viernes, 25 de octubre de 2013


            ENTREGA Nº 50      26  DE OCTUBRE DE 2013 
                           
                   JEREZ (La fragua del Cante V)


            Según nos dice uno de los mejores estudiosos como es José Manuel Caballero Bonald  entorno al final de XVIII y principio del XIX,  se van a marcar los pasos evolutivos de unas especies de tonás a las primitivas siguiriyas,  y va a ser Jerez uno de los principales núcleos para que aparecieran esos primeros tercios de toná,  que con la incorporación de la guitarra fueran fraguando los primeros estilos siguiriyeros. 

         Al principio,  y también en palabras del propio escritor jerezano, vivía casi oculta sin apenas traspasar las fronteras del clan gitano donde se creara. Pertenecía a  ese ritual privado del mundo calé, a esa especie de código más o menos inventado  y secreto de la raza,  pocas personas podían acceder a ese mundo  tan  expresivo que malviviera en la intimidad doméstica y que todavía no hubiera recibido el nombre como flamenco

         Es pues en esta fecha de  final del XVIII y principio del XIX  cuando la siguiriya va saliendo a la luz y reestructurándose estilísticamente,  engrandeciéndose  a la vez con artistas jerezanos que durante el siglo XIX  fueron creando escuelas como:

         EL LOCO MATEO,  creador de unas  siguiriyas  musicalmente conocida como de las más  puras y ricas en melismas, sus tercios son  todavía  interpretados por los buenos aficionados que se enorgullecen de seguir la escuela  de  Mateo  de las Heras Carrasco Vargas,  pues éste era su verdadero nombre,  nació en la calle Marqués de Cádiz, del Barrio de Santiago, el 2 de febrero de 1839.

         Según el historiador e investigador  jerezano Juan Manuel Barbadillo,  El Loco Mateo hizo sus pinitos en el arte de Cúchares y así lo atestiguan varios artículos de revistas taurinas de la época, como  El Toreo,  participando según crónica de la citada revista en una novillada celebrada en Málaga el 15 de diciembre de 1878.


         El cante de  este temperamental (de ahí su nombre artístico) maestro jerezano, fue escuchado no solo en las íntima reuniones de cabales sino en los  café cantantes que empezaron a proliferar por la comarca.

         DIEGO EL MARRURO, tal vez unos de los grandes siguiriyeros que más influyó en el genial Manuel Torre, de nombre Diego López no sólo destacó por sus creaciones de siguiriyas sino también por una personal Malagueña, al Marruro se le debe la evolución de los tangos en tientos,
        
                                               Si acaso me muero,
                                               pago con la vida
                                               Y no sabía ningún cirujano,
                                               del mal que moría.

          Esta siguiriya también se le atribuye a otro cantaor de la época llamado Antonio Monje “El Marruro”
                                     
         SEÑÓ MANUEL MOLINA conocido de esta manera por ser una persona muy respetada que ayudó a muchísimas manifestaciones de cante, nació en el año 1822 y además de gran cantaor gozó de una muy buena posición social.
                           
                                      Siempre por los rincones
                                      te encuentro llorando,
                                      que yo no tenga libertad en la vida
                                      si te doy mal pago.
        
                                     

          Los cantes de   Manuel Molina  han llegado hasta la actualidad gracias a Antonio Chacón,  Manuel Torre o Pastora Pavón quienes   engrandecieron con su personalidad  las siguiriyas creadas por este legendario maestro.



CURRO FRIJONES,
 Si el cante por siguiriya sitúa a Jerez como ciudad madre de un estilo inconfundible, propio, genuino y con una pléyade de cantaores que a lo largo de la historia flamenca ha hecho identificar a Jerez con el cante por siguiriya, no se puede decir lo mismo del cante por soleá, aunque hay que hacer mención de este flamenco e  ilustre estilo, a nombres como Manuel Torre y Juaniquín,  gitano éste último que vivía en una choza cerca de Lebrija y Utrera y a donde iban a escuchar esa soleá, brava, rústica con la característica belleza campera como dice José Blas Vega.


                                     "Ponte donde yo te vea
                                       que tú le das gusto a mi cuerpo
                                       aunque otra cosa no sea."

         A pesar de los nombres ya dichos y de las características o los estilos personales que a este cante le pudieran dar, si alguien destaca en Jerez en los cantes por soleá es, sin duda, Antonio Vargas "Frijones" con su estilo de tercios muy ligados; cantaor preferido por el maestro Chacón quien cada vez que volvía a Jerez tras largas temporadas artísticas,  gustaba de reunirse con un grupo de amigos y cantaores, no olvidándose nunca  de llamar a Frijones, para que le cantara sus soleares famosas.
  Los cantes por soleá  así como los tangos que creara este carnicero  y cantaor fueron  más tarde interpretados por cantaores tan importantes como: El Borrico, Tía Anica la Piriñaca, Fernando Terremoto, Caracol, etc...

                                      "Mi pena y tu pena son dos penas.
                                        Válgame un debé del cielo
                                        quiero morirme con ella."




viernes, 18 de octubre de 2013

ENTREGA Nº 49      19  DE OCTUBRE DE 2013 
                           

                   JEREZ( La fragua del Cante IV)


         En cierta ocasión Juan Moneo Lara, el Torta, comentó que “artistas” hay muchos pero que en el flamenco primero hay que ser aficionado y después cantaor.

         Estando de acuerdo con el comentario,  habría que añadir  a esos buenísimos tocaores ,  bailaores  y por supuesto, sin olvidar a esas mujeres  tan  grandes, como las que  han salido de  esta tierra tan flamenca,  pues en Jerez, el  numero de aficionadas luego, según el  Torta, cantaoras,  bailaoras…son innumerables.

         El listado de figuras jerezanas en nuestro arte sigue aumentando en un sin parar, ¿Qué tendrá esta zona? Y ¿ qué se produce en este rincón para no cesar de parir nombres y nombres que agrandan  este amplio  catálogo  de personalidades de lo jondo?

         Se ha escrito con anterioridad  como  los  Paulas, Chicharrones, Vargas, Sotos, Junqueras, Zambos, Carrascos, Agujetas, Moneos, Carpios, Marruros, Moraos, Méndez…. o   los Tío Luis El Cautivo, Tía María La Jaca, Tío Vicente Macarrón, Juanelo y el señor Manuel Molina, han engrandecido a esta flamenca ciudad,  a esta CAPITAL DEL CANTE,  pero en estas líneas solo se intenta dar una pinceladas sobre algunas de estas célebres figuras,  de Manuel Torre como dueño de los sonido negros  o del estudioso y enciclopedista  D. Antonio Chacón,  de  Tía Anica la que cuando canta a gusto le sabe la boca a sangre, del compás de  Javier Molina,  de los Moraos,  Parrilla,  Cepero, Periquín o del baile de la Chicharrona, de la zaga de  Tía Juana la del Pipa, de la Macarrona…..en fin  un sin acabar,  y es que en Jerez como en el firmamento,  sus estrellas no se pueden contar,  por eso es sencillamente muy fácil que los lectores discrepen porque falta este o aquel cantaor o cantaora o tal guitarrista o bailaor, bailaora….Y es que es ésto,  unas pinceladas para hacer recordar a Jerez, “La fragua del cante”.


            De  entre los primeros que existen noticias y ya por la segunda mitad del siglo XVIII, encontramos a:

         Tío Luis el de la Juliana  autor de algunos estilos de tonás como la toná-liviana, la del Cristo o la de los Pajaritos. El de la Giliana como  escribiría Juan de la Plata fue un hombre envuelto en misterios,  este viejo aguaor, muy reconocido por Demófilo a través de Juanelo,  trasmitió  todo su magisterio al cantaor puertorrealeño Francisco Ortega Vargas “El Fillo”.

                                     
         Otra figura importante y de la misma época que el de la Juliana (final del siglo XVIII) fue  Perico Cantoral, tal vez de los primeros siguiriyeros.
         De él se dice que fue el primer cantaor profesional,  haciendo referencia de Tío Perico Cantora  José Cadalso en sus Cartas Marruecas (1793) . Fue  suegro de Tío Vicente Macarrón  y raíz de la  saga flamenca de Manuel Torre.




         Vicente Vargas "Macarrón" nació en 1759 y  según el padrón de los gitanos (gracias a los trabajos del flamencólogo jerezano Juan de la Plata), este herrero casado con  Rafaela Cantoral (hija de Tío Perico Cantoral), vivió a las afueras de ” la Ciudad de los Gitanos” (como diría Federico García Lorca) concretamente  en la Puerta de Rota por  el camino hacia Sanlúcar de Barrameda.

         Junto a Tío Vicente encontramos a su hermano Juan el Macarrón, también buen cantaor de siguiriya aunque según muchos estudiosos estas siguiriyas llamadas siguiriyas gitana estaban emparentadas con las tonás pues por esta época final del siglo XVIII y principio del XIX, todavía no hay constancia de lo que conocemos como  cante por siguiriya, siendo estos estilos de Cantoral o de lo hermanos Vargas tal vez iniciadores de tan profundo cante.
         Además de estos primitivos creadores encontramos también a Tío Luis el Cautivo, gran intérprete de toná y Tía María la Jaca.






































viernes, 11 de octubre de 2013

ENTREGA Nº 48      12  DE OCTUBRE DE 2013 
                           

                   JEREZ (La fragua del Cante III)


           Otra  gran creación, sin duda la más jerezana, el cante jerezano por excelencia es la bulería, que no aparece hasta mediado del siglo XIX. Parece ser que gracias a los jerezanos del barrio de Santiago concretamente de las calles Nueva y Cantarería, apuntando con más exactitud Ricardo Molina que uno de estos jerezanos probablemente el primero fuera "el loco Mateo" quien inició esos cambios en el estribillo con el que normalmente se remata la soleá dando lugar a lo que en un principio sería "soleá por bulería o bulería por soleá" de cuya variante tras un cambio de ritmo, una aceleración del compás para su adaptación más viva al baile, nacería el cante por bulerías concebida esencialmente como cante festero y bailable.
    


          

Su origen etimológico se basa en dos teorías cada una de ellas defendidas por distintos estudiosos y así Blas Vega y Caballero Bonald dicen que la palabra Bulería viene del vocablo "Burlería" que significa: burla , engaño y que tras sufrir la lógica deformación gitana, da lugar al vocablo conocido como Bulería. Sin embargo Ricardo Molina rechaza categóricamente esta hipótesis afirmando: "....las primitivas manifestaciones de las   bulerías  son todo   menos  burlas, engaños  o  dar  " gato por liebre ": su pureza, su gracia, su sencillez son algo serio."



Continúa más adelante en su OBRA FLAMENCA Ricardo Molina  defendiendo la teoría  de que la palabra Bulería tuviese relación con "Bolería " que viene de "Bolero" y podría haber designado a cualquier cante para bailar ."....El bolero fue un baile español cien por cien popular en el siglo XIX. Decir que un cante es bolero equivale a proclamarlo bailable, siendo el bolero el baile por antonomasia. Entonces no parece ningún desatino pensar que se dijere entre el pueblo…”Vamos a cantar por Bolerías”, en vez de decir por baile o para bailar. Ahora bien, de Bolería a Bulería la transición es espontánea. Del mismo modo que el nombre de Joaquín se ha trasformado en Juaquín en boca del pueblo, Bolería de Bolero se cambiaría a Bulería."

El hecho ya demostrado (algunos defienden la teoría nada desdeñable que al ser un cante festero pudiera venir del primitivo jaleo) de su origen de la soleá con la diferencia del compás más acelerado, nos hace ver como la métrica de sus coplas es idéntica, siendo sus letras generalmente intranscendente, jocosa, rebosante de gracia y picaresca.

Aunque al compás de Bulería  los buenos buleaeros meten cualquier forma estrófica con gran  facilidad, hasta las más extrañas melodías, se  admiten  en su son  pues como dice José Carlos de Luna:





         "... Todos los cantares por regionales que sean o por ultrapirináicos que parezcan encajan en el cante por Bulerías que se asemeja a un formidable embudo de enorme campana, que recibe todas las dádivas musicales que quieran arrojar a su voracidad y que las dejan ir hiladas y luminosas, acompasadas y borrachas de alegría."


                                               " Cuando llegará el domingo
                                                  se recogerán las cabras
                                                  que no tengan domicilio ".

                                               " Que a mí se me importa poco
                                                  que un pájaro en la alameda
                                                  pase de un árbol a otro ".

                                               " Dios mío dame paciencia
                                                  pa aguantar a esta gitana
                                                  me falta la resistencia ".

                                                "Tiro piedras a la calle
                                                  y al que le dé que perdone.
                                                  Tengo la cabeza loca
                                                  de tantas cavilaciones ".
                                      
Aunque encontramos una amplísima gama de Bulerías pues éstas como ha quedado indicado admiten toda clase de innovaciones, se puede hablar de dos grupos o dos principales vertientes: La Bulería propiamente dicha como Bulería Festera o para el baile y la Bulería para cantar también llamada Bulería al golpe, cuya modalidad más definida es la ya citada Bulería por soleá o Soleá por bulería. 


Geográficamente cabría distinguir tres núcleos: Sevilla (Utrera, Alcalá, Lebrija) Cádiz y Jerez aunque el hecho de la fácil comunicación hace que tanto en un lugar como en otro se produzcan corrientes de influjos mutuos y a lo más poder distinguir la de Jerez como más corta, más flamenca y la de Cádiz con su típico embrujo y diferencia musical, su característico estribillo aunque esto ya más moderno: " Con el caray, caray...."

                                  
                                                " Tus penas con mis penas,
                                                   vayan estas horitas malas
                                                   por las que he tenío buenas.

                                                   Pajaritos jilgueros,
                                                 ¿que habéis comío?
                                                  Sopita de la olla
                                                   y agua del río. "
                                                 (Bulerías de Jerez)










viernes, 4 de octubre de 2013

JEREZ (La fragua del Cante II)


        
ENTREGA Nº 47      5 DE OCTUBRE DE 2013 
                           

                   JEREZ( La fragua del Cante II)

 Como sucede en Cádiz y en Sevilla, Jerez no sólo es un pilar funda mental en la creación del flamenco sino que forma con sus artistas toda una escuela en cantes como la comentada toná,  la soleá o  sus rancias y jondas siguiriyas         

Tal vez con la siguiriya encontramos a Jerez como la escuela más innovadora que ninguna, aunque frenado en su impulso por la cercana Triana.  De Jerez se puede decir que está considerada como todo en cante por siguiriya, no en vano es la  madre de los últimos grandes maestros que van desde el primitivo siguiriyero Manuel Molina (siglo XIX), pasando por Manuel Torre, sin olvidarnos de Chacón o los estilos "nuevos y modernos" del Marruro y de Paco la Luz.

El Loco Mateo, también durante el siglo XIX, fue otro gran maestro de este portentoso cante al igual que su hermana y sus dos excelentes discípulos el Chato de Jerez y Carito. Al final del siglo XIX y principio del XX destaca otro gran cantaor como fue Antonio Vargas (Frijones).

En el último tercio del siglo XX encontramos cantaores siguiriyeros que conserva los cánones primitivos de Jerez,  Manuel de los Santos Agujeta y no pudiendo olvidarnos del heredero de los sonidos negros de Manuel Torre como fue Fernando Terremoto, fallecido el 6-11-1981, con su voz redonda, rota hasta afillá, quemado en el fuego de su propio cante.




De la familia del Sordera (los Sotos) encontramos a buenos cantaores como el mismo Sordera (Manuel Soto) y su sobrino José Mercé (José Soto Soto). No hay que olvidar que el mismísimo Manuel Torre se llamaba Manuel Soto Loreto, lo que dice mucho de la descendencia de este sobrino del Sordera, considerado por algunos como uno de los grandes maestros en la actualidad.

Las letras de las siguiriyas recuerdan las sentencias y penalidades que el pueblo gitano ha ido padeciendo, lo trágico de su vida, puros sentimientos de dolor y amor.
                                 

                                                  Siempre por los rincones
                                        te encuentro llorando.
                                        que yo no tenga libertá en mi vía
                                        si te doy mal pago.
          (siguiriya de Manuel Molina)

                                   




Si el cante por siguiriya sitúa a Jerez como ciudad madre de un estilo inconfundible, propio, genuino y con una pléyade de cantaores que a lo largo de la historia flamenca ha hecho identificar a Jerez con el cante por este palo añejo del flamenco, no se puede decir lo mismo del cante por soleá, aunque hay que hacer mención a nombres de ilustres estilos de este último palo, nombres como Manuel Torre y Juaniquín, gitano éste último que vivía en una choza cerca de Lebrija y Utrera y a donde iban a escuchar ese estilo de soleá, brava, rústica con la característica belleza campera como dice José Blas Vega.


                                               "Ponte donde yo te vea
                                                 que tú le das gusto a mi cuerpo
                                                 aunque otra cosa no sea."

                            A pesar de los nombres ya dichos y de las características o los estilos personales que a este cante le pudieran dar, si alguien destaca en Jerez en los cantes por soleá es, sin duda, Antonio Vargas "Frijones" con su estilo de tercios muy ligados; cantaor preferido por Don Antonio Chacón, sus cantes por soleá fueron más tarde interpretados por cantaores tan importantes como: El Borrico, Tía Anica la Piriñaca, Fernando Terremoto…


Aunque no forme una escuela concreta, pero al tener cantaores cercanos a estas ciudades y estos estilos parecidos se pueden agrupar aquí cantes y cantaores de lugar cercano y en su camino a Triana como son Utrera y Lebrija y así encontramos a Mercedes Fernández "La Serneta", que nació en Jerez y murió en 1.912 en Utrera y dejó esos cantes por soleá para que más tarde lo realzara Fernanda de Utrera que, con su hermana Bernarda, son las verdaderas celosas guardianas de la pureza de estos cantes. En Lebrija encontramos a la familia de los Peña (La Perrata como madre de estos estilos añejos de soleá).

Gracias a variados trabajos, encontramos  en la corta historia escrita del flamenco a grandes cantaores que, bien los estilos ya dichos de Frijones o del Choza, otro gran solearero jerezano, bien los de Utrera o Lebrija, han marcado época y no han perdido vigencia, ya que fueron interpretados por todos los grandes como: Juan Breva, Chacón, Vallejo, Pastora Pavón, Tomás Pavón y el mencionado Manuel Torre, sin olvidar al Borrico, Pepe El Culata, Pepe el de la Matrona, Antonio Mairena...

                                               
                                              
¡Que amargas son mis comías!
                                               que limoncito por la mañana
                                                y limones al medio día.
                                               (de Juaniquín)

                                               Se lo peí esta mañana
                                               al Señó del Baratillo,
                                               que me quiera esta gitana.
                                               (de Frijones)

                                               Te voy a sacar del convento
                                               pa que tú no sufras por mí
                                               y te vas a venir conmigo
                                               adonde yo quiera vivir.
                                               (de El Chozas de Jerez)