 DE DICIEMBRE DE 2013 

NAVIDAD FLAMENCA -3-


De un tiempo reciente a esta parte se están realizando una gran labor de rescate de estos tradicionales villancicos flamenco, siendo de destacar el mérito de las peñas flamencas pues rara es la que no tiene un grupo más o menos modesto con su repertorio de villancicos locales al son de los compases flamencos. ¡Y cómo no!, una vez más Jerez de la Frontera tiene que destacar en esta labor de investigación y difusión de los cantes festeros de nuestra Navidad llevándose la palma con esos coros de familias flamencas como la del Parrilla de Jerez, con cantaores como El Mono, Tomasa "La Macanita", Curro de la Morena, Ángel Vargas o Manuel Soto "El Sordera" sin olvidarnos de la sin par familia de los Méndez con La Paquera de Jerez al frente, ni de los trabajos del Aula de la Cátedra de flamencología de Jerez, del Centro Andaluz de flamenco o las colaboraciones de entidades como la Caja de Ahorro de Jerez lanzadora de los trabajos de recuperación de estos cantares con ese ya famoso coro dirigido como se indica anteriormente por el guitarrista Parrilla de Jerez
 

                                          "En el cielo se alquilan balcones,
                                            para un casamiento que se va hacer
                                            que se casa la Virgen María,
                                            con el Patriarca señor San José."



Como varias veces se ha comentado Jerez de la Frontera es el mejor marco de una de las tradiciones culturales y musicales más propias de nuestro folclore, las zambombas. Desde el último tercio del siglo XVIII en los días previos a la celebración de la Navidad, vecinos y familiares se reúnen en los patios de las casas de vecinos o también en los corrales de las gañanías. En ellas se forma un corro alrededor de las candelas, donde se cantan y bailan a Jesús, María y José, mientras se reparte moscatel, anís, ponche, pestiños y demás productos navideños. Y todo al compás del instrumento que da nombre a estos encuentros: la zambomba.







La Zambomba tiene una diferencia fundamental con el resto de las fiestas flamencas, y es que se trata de una celebración con un fuerte carácter participativo, mientras que en las demás fiestas y juergas hay una separación entre protagonistas (cantaores, tocaores y bailaores) y público, en la zambombas todo el mundo participa cantando o tocando algún instrumento. Así se pierde el carácter individual del cante flamenco, para convertirse en un canto a coro aflamencado.
Así sucede también en Cádiz o en los Puertos igual que en cualquiera de las comarcas andaluzas ya sea en las peñas flamencas de su pueblo, en las plazas de cada localidad o en cualquier lugar que propicie reuniones flamencas como las que a modo de ejemplos vemos en estos cometarios.





viernes, 20 de diciembre de 2013

Feliz Navidad


 

 ENTREGA Nº 58       21  DE DICIEMBRE DE 2013 

 

NAVIDAD FLAMENCA -2-

 

Los Campanilleros

                                 

Nombre debido a los antiguos coros de las Cofradías del Santo Rosario, iniciados hacia el final del siglo XVII y que tenían por costumbre  ir de puerta en puerta de los hermanos de las distintas cofradías cantando para avisarles mediante unas campanillas del Rosario de la Aurora, estas costumbres parece ser iniciada por religiosos como fray Pablo de Cádiz o por Fray Pedro de Ulloa y  crearon una tradición que se extendió por muchísimos pueblos y ciudades.


                                            "Despierta hermano, que ya el alba

                                              las campanas tocan con dulce sonar,

                                              por las calles el Santo Rosario

                                              con recogimiento vamos a rezar"


                       

Estos cantos marianos fueron impregnándose del sello popular, apareciendo con el pasar de los tiempos numerosos coros de campanilleros que al son de los variados instrumentos que hacían sonar al cual más rural como el cántaro empleado al golpearlo con la alpargata, botellas de cristal  o el ya mencionado como más característicos de las campanillas, cantaban  estos cánticos religioso según su época puesto que llegando  Diciembre, solían recorrer las calles con los temas navideños.

 

 

 

                         

Y de estos cantares populares un genial cantaor de Jerez, (Manuel Torre) un determinado día en una reunión de amigos como El guitarrista Niño Ricardo, El torero Cayetano El Niño de la Palma, Rebollo, El Gloria, se lanzó a cantar uno de esos campanilleros con su inspiración personal y de momento dándole un matiz y una jondura que ha hecho que este cante muestra del folclore popular  se haya convertido en un cante con verdadera personalidad flamenca.

 

 

 

                                       "A la puerta de un rico avariento,

                                         llegó Jesucristo y limosna pió,

                                         y en lugar de darle una limosna,

                                         los perros que había se los achuchó.

                                         Y Dios permitió

                                         que al momento los perros murieran

                                         y el rico avariento probe se queó."

                                                                                            

Después de Manuel Torre se han interpretado estos Campanilleros destacando por su fidelidad según la línea del creador, Juan Varea,  Pericón de Cádiz  y el  Agujeta. Pero quién verdaderamente ha popularizado este cante hasta el punto que se la conoce erróneamente como la creadora  es La Niña de la Puebla, con una entonación algo más dulce y habiendo muchos cantaores que interpretaron más tarde los Campanilleros al estilo de la Niña de la Puebla como es el caso de Canalejas de Puerto Real.

              Actualmente es de destacar aunque con letras más moderas pero con los aires puros de Jerez la grabación que sobre los Campanilleros ha realizado José Mercé.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

viernes, 13 de diciembre de 2013

Los flamencos en la Navidad


 ENTREGA Nº 57       14  DE DICIEMBRE DE 2013 

NAVIDAD FLAMENCA -1-
               
         Los flamencos viven los días de la Navidad de forma especial y esta época de alegrías la pasan en familias, sin olvidar las connotaciones religiosas,  imprimen a los cantos propios de la navidad unos aires personales, aflamencan sus música y  acompasan las letras al niño Dios  unas veces por tangos o tanguillos como en  Cádiz, otras como en el Sacromonte granadino azambrando sus tonalidades,  cantan por rumbas o las más de las veces como en Jerez, lo hacen por bulería.





         Desde el siglo XVIII y como   espontaneidad por característica  se  vienen celebrando reuniones de vecinos en los patios, corrales o gañanías  donde  alrededor de una candela se cantan y bailan villancicos,  floreciendo así los sentimiento más entrañables que en estas fechas se desarrollan,  al compás de sus panderetas, zambombas y sin que falte algún que otro trago de anís, vino dulce  o los pestiños,  se llaga hasta el amanecer de la Navidad tras celebrar la Nochebuena más familiar que en cualquier lugar y  época se pueda realizar.



         A partir de los años treinta del siglo XX empezamos a oír a través de los primeros discos de pizarra  y más tarde de vinilo, estos villancicos en las voces de  cantaores como El Gloria, Caracol, La Paquera, La Niña de la Pueblo, Canalejas de Puerto Real, Pericón, se recogen los más variaos estilos que aunque  registrados en estudios discográfico, nos acercan esos ratos tan entrañables en los patios de vecinos o corrales



         El pueblo andaluz encuentra la forma de manifestarse religiosamente con su particular cantar durante la época navideña y perciben la manera de celebrar la religiosa tradición del Nacimiento del Señor utilizando al igual que otros pueblos de España los populares villancicos para honrar tan magno acontecimiento, con la diferencia que los del sur cantan estos villancicos con su estilo particular aunque manifestando sus cantares navideños en estilos variados. No se cantan villancicos igual en Jerez, con sus bulerías como en Cádiz con sus tanguillos o el estilo sevillano diferenciándose de la zona malagueña o de la choquera.

                                        "Gloria al recién nacío,
                                         ¡gloria!
                                          y a su bendita
                                         Madre Victoria,
                                         Gloria al recién nacío,

A esa época de patios y corrales le siguen para así dar más sentido flamenco a estas actividades andaluzas las reuniones en peñas flamencas y a partir de ahí reuniones de amigos, de vecinos, aficionados profesionales y no profesionales que entorno al rescoldo de esas candelas, comparten durante largas y festeras noches ratos flamencos de gloria al Niño Dios con el compás de guitarras, panderetas….

Son las zambombas jerezanas, hoy realizadas por todos los rincones de nuestra geografía flamenca     o los coros de campanilleros creados a partir de los grupos que por los pueblos andaluces iban de rondas nocturnas para llamar al rezo del Santo Rosario.







viernes, 6 de diciembre de 2013

Sevilla Flamenco V


 ENTREGA Nº 56      7  DE DICIEMBRE DE 2013 


… Y Sevilla (5) Lebrija
         Como consecuencia del contacto directo por el  ferrocarril entre Lebrija y Utrera, las reuniones entre familias de una y otra localidad han sido abundantes, es el caso de la casta de los Pinini  iniciada por Fernando Peña, por lo que esta estirpe tan flamenca está dividida entre ambas localidades.
         Pero Lebrija no solo está unida en el flamenco a Utrera sino también con Jerez ha mantenido un estrecho contacto, pues a estas localidades les unen características similares,  con unos aires en sus cantes particulares y diferentes al de otras zonas flamencas lo que con toda seguridad tanto le han beneficiado,  pues sus formas tan genuinas  y familiar de vivir y de interpretar  el flamenco han sido reconocidas por críticos y aficionados en general y qué decir de la gran cantidad de artistas que por Lebrija han pasado para  conocer de cerca y así beber de sus fuentes los jondos influjos de la comarca.
         Encontramos en Lebrija, ya comentado,  familias como los Pinini, los Peña con  figuras como La Perrata (nacida en Utrera) o sus hijos Juan Peña el Lebrijano y el tocaor Pedro Peña, con  el Lagañas,  los Bacán con Pedro Bacán o Inés Bacán, Lebrijano el viejo, Antonia Poza,  El Chozas,  la Rumbilla,  de quién descienden los Valencia, la Malena, Curro Malena,  Manuel de Paula, el Funi...
         Necesariamente esta pléyade de nombres fruto de la historia flamenca, de Lebrija, de sus reuniones, de sus fiestas privadas y familiares,  han logrado  que esta localidad sea reconocida internacionalmente.
         Ya más jóvenes encontramos artistas que van sobresaliendo como Anabel y José Valencia, Dorantes, Pedro Peña o Antonio Malena  que todavía  siguen aportando sus matices particulares pero que  en todos se conservan los aires primitivos heredado de sus ancestros.
         En 1863 en la localidad de Lebrija nació Pinini, un gitano de los más flamencos que dio esta bendita tierra, cabeza de toda una estirpe flamenca, tal vez de las familias gitanas más importante de la comarca, aunque Fernando Peña Soto (Pinini ) no fuera cantaor profesional, pues su oficio fue el de matarife, ha pasado a la historia flamenca como uno de los grandes y creador de un estilo muy peculiar en un cante de los puertos como las Alegrías, destacando sobre manera su personalísima cantiña, conocida por el mundo flamenco como Cantiña del Pinini, no en vano estuvo una temporada trabajando en Cádiz, de ahí el gusto de estos cantes que lo hicieran famoso pero que claramente son distintos a las cantiñas gaditanas, cantes del que disfrutaban las más importantes figuras del entorno quienes como otros muchos aficionados solían ir a su casa de Lebrija a oír cantar a este agradable matarife, que entre algunas que otras copas (cosa que nunca despreciaba) les interpretaba.
                                               "La Fuente Vieja
                                                 s'alborotao
                                                  porque Pinini
                                                s'ha emborrachao" 

                De sus nueve hijos, destacamos  nietos suyos que fueron grandes figuras  del flamenco como Fernanda y Bernarda  de Utrera, Bastián Bacán, Pepa de Utrera o el tío Benito,  biznietos como Inés o Pedro Bacán, familia de los Perrate (Perrate de Utrera, La Perrata, el Lebrijano, Pedro Peña….)
                                              
            Por esa misma época de Fernando Pinini, llega desde Jerez “Juaniquí” quién a la postre va a ser figura  importantísima en la configuración de los estilos lebrijanos. Juan Moreno Jiménez, "Juaniquí",  aunque jerezano, estuvo siempre muy vinculado con la ciudad de Lebrija imprimiendo, a la soleá un aire muy personal con ecos de la Serneta o de Triana pero sobre todo muy emparentada con  el puro estilo de Jerez. Cuatro fueron las creaciones de soleá a  las que le imprimió ese sello con tercios cortos y fuertes subidas tonales en los finales. Se dice de este cantaor nacido el 18 de marzo de 1862 y  compadre de Joaquín el de la Paula, que a partir de él se puede habla de soleares de Lebrija.
         María Fernández  Granados, La Perrata aunque nacida en Utrera en 1922, casi toda su trayectoria la realiza en Lebrija junto a su marido el tratante de ganado Bernardo Peña, el ser nieta de Perrate  le hizo ser poseedora junto a su hermano Perrate de Utrera de una gran herencia flamenca, puro  legado de Lebrija y Utrera que la supo transmitir a sus hijos y nietos, sobrinos, encontrándose nombres ante señalados como Los Bacán,  los Peña…                   
         María La Perrata  a pesar de dejarnos muy buenas grabaciones, no se dedicó profesionalmente al flamenco, nombres como sus hijos El Lebrijano o Pedro Peña, sus sobrinos Fernanda y Bernarda, El Turronero, Gaspar de Utrera o Pedro Bacán, pudieron sentir  los cantes tradicionales que se oían en su casa pues por allí desfilaron además de sus familiares más allegados, los más grandes maestros de todos  los rincones del flamenco como el mismísimo Antonio Mairena.


         En 1941 fruto de la unión de Pedro Peña y María Fernández,  La Perrata, nace en Lebrija Juan Peña el Lebrijano. Aunque con inicios de guitarrista,  de muy joven se da cuenta de sus virtudes como cantaor y los aprendizajes de su madre los va  asimilando poco a poco hasta convertirse en una de las grandes figuras, tal vez la más importante que dio Lebrija.
         El reconocimiento del Lebrijano como cantaor, se inicia a partir del Concurso de Mairena en 1964 donde obtuvo un gran  su triunfo por lo que desde entonces se dedica verdaderamente, cantando luego durante varios años para  Antonio Gades.




         Pronto lo consideraron como uno de los grandes de la época, destacando en él su afán por estudiar,  para más tarde interpretar de forma admirable la gran variedad de  estilos  con su flamenca y gitana voz como personal característica. Además de vivir intensamente el cante en su propia familia, lo que era fundamental, siempre ha sido considerado como cantaor de la escuela mairenista, al menos en el inicio de su carrera.

         Juan Peña Fernández independientemente de su defensa de la pureza, amén de su afán investigador de los estilos más jondo que desde sus reuniones familiares hereda, ha destacado sin lugar a dudas por la búsqueda de otras músicas, que algo haya tenido que ver con la historia del flamenco y ejemplo de esa  filosofía renovadora la encontramos en los encuentros en la que explora junto a una orquesta marroquí las posibles semejanzas u orígenes del flamenco con la música árabe.

        
         Paralelamente a la vida del Lebrijano, encontramos en esta flamenca ciudad artistas que como él,  nos ha hace disfrutar de su arte  flamenco heredado y aprendido desde la cuna como son los casos de  Francisco Carrasco Carrasco “Curro Malena”, se dice de Curro Malena “que su arte nace para cantar y transmitir algo que sale de muy dentro de su alma.”


         Más de una vez se ha comentado que Curro Malena es también un convencido de que sólo los pueblos perseguidos, los que padecen hambre de justicia y libertad, son capaces de cantar con jondura, como los buenos cantaores flamencos, porque "el dolor da grandeza".
         Manuel Valencia Carrasco “Manuel de Paula” también de familia gitana pues sus raíces descienden de buenas fuentes del cante y por lo tanto heredero de ese estilo tan familiar como todo el flamenco que caracteriza a Lebrija, realizó  varios discos  a tener en cuenta a lo largo de su carrera como Manuel Justicia.



         Inés Bacán, tal vez la última, hasta la fecha de la saga de los Pinini, hija de Bastián y hermana por lo tanto del gran guitarrista Pedro Bacán, cantaba en sus reuniones familiares y gracias al empeño de Pedro, empezó a cantar en público, vencer su timidez y lanzarse a los grandes tablaos y convertirse en una de las importantes de actual elenco artístico lebrijano.