miércoles, 27 de enero de 2016

Entrega nº 170 "La Rondeña"

Rondeñas

De la más conocida de sus letras se inicia el posible argumento para  esclarecer la problemática de su origen ya que unos le dan descendencia a la localidad serrana de Ronda (fandango local de Ronda), mientras que otros ven en este cante como el preferido por los mozos andaluces para ir de ronda durante la madrugada en sus visitas a las rejas de las mozas casaderas:
                                              "Después de haberme pasado
                                               to una noche de Jarana,
                                               me vengo a purificar
                                               debajo de tu ventana
                                               como si fuese un altar ".


                                        
Estebánez Calderón en sus ESCENAS ANDALUZAS nos dice textualmente:
 ".... Las guitarras sonaban y las coplas iban y venían y las vueltas de rondeñas y malagueñas se sucedían con rapidez increíble.."
Hay quien quiere hacer ver la posibilidad del parecido de la rondeña con el polo.
Sobre la rondeña encontramos varios escritos que datan de los siglos XVIII y XIX generalmente referidos a un baile del que más tarde naciera el cante para amenizarlo, cante que en sus letras casi siempre nos recuerda temas de amores y galanías con alguna que otra alusión a los motivos camperos.
Pocos son los artistas que nos recuerdan con sus grabaciones éste tal vez fandango local  más antiguo de entre los malagueños, destacando no obstante a Fosforito, José Meneses y a Jacinto de Almadén quien nos lo dice   con la siguiente letra:
                                       "Vive tranquila mujer,
                                         que en el corazón te llevo,
                                         y aunque lejos de tí esté,
                                         en otra fuente no bebo
                                         aunque me muera de sed ".



miércoles, 20 de enero de 2016

"Romeras de mis romeras no me cantes más cantares...."

Romera 



Modalidad de Cantiña cuyo nombre se debe al cantaor Romero el Artillero o Romero el Tito (gaditano, sobrino de Tío José El Granaíno) de quien se dice fue su creador y que allá por el 1869 se la cantaba al bailaor El Raspao, o a su primitiva letra que se inicia con " Romera de mis romeras..". Existe otra teoría de que el nombre de Romera se debe a una cantaora llamada La Romera de quién Don Antonio Machado Álvarez (Demófilo), habla comentando  su vida, y sus cantes así como su hermosura y lo trágico de su muerte.
                                      “Romeras de mis romeras
                                         no me cantes más cantares,
                                         como te coja en el hierro
                                         no te salva ni tu mare.

De cualquier forma es un cante adaptado al baile y que en la actualidad es poco cantado, pese a lo dulce que resulta su cadencia, con su pegadizo ritmo quizá más acelerado que las Alegrías, aunque con el mismo toque.
No se conocen variaciones apenas, apareciendo en algunas grabaciones discográficas como Cantiña simplemente.

En el siglo XIX aparece el Macaca que destacó sobre manera por cultivar estos tercios de Cantiñas, versión más tarde grabada por Antonio El Chaqueta tal vez el mejor intérprete de este cante, quién grabara La Romera para el sello Hixpavoz en 1955


                   
                            Por coger una Zarzamora,
                                   Me he clavaíto una espina
                                   Y hasta el corazón me llora

Más tarde uno de los grandes maestros que la dominara y la tiene reproducida entre su repertorio es el gitano Antonio Núñez "El Chocolate." quien suele  acabar sus Romeras con un remate por Mirabrás, de lo más flamenco. Es también muy importante las aportaciones que sobre este palo flamenco realizaran Antonio Mairena, Chano Lobato, María Vargas, El Lebrijano, La Perla de Cádiz, El Sordera o  Camarón de la Isla
                              
                                         Tus cabellos y los míos
                                         se han enredao
                                         como la zarzamora
                                         por los vallaos.
                                         Qué tío, qué tío
                                         a la media noche
                                         no me ha conocío."

A diferencia del resto de cantes del grupo de las Cantiñas, La Romera tiene una especie de aire más rápido, alarga el característico traratatran hasta convertirlo en un tercio de salida del cante, con unos Ayeos muy propios que utiliza para templar la voz, sus versos melódicos son productos de la tendencia a ligar sus tercios. Son cantes propios por lo tanto para el baile, como consecuencia de esas características señaladas.















jueves, 14 de enero de 2016

Nº 168 LOS ROMANCES




                                             LOS ROMANCES

los antiguos corridos también   llamados   corridas  o  carrerillas que   es como se les  denomina a los romances en Andalucía, y se hace entre los cantes del grupo de las tonás por no utilizar, dada su antigüedad, los cantaores en su forma de cantar como si de recitados monorrimos se tratara, algún instrumento musical.

Estos romances o versiones gitanas de romances castellanos datan en algunos casos del siglo XV, consistiendo en sus orígenes en recitados libres con la facilidad de corromperse por la  tradición oral y por los sucesivos  reajustes  populares. Actualmente se conservan dos cantes basado en letras de estos romances fronterizos como son la Nana Moruna y la Giliana con aires bailables de soleares y alboreá.

Existe por estas razones la opinión de que fuera un primer romance quién originara las primeras tonás o raíces del cante jondo, pero estos corridos en algunos casos  todavía interpretado por algún viejo gitano, no deja de ser una más de las hipótesis que sobre el origen del cante se barajan.

Escribe Luis Suárez: “Desde 1958 en que descubrí una rara rama del romancero de tradición oral ininterrumpida entre los gitanos de Andalucía la Baja, he logrado tener el mayor corpus de romances de tipo épico e histórico que pueda hallarse en cualquier parte del mundo hispánico, incluyendo las comunidades sefarditas de Oriente.  Ello me ha permitido conectar esta recolección con los cuatro romances recogidos por Estébanez Calderón, en 1838, con las encuestas entre gitanos de Cádiz y de Triana de Manuel Manrique de Lara, en 1916 y con los dos romances recogidos en 1922 por Álvaro Picardo, en Cádiz.”

Pero, a la vez, se ha podido documentar esta costumbre de cantar romances viejos por los gitanos bajo-andaluces desde tiempos muy remotos. La deturpación y el fragmentismo de este Romancero particularísimo han propiciado la aparición de trozos y formulas romancísticas breves, de tres y cuatro versos, que han tomado una trayectoria distinta y a los que se les ha dado, en el tiempo, un nuevo cauce expresivo.

Bernardo del Carpio y los gitanos bajoandaluces.

El enorme caudal de textos y músicas del ciclo de Bernardo del Carpio recogidos por Luis Suárez, entre los gitanos de El Puerto de Santa María principalmente, no tiene otra explicación que la identificación de esta casta con el propio héroe del Romancero. Sus propias desventuras y el haber estado, en memoriales desgarradores reclamando la libertad de sus padres, esposos, hijos, hermanos, condenados a penas de galeras, en los arsenales o en las minas de Almadén, los ha identificado con un héroe que pasa toda su vida reclamando a Alfonso El Casto la libertad de su padre, el conde de Saldaña, preso, en el Castillo de Luna. Llega a tal punto su identidad que hasta adoptan su nombre, Bernardo, y su apellido, Carpio, desde el siglo XVI hasta la actualidad

                                  

                                                "Ven acá, hija Blancaflor,
                                                  lucerito de la mañana,
                                                  quítate el vestío de sea
                                                  y ponte el vestío de Pascua,
                                                  y a ese morito que viene
                                                 entreténmelo en palabras...."
                                      Trozo del Romance de El Rey Moro que  perdió Valencia - El Cojo Pavón -
                                             
                                              "Mi madre me metió a monja
                                                por reservarse mi dote.
                                               Me cogieron entre cuatro,
                                               me metieron en un coche,
                                               me pasearon por pueblos
                                              y a una y a dos a dos
                                              me iba yo despidiendo
                                             de las amigas que tengo. "
                                       (Del Romance de la Monja - José El Negro-)
                                                           



                                  



jueves, 7 de enero de 2016

LA PAJARONA

Tras las fiestas navideñas en los que se han comentados los villancicos flamencos, seguimos con los palos del cante, llegando ahora 7 de enero al poco oído campesino cante de la Pajarona.

PAJARONA
En el año 1983 en la localidad de la campiña cordobesa de Bujalance, un grupo de aficionados fundaron la conocida Peña Flamenca “La Pajarona", con el objetivo comentarían en su momento estos buenos aficionados, era y es resaltar los cantes nuestros y rescatar casi del olvido los, para muchos,  desconocidos cantes camperos y entre ellos este destacado estilo tan propio de los campos Andaluces, sobre todo de lo momentos de labor de la campiña de Córdoba.

        
                  

Es pues La Pajarona un cante campesino por excelencia y propio por lo tanto de esta comarca, pudiéndose aseverar que Bujalance es cuna y defensora del mismo.
Cuentan los más antiguos del lugar que este cante, a palo seco, esto es sin acompañamiento alguno de la guitarra y cuya estrofa corresponde al de una seguidilla, forma parte de los llamados también cantes de besana o de gañanes y que se solía hacer mientras los campesinos araban con los mulos o bueyes en esa dura jornada campera de sol a sol.


                    Aperaor que buey echo
  en la laera,
              Echa el torito negro
              y la vaca Navajera.
                 Como soy pajaritero
          te traigo un tordo
           con las alas caídas
     y el pico romo.



La estrofa que se canta de corrido consta de cuatro versos de cinco y seis sílabas, con la repetición al final de los dos primeros tercios, aunque algunas veces se  sirven como apoyo del último verso o tercio de la copla para completarla.

          Aperaor de bueyes
larga besana
                 que lleguen los repuntes
a tu ventana. 
           Con la luna de enero
  te he comparao
                que es la luna más clara
  que tiene el año.