sábado, 26 de julio de 2014

La Petenera

ENTREGA Nº 89  26  DE JULIO DE 2014 

MUJERES QUE DEJARON Y DEJAN HUELLAS EN EL CANTE

                                               -20-
                                 DOLORES “LA PETENERA”

Según nos cuenta "Demófilo" a través de su asesor Juanelo de Jerez, una tal Dolores natural del gaditano pueblo de Paterna de Rivera afincada en Triana  dio lugar al nombre de petenera por derivación normal entre nosotros de la palabra paternera.

Según esta misma leyenda que parece ser que algo de cierto existía, ésta Dolores debía de ser una mujer de una personalidad fuerte, cruel y tal vez despiadada con los hombres causa por la que perdieran la vida casi siempre de forma violenta varios de sus amantes dando motivo con el pasar de los tiempos a las posibles supersticiones negándose todavía sobre todos algunos gitanos a interpretar dicho cante bajo el peligro de caer en desgracia.

                               "Quién te puso Petenera
                                         no te supo poner nombre,
                                         que debía haberte puesto
                                         la perdición de los hombres."

           
                      
De esta cantaora sabemos que era una "guapa moza",  que vivió en una choza de zona llamada la “Pasadilla de Jiménez y que de allí pasó a vivir al paternero “Callejón de los Ahorcados, cerca del conocido “Pozo de Medina, donde Dolores iría por agua y en el que desde  el año 1982 se ubica un monumento creado por el escultor de Alcalá de los Gazules Jesús Cuesta Arana.

                                   Calle de Pozo de Medina
                                     pon crespón en tus ventanas
                                     porque ya "La Petenera
                                    no bajará más por agua”.

(Serafín Galán)


Todo mundo del flamenco se muestra de acuerdo y se reconoce  a la lo calidad de Paterna de Rivera y por supuesto gracias a su más añeja embajadora el nacimiento de este palo flamenco,  por ello no se puede hablar de Dolores la Paternera o La Petenera sin que se nombre este palo flamenco cuyo contenido de sus letras generalmente dramático unido a su leyenda aumenta aún más ese aire de misterio que la envuelve hasta el punto que por una de sus misteriosas coplas se ha llegado a decir que el origen de la petenera era judío. Pero el profesor García Matos, destacado musicólogo, ha demostrado mediante sus trabajos de investigación, que  dicha influencia carece de sentido, siendo la siguiente letra de peteneras una más de las muchas letras que con esa melancolía y sentimiento la caracteriza.   
       
                                "¿Dónde vas bella judía
                                           tan compuesta y a deshora?
                                           Voy en busca de Rebeco
                                  que estará en la sinagoga."
          
Tachada en un principio de cante intrascendente  y de canción aflamencada de manera injusta, ha demostrado que se trata de uno de los cantes flamencos de mayor intensidad dramática y de mayor dificultad en su interpretación


En Paterna de Rivera, con el paso de los años el cante de la Petenera se hizo más fuerte e importante, y en el año 1972 un grupo de buenos aficionados  como Plácido Romero Mota, su hermano Paco, Teodoro Pecino, los cantaores locales Antonio el Perro de Paterna, Rufino de Paterna, el Niño de la Cava, el maestro y poeta arcense José Luis Tejada, el locutor Pepe Marín entre otros con  el ayuntamiento paternero a la cabeza iniciaron un concurso flamenco que hoy es modelo y por donde han pasado las mejores figuras del cante, toque y baile flamenco crearon  El  Concurso Nacional del Cante por Petenera

El contenido estrófico de La petenera es a base de cuatro versos octosílabos con rima asonante en los pares; en su compás algunos ven algo de soleá pero mucho más libre y otros le notan afinidad melódica con algunas formas de  malagueña quizá en este último caso por influencia de Don Antonio  Chacón quién se la escuchara al Medina el Viejo para más tarde una  vez aprendida, imprimirle ese sello  particular que el gran Chacón daba a todos sus cantes.

Hoy en día al hablar de peteneras se hace diferenciándolas en petenera chica y petenera grande o bien en petenera corta y petenera larga. A esta última la llamada larga o grande algunos aficionados la identifican con la de Medina el Viejo (ese cantaor jerezano que parece ser la creó a partir de una primitiva que sirviera de introducción y que el escuchara de la mismísima Dolores). Pero quién verdaderamente dio al cante por petenera sobre todo a la grande, la dimensión que actualmente tiene fue sin lugar a duda Pastora Pavón "La Niña de los Peines" hasta el punto que unos habla de petenera chica y petenera de Pastora (tal vez erróneamente).  De toda forma cuando  se habla del cante por peteneras se hace de antes y después de La Niña de los Peines


                                              
                     "Ven acá, remediaora
                                         y remedia  mis dolores,
                                         que está sufriendo mi cuerpo
                                         una enfermeá de amores."
                                         (Petenera corta o chica)
                                       "Quisiera yo renegar
                                         de este mundo por entero,
                                         volver de nuevo habitar,
                                        ¡mare de mi corazón!
                                         por ver si en un mundo nuevo
                                         encontraba más verdad."
                               (Petenera grande de la Niña de los Peines)

El desgraciadamente desaparecido paternero Teodoro Pecino con el que me unió una gran  amistad, escribió  en la Exaltación de la tercera edición del  Concurso Nacional de Cante por Petenera en 1.974.
 “Paterna, rincón gaditano, situado geográficamente en el centro de la provincia, azotado por el levante, como único producto del sudor de sus habitantes, tuvo que ser la cuna de una mujer que nos dejó el regalo de un cante: La Petenera, mezcla de embrujo y dolor, triunfo y tristezas, amores y muertes, en realidad un misterio que hizo cante”.
                                       De las gargantas llorando
                                       brota siempre este cantar
                                     "pa" que el mundo entero sepa
                                       que he muerto de tanto amar.
           





viernes, 18 de julio de 2014

La Trini y su cante por malagueña

ENTREGA Nº 88  19  DE JULIO DE 2014 

MUJERES QUE DEJARON Y DEJAN HUELLAS EN EL CANTE

                                               -19-

                                      LA TRINI


En Málaga durante el año 1868, nació la cantaora que sin lugar a dudas realizó los cantes primitivos de la malagueña con mayor sentimiento, TRINIDAD NAVARRO CARRILLO, conocida con el artísticamente como  LA TRINI,  no sólo como  se indica con anterioridad fue una intérprete genial que realizara sus cantes con el más puro de los sentimientos sino que además, creó  a lo largo de su vida varios tipos de malagueñas  consideradas como afirma Martín  Salazar como cantes de transición  entre esas añejas  malagueñas y las que más tarde realizara cantaores como  Don Antonio  Chacón o Francisco Lerma “Fosforito”  aunque del primero se afirma que algunos de sus más geniales y populares cantes por malagueñas fue una recreación de  “La Trini”.

                                     

                                        Siquiera por compasión
                                        escríbeme alguna vez,
                                        que yo tengo el corazón
                                        marchito de padecer
                                        que ya no siente ni el dolor.

Desde muy joven. La Trini se dedicó al cante, siendo conocida no sólo por Málaga sino por  toda la Flamenca Andalucía ya que no hubo un rincón, un café teatro que no conociera a esta máxima figura femenina del cante por malagueña por su capacidad creadora y por su capacidad al interpretar sus cantes.

Su vida siempre estuvo llena de sinsabores y no sólo por lo humilde de su infancia familiar sino por los variados problemas que en su vida le enfrentó como el accidente de la pérdida de un ojo o la operación de un tumor de vagina  en el año 1897    

                                      
                                       
                                        No se borra de mi mente
                                        el día catorce de abril
                                        siempre lo tendré presente
                                        pues ese día me vi,
                                        a las puertas de la muerte.

Trinidad Navarro no dejó nada grabado y sus cantes nos llegó a través de Chacón, Sebastián el Pena o  de la cantora de Ronda  Paca Aguilera.

Durante muchos años regentó el ventorrillo La Caleta al que le puso su nombre y donde no faltó una buena reunión de cante.
                           
Allí en su Ventorrillo la encontró el estudioso Fernando el de Triana que cuando le escuchó dijera que “Mientras más se agotaba físicamente, más sublime era el arte que iba descubriendo, hasta el extremo que en sus últimos años, cuando ya no cantaba en público y, de cuando en cuando, alternaba unos momentos en algunas de las reuniones que frecuentaba su famoso ventorrillo, entonces era cuando estaba verdaderamente incopiable. ¡Qué cosas le hacía a los cantes!

                                      Cantaora de un gran prestigio,
                                      siendo en todos los tiempos 
                                      la más querida e imitada
                                      por todos los grades maestros,

                                      Sus cantes por malagueñas
                                      deja una bonita escuela
                                      para continuar en el arte,
                                      con un estilo sin igual
                                      para la más pura afición 
                                      que adoramos el flamenco.



sábado, 12 de julio de 2014

María Borrico


ENTREGA Nº 87  12  DE JULIO DE 2014 

MUJERES QUE DEJARON Y DEJAN HUELLAS EN EL CANTE

                                               -18-
                            MARÍA BORRICO
La historia de cante flamenco es, desgraciadamente, corta en edad y expresión. La flamencología moderna está haciendo un gran esfuerzo –como en su momento  afirmara  Fernando Quiñones- para reconstruir una de las expresiones folklóricas más ricas del mundo: el flamenco.                  
Y este es el caso -por tradición oral solamente- de una cantaora de la que sabemos  ha sido básica en el cante: María Borrico. ¡Qué nombre tan poco romántico  para cantaora tan extraordinaria! Parece ser que esta cantaora era de raza gitana y que nació en San Fernando en 1830, así al menos la sitúa el padre de los hermanos Machado Don Antonio  Machado Álvarez "Demófilo”.  El autor de Colección de Cantos Flamencos, primer texto que nos esclarece el oscuro mundo de nuestro arte, nos dice de María Fernández que esta cañaílla fue famosísima cantaora de seguiriyas, de entre las que se ha hecho célebre su conocidísima de "cambio" o "cabal":

                                               Dice mi compañera
                                      que no la quiero,
                                      cuando la miro, la miro a la cara,
                                      yo er santo pierdo".

Este cambio o remate ha sido usado por todos los cantaores contemporáneos posteriores a ella como final de serranas, seguiriyas y livianas, cuentan que el mismísimo Silverio Franconetti, su gran admirador, usaba este cambio siguiriyero como macho de su Liviana o de su cante por Serrana.

María Fernández Fernández fue la hermana mayor de Pedro Fernández, "El Viejo de La Isla." Según estudioso de la época, gracias a  ella encontramos  un estilo de seguiriya que ha sido varias veces comentado  como un engarce entre las seguiriyas más  antiguas y modernas.

Con el nombre de María de Montemayor de todos los Santos fue bautizada en su ciudad natal de la Isla de León. Hay flamencólogos que opinan que su cante recuerda al de Perico Frascuela o al de Juan Junquera

        




sábado, 5 de julio de 2014

Rita la Cantaora

ENTREGA Nº 86  5 DE JULIO DE 2014 

MUJERES QUE DEJARON Y DEJAN HUELLAS EN EL CANTE

                                               -17-  

                            RITA LA CANTAORA

RITA JIMÉNEZ GARCÍA,  conocida artísticamente como Rita La Cantaora  nació en el año 1859 en Jerez de la Frontera en cuyos Cafés Cantantes  se inició para destacar más tarde junto a “ grandes” como La Macarrona o el malagueño Juan Breva en locales flamencos como el madrileño Café Romero.

 También al principio de su carrera artística, esta jerezana llegó a actuar con ilustres como  el gaditano Francisco Lema “Fosforito”  o “La Coquinera”  y  años más tarde  con artistas como Escacena o Manuel Pavón.  

Los cantes por Malagueñas, soleares o sus personales bulerías son los estilos por los que  destacó de forma especial  Rita la Cantaora. En 1906 figuró en el cuadro flamenco de El Café del Gato


                                      Inmortal quedo para la historia,
                                      que tendría aquella cantaora
                                      que se gano al mundo entero
                                      con solo abrir y cerrar la boca,
                                      su grandeza era tan grande,
                                      que conquisto a toda la gente
                                      con solo demostrar su puro arte.

                                         
                           
Además de cataora, excelente por los palos festero antes mencionado, destacó también por su arte con el baile, de hecho muchos aficionados recuerda más a una Rita bailaora que cantaora. Sobre el dicho popular en las tierras gaditana de  “Eso lo va a hacer Rita la cantaora” hay  variedades de opiniones,  pues unos comentaron  que se debía  a  la mala relación que la jerezana (por su carácter) tuviera con otras  compañeras en los distintos tablaos, otros  sin embargo opinaron en su momento que se refería a la disposición de Rita para satisfacer la solicitud de los espectadores, cuando éstos pedían a otras artistas alguna canción extra y las compañeras respondían con el mencionado dicho popular, lo cierto es que a ella   nunca le gustó tal expresión para con su persona.

En 1934 en el conocido Café de Magallanes Fosforito el Viejo organizó un  festival benéfico que a la postre sería la última actuación de ella, quien tres años más tarde con setenta y ocho años de edad en Zorita del Maestrazgo (Castellón) y  por los avatares de la guerra civil nos dejó este genial cantora y bailaora.