viernes, 21 de febrero de 2014

La fragua de Rafael III

            ENTREGA Nº 67     22 FEBRERO DE 2014 


… Y Sevilla (13) Cantaores Ilustres
                     ANTONIO MAIRENA -3-

A largo de su flamenquísima vida ha obtenido multitud de premios y homenajes. Con su nombre existen numerosas peñas flamencas. Dedicado a él es el concurso de cante grande que anualmente se celebra en su pueblo natal. La Cátedra de Flamencología de Jerez, le nombró director honorario reconociéndole los escritores (Murciano, Ríos Ruíz, Juan de la Plata, Ricardo Molina) como el Rey del Cante en el año 1.962. Ese mismo año en Córdoba le fue entregada en un concurso celebrado para tal fin el galardón más importante de la historia del flamenco "La Llave de Oro del Cante" por lo que sólo poseerían por entonces tres grandes maestro: El Nitri (1.862), Vallejo (1.926) y Antonio Mairena en 1.962.

                           
                               "Mataste a mi hermano,
                                          no te he perdoná
                                          tú lo mataste liaíto en su capa
                                         sin j'aserte ná."
                                         (Siguiriya del Fillo)
                                 
Ha colaborado Antonio Mairena en numerosísimos artículos sobre temas flamencos, dando su magistral opinión en cuantiosas tertulias y conferencias y publicado dos excelentes libros de flamencología como son Mundo y Formas del Cante Flamenco en colaboración con el poeta cordobés Ricardo Molina y Las confesiones de Antonio Mairena en edición preparada
                
En el año 1.983 poco antes de su muerte, grabó Antonio Mairena su último disco titulado El calor de mis recuerdos, habiéndonos dejado ejemplo de toda la amplísima gama que de los cantes flamenco existen, del cante gitano-andaluz  (como a él le gustaba llamar) y de los que de una manera u otra han intervenido como cantes aflamencados en nuestra cultura.

                                 "Eran tan grande mis penas
                                            que no caben más.
                                            porque me veo malito de muerte
                                           en el hospital."
                                          (Siguiriya de Manuel Torre)

 
Poco después de su muerte, el gobierno autónomo de Andalucía le nombró hijo predilecto de Andalucía, recibiendo anteriormente de manos de rey de España la Medalla de Oro de las Bellas Artes; en 1.981 se le concedió la Medalla al Mérito al Trabajo.
                       
Aunque casi todos los flamencólogos coinciden en señalar a Antonio Mairena como un gran rebuscador y recreador de los cantes jondos, primitivos y añejos, todos coinciden también en no saber limitar hasta donde llega su trabajo de investigación de la pureza y hasta donde su genialidad en la creación de esos sones flamencos que el maestro poseía.

            


sábado, 15 de febrero de 2014

La Fragua de Rafael (II)


 ENTREGA Nº 66     15 FEBRERO DE 2014 


… Y Sevilla (12) Cantaores Ilustres
                     ANTONIO MAIRENA -2-



Ya conocido en el mundo flamenco primero como el Niño de Mairena, participó en actuaciones por toda la geografía española, alternando con las mejores figuras de la época y a las que pronto desbancaría de la cabecera del cartel, pues Antonio no sólo se limita a cantar (cosa que hacía de manera magistral, mejor que nadie) sino, y esto es lo más importante, a rebuscar entre los viejos gitanos, entre los buenos flamencos, cantes añejos, cantes en su más pura raíz, para reelaborarlos y trasmitirlos a fin de que no se perdiera.

Antonio personalmente dio a conocer presentándolo al público al hijo de Antonio Fernández y sobrino de Joaquín el de la Paula, Juan Talega que era un tratante de ganado  poseedor de la pureza de los cantes del Nitri a través de su padre, íntimo amigo de Tomás.



“El Talega”  nunca, hasta entonces, había cantado en público, sólo en reuniones muy íntima, pero  a partir de entonces se dedicó a  cantar como  profesional, aconsejando fielmente a Antonio Mairena y siendo para el maestro de “los alcores”  una fuente de conocimiento jondo  apoyándole en  su empeño reivindicador de las más antiguas formas cantaoras.

                                       "Por aquella ventana
                                         que al campo salía
                                         le daba voces a la mare de mi alma
                                         y que no me respondía."
(Siguiriya de Tomás el Nitri que nos llega por A. Mairena a     través Juan Talega)
                                    

Interviene más tarde Antonio Mairena como cantaor flamenco de compañías folklóricas como la de Juanita Reina (es una época de lucha por la supervivencia, con el arte flamenco en pleno declive). Luego es el cantaor de varios bailaores importante, Teresa y Luisillo con quién viajó por Europa teniendo personalmente un gran éxito en Londres al interpretar  de forma sublime el cante por caracoles, Carmen Amaya en el teatro Fuencarral de Madrid y por último con el bailaor y bailarín Antonio el  mejor de los bailaores y con el mejor elenco artístico de la fecha, lo que representó para el de Mairena una subida importante en su carrera artística, haciendo que se conociera el cante grande por todos los rincones del  mundo.




sábado, 8 de febrero de 2014

La Fragua de Rafael

 ENTREGA Nº 65     8 FEBRERO DE 2014 


… Y Sevilla (11) Cantaores Ilustres
                     ANTONIO MAIRENA


El siete de septiembre de 1.909 nació en Sevilla el flamenco más importante que el cante ha tenido en los últimos años, desde la década de los cuarenta hasta su muerte en la capital sevillana, curiosamente otro siete de septiembre a la edad de setenta y cuatro años en 1.983.
                       
No ha habido poetas, escritores, ni flamencólogos que no hayan dedicado libros, poemas o artículos para reconocer a este "último bastión de la pureza flamenca" como ese cantaor pleno de sensibilidad y profundidad flamenca, a la vez que un  incansable investigador y recreador de lo más puro y genuino del arte gitano-andaluz.
                                 
Hijo del gitano Rafael Cruz Vargas y de Aurora García Heredia, comenzó a cantar en una fiesta familiar que dedicaron en su tierra natal al célebre bailaor  "Faíco", improvisando unos populares tangos de Pastora, que el mismo Faíco, impresionado por el arte y compás de "ese Niño de Rafael", acompañó con su baile. Tenía sólo once años y ni sus padres le habían escuchado cantar cuando éste, conocido  en el pueblo de Mairena como el niño de Rafael, se atrevió desde la falda de su madre a cantar en esa fiesta flamenca que sus familiares y amigos gitanos realizaron.
                                 

Al principio ayudaba a su padre a trabajar en la herrería que tenía en Mairena del Alcor y allí en la fragua, fue escuchando, como él mismo dice en su libro "Las  Confesiones de Antonio Mairena," los primeros cantes que los gitanos amigos de su padre realizaban en sus múltiples y flamencas reuniones. Allí escuchó las cantiñas del Pinini y otros cantes de Cádiz en la voz de su abuelo paterno (que era natural de Bornos), allí pues en la herrería empezó a sonarle la voz y a quedárseles grabados esos viejos cantes gitanos de la fragua.

                                  "Yo no te digo gitana
                                             de que me cameles tú a la fuerza,
                                             si no es de tu voluntá
                                             que hazlo como a tí te parezca."
                       


A partir de esa fiesta familiar dónde se dio a conocer empezó  a cantar (alternando con el trabajo de ayuda a su padre) en las distintas fiestas a las que fue invitado, conociendo entonces al que él mismo dice su primer maestro, el soleaero Joaquín el de la Paula, y al jerezano Manuel Torre, quién le enseñó esos duros cantes por siguiriya que sólo Manuel Torre cantaba y que gracias a Antonio Mairena nos ha llegado con entera pureza, siendo nuestro maestro de Mairena como dice su amigo y flamencólogo Ricardo Molina, el sucesor de Manuel Torre y maestro supremo de la siguiriya.         

En el año 1.924 ganó su primer premio de cante en Alcalá de Guadaíra, premio que le otorgó un jurado presidido nada menos que por el maestro de Alcalá Joaquín el de la Paula, como queriéndose demostrar que este chaval de quince años sería con el paso de los tiempos  la figura que del cante iba a ser.