ENTREGA Nº 93 23 DE AGOSTO DE 2014
MUJERES QUE DEJARON Y DEJAN HUELLAS
EN EL CANTE
-24-
PEPA
ORO
Entre los años sesenta y
setenta del siglo XIX, el torero gaditano Paco Oro, acudía con frecuencia a
América y con él solían viajar por esas tierras argentinas sus hijas y una de
ellas, JOSEFA DÍAZ FERNÁNDEZ, cantaora y bailaora gitana, conocida en el flamenco como
PEPA ORO (apodo heredado de su padre) pasó a la historia del cante
gitano andaluz como la iniciadora de lo que más tarde algunos aficionados
llamaran cantes de ida y vuelta pues en esos viajes por Hispanoamérica conoció y absorbió el cante de la milonga a la que aportó su sello personal, adaptándola al compás del tango, y creando lo que se conoció como la milonga
flamenca, aflamencando esas músicas allende nuestras fronteras aunque
manteniendo su ritmo y acento.
De
la mejor dinastía del Arte
esta grandiosa artista de Cádiz,
Josefa Díaz Fernández llamándose
Pepa de Oro reina del cante y el baile
dedicándose por entero al cante
fue siempre donde destaco,
creando sus propios estilos
para toda la buena afición
como una de las más grandes
que la tacita de plata creo,
para todos los buenos aficionaos
con orgullo y admiración.
esta grandiosa artista de Cádiz,
Josefa Díaz Fernández llamándose
Pepa de Oro reina del cante y el baile
dedicándose por entero al cante
fue siempre donde destaco,
creando sus propios estilos
para toda la buena afición
como una de las más grandes
que la tacita de plata creo,
para todos los buenos aficionaos
con orgullo y admiración.
Nació esta puntera bailaora de arrogante figura, como
de ella escribiera Fernando el de Triana en
Cádiz el día 29 de enero del año
de 1871, en la calle Mirador 17.
Fue una flamenca de gran belleza y de singular empaque como se dijera de ella
por parte de los muchos aficionados que
acudieran a los café cantantes de Cádiz,
Jerez de la Frontera, Sevilla Málaga y Madrid y a los que entusiasmara, no sólo
con sus milongas sino con todos los estilos que a través del tango flamenco
interpretara como vidalitas, guajiras…
Dos tipos distintos de
milongas encontramos en un principio; la primera que obedece a esos cánones
graciosos, rítmicos y bailables, que nos
viene como se ha indicado anteriormente a través de Pepa Oro quién desde esas
tierras argentinas, nos trajo a la
tacita de plata esos sones argentinos
que ellas hacían al compás de tango flamenco con un estribillo al final a modo
de tanguillo, estilo en un principio bailable ya que ellas la cantaban para sí
misma mientras bailaban y que Don Antonio Chacón hizo que se conserve al grabarla
y hacerla más flamenca -para escuchar-, como la que también nos ha llegado de
Pepe el de la Matrona, ambas con ese estrambote característico a ritmo de
tanguillo que al final se distingue.
"Eran las dos de la
noche
y a tu puerta llegué ufano
con la bandurria en la mano,
despierta divina flor,
despierta angel de amor,
las dos están dando ahora
y son de la madrugá
y si estás embelesá
despierta divina aurora.
-Ay cu-cú que tú me estás matando.
Ay cu-cú que yo no puedo más.
Serrana que yo me voy contigo
donde tú me quieras llevar.-"
Félix Rodríguez, escribiría de ella que,
“en uno de los viajes en el
que Pepa de Oro acompañó a su padre a tierras del Nuevo Mundo, los toreros de
Lima organizaron una fiesta para las gentes del arte de Cúchares, y a la misma
asistieron toreros españoles y Paco de Oro con su hija. Cuando la fiesta estaba
el rojo vivo, con el folklore del país, salió Pepa bailando y cantando y dejó a
todos los existentes "asombrados" con su gracia de esencia gaditana y
con desplantes toreros”.
Se nos fue esta
cantaora y bailaora del Barrio Santa María con temprana edad el 18 de mayo de 1918 y curiosamente en esa misma calle del
Mirador, dónde naciera 47 años antes, dejándonos esa huella de su gracia
gaditana que imprimía a sus cantes y bailes y esos ecos de los iniciales cante
de ida y vuelta