jueves, 28 de marzo de 2013


ENTREGA Nº 20       28  DE MARZO DE 2013




                            ESTILOS DE LA SAETA

         Referente a los distintos estilos de interpretar la Saeta hay que volver también a esos hipotéticos orígenes, pues antes de que al principio del siglo XX bien el Cojo de Málaga, Centeno o Chacón aflamencaran estas letras de pasión, agonía y muerte del Cristo, aparecen las emanadas directamente de aquellos Rosarios de la Aurora introducidos  por Fray Pedro de Ulloa o las penetrantes de los frailes Capuchinos como las de Fray Diego José de Cádiz quién escribió cinco en total y que fueron conocidas como MISERERE, las del Pecado Mortal cantadas de madrugá y como las anteriores por frailes, Saetas del Prendimiento que se cantaban en Cabra y que consistían en intercalar fragmentos cantado en las ceremonias populares durante la Semana Santa.
         Entre los años 1.800 y 1.840, la Saeta va dejando de ser un canto exclusivo de los monjes Capuchinos o Franciscanos para ir poco a poco a convertirse en un canto del pueblo aunque todavía sin las matizaciones del flamenco pues estas primitivas Saetas populares tenían formas sencillas,  livianas y tal vez musicalmente  pobre en su ejecución.

                  

         Eran Saetas autóctonas de distintas comarcas andaluzas llamadas: La Saeta Vieja de Córdoba, Las Cuarteleras de Puente Genil, La Samaritana de Castro del Río, La Saeta Vieja de Arcos, Las Marcheneras ...
            Sobre estas últimas de la localidad de Marchena encontramos serias opiniones que nos afirman de que fue un epicentro saetero donde factores   históricos, sociales, musicales o religiosos aseguran a Marchena como cuna saetera y  así tenemos  las Cuartas de Nuestro Padre Jesús de Nazareno, del Dulce Nombre de Jesús, Del Señor de la Humildad y Paciencia o Carceleras de la soledad ( todas basadas en coplas de cuatro versos),  las Quintas y Sextas del Cristo de San Pedro de la Hermandad del Santísimo Cristo de San Pedro y María Santísima de las Angustias, formadas por estrofas de cinco o seis versos cada saeta. Todas creadas por los propios hermanos de las distintas cofradías.

         Cuando la Saeta nos viene al flamenco lo hace emparentándolas con los palos más duros y jondo que pudieran existir en la nomenclatura de nuestros cantes, y así encontramos en la escuela trianera y sevillana los más puros estilos de saeta por Tonás o Martinetes como por ejemplo  la Saeta y Toná del Cristo mientras que desde Jerez aparece con claros melismas siguiriyero de ahí la Saeta por Siguiriya genuina de la escuela jerezana como la interpretada por El Niño Gloria, su hermana la Pompi o el mismísimo Manuel Torre.



                            Pilatos te condenó
                            ante el pueblo soberano.
                            Han pasado veinte siglos,
                            Y otros se lavan las manos.

          No se puede olvidar otros estilos flamencos de Saetas más personales como los interpretados, entre otros por Marchena, Valderrama, Antoñita Moreno con unas maneras propias de los años cincuenta  cuando los matices de las saetas se realizan a través de alargar los tercios en demasía, no exentos de gorgorismos  y perdiendo en jondura, aunque sin perder el sentido de lamento sentencioso de sus letras. Lógico pues coincidían con la época de la ópera flamenca.

             LAS LETRAS DE LA SAETA

         El cómputo de las letras de Saetas que conocemos está afortunadamente alterado pues cada año nacen nuevas Saetas con ligeras, a veces, variaciones sobre el mismo tema. La calidad de la Saeta puede llegar incluso el rango de consumada obra de arte, pero al ser cantada esta oración de forma espontánea al paso de alguna imagen procesional, esa calidad no es imprescindible.

Suelen evocar las Saetas en sus letras algún momento de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, del dolor de la Virgen, o bien pedir alguna gracia.

                            Tú que penas, tú que sufres,
                            Virgen de la Soledad,
                            te pido para mis males
                            pan, trabajo y libertad.

También encontramos muchas letras en las que predominan el piropo hacia algunas de las imágenes de los tronos procesionales, o sobre algún detalle que “el poeta” quiera destacar, cosa comprensiblemente fácil para la conocida imaginación del pueblo andaluz.

                            Tienes del color moreno
                            tu carita de azucena,
                            y tienes tan blanca el alma
                            como negras son tus penas.
                  







jueves, 21 de marzo de 2013


  ENTREGA Nº 19       21  DE MARZO DE 2013

                                               LA SAETA

            La Saeta es la genuina voz de nuestra Semana Santa o bien como nos dice Alfredo Arrebola:”la saeta es el corazón del pueblo andaluz, aguijoneado por el dolor divino, del que brotan lágrimas que transformadas en dardos fulgurantes, se hacen coplas.”

En nuestro rincón, en el solar andaluz, en la Baja Andalucía. Porque la saeta flamenca, porque nuestra saeta, nació aquí. Donde se fraguaron los jondos cantes que representa nuestra cultura, los profundos ecos flamencos que tanto nos hacen sentir. Porque  también es cuna de esta forma de sentir, de esta manera de rezar a undibé.
           Ahí están las afirmaciones por citar un ejemplo de Gabriel del Estal. Sobre los comentarios que en su día dijera Antonio Mairena. “En principio  del siglo (se refiere al pasado siglo XX) llegó a Sevilla una sencilla forma jerezana que se empezó a llamar Saeta por Siguiriyas, con tanta o más dificultad y duende que el mejor cante por Siguiriyas y, por los años treinta, el cante por saetas había llegado a ser de máxima altura de gran desarrollo.
                             "Como no tenían naita que hacerle
                                le escupen y le abofetean
                                y le coronan de espinas
                                y la sangre le chorrea
                               por su carita divina"

Es evidente que las saetas flamencas (pues varios son sus estilos) nos llega  tal vez bastante después de esas apariciones allá por los siglos XVI  y XVII cuando los Hermanos Reverendos Padres del Convento de Nuestro Padre San Francisco,  hacían por las calles sus estaciones del Vía Crucis cantando Saetas,  mientras perdonaban los pecados a todos los que quisieran.

De estas saetas,  lejos  de las actuales, no se conservan algún documento sonoro para poder explicar su musicalidad. Con el paso del tiempo y poco a poco a los andaluces nos van llegando esos sentidos versos a modo de flechazos y así  arriban al corazón de los flamencos quienes hacen que se vaya fraguando con el transcurso de décadas y décadas  y  con las aportaciones de las diferentes maneras, las distintas formas que en nuestro pueblo entendemos los rezos… porque  el pueblo flamenco lo entienden así con sus cantes.

           

      

             El cantar del Pueblo andaluz

                             Que todas las primaveras

                             Anda pidiendo escaleras

                             Para subir a la cruz.

           La Saeta es pues la expresión más religiosa de nuestro pueblo, su origen, a pesar de los muchísimos estudios realizados, sigue siendo una verdadera incógnita. La Real Academia de la Lengua define en el año 1.803 a la Saeta como Coplilla que suele cantarse en la Iglesia o en la calle, y hasta el año 1.918 es cuando aparecen las primeras saetas en el flamenco, según unos a través de la voz de Manuel Centeno, cuya saeta encontramos con tercios muy alargados, otros gracias a D. Antonio Chacón (tal vez por coincidir con las primeras grabaciones sonoras), incluso a Manuel Torre aunque hay quien opina que años antes ya se escuchaba estas oraciones flamencas a Enrique el Mellizo, al Cojo de Málaga y a la Niña Parra.
        
         Destacan también en esta etapa de esplendor La Serrana, Medina el Viejo, Pastora Pavón- La Niña de los Peines-, Manuel Vallejo y ¡cómo no! El Niño Gloria de cuya personalidad y forma de hacer los cantes han bebido muchos artistas de su época o de años posteriores, y claro no podía ser menos con la saeta a la que le imprimió eso sello suyo especial, esa estructura perfectamente flamenca y jerezana.

           Esta Sagita (dardo, flecha) es como un mensaje, una petición, una esperanza, una manifestación de arrepentimiento, de perdón, un rezo, una invocación en voz alta dirigida a la Virgen o al Cristo.

 En palabra de unos de nuestros mejores poetas como fue Federico  García Lorca  “... las Saetas son como flechas que atraviesan el corazón....”


                            Jesús que vas “ataíto”
                            con cordeles y desnudos,
                            dame un granito de fe,
                            para comprender el mundo.

           La Saeta como cante ha llegado a transformarse de tal modo que lo que  en principio fue una creación sin melodía, se ha convertido en uno de los cantes más bellos y sensibles.

         A lo largo de su historia, varios trabajos de investigación  nos aseveran que la Saeta ya la cantaban los cristianos recién conversos para aumentar la poca fe que la Iglesia puso en su cristiandad.

         Otros estudios nos explican que el origen de este cante-oración hay que buscarlo en los ALMUÉDANOS  de las mezquitas de Córdoba, Granada y Málaga.

         Por otra parte el flamencólogo José Carlos de Luna las derivas de los recitados y salmodias de los antiguos duelos, mientras que Fray Diego de Valencina nos indica que la Saeta fue creación de los frailes capuchinos de Andalucía quienes en un principio las utilizan en sus penitencias procesionales como remedio pues veían como se iba perdiendo su poder con la predicación y con estas Saetas Penetrantes hacían conmover los corazones más duros.

                            Jesús de la buena muerte
                            perdona nuestros pecados.
                            Si volviéramos a verte
                            serías crucificado,
                            ¡por los que dicen quererte!

                            ESTROFA Y MUSICA EN LA SAETA

         Una estrofa de cuatro o cinco versos con rima romanceada es la forma métrica que normalmente se emplea para la Saeta.

         Su Música no puede ser más conmovedora, su entonación grave, pausada, a veces lúgubre y casi monótona dejando como en suspenso la cadencia final y viendo en sus tonalidades reminiscencias de los cantes sinagogales de los judíos o como se indicara anteriormente de los almuédanos quienes desde su alminar llamaba a la oración a los fieles con cantos evocadores.

         Son pues desde esos primeros tiempos de la Andalucía musulmana a través de vivencias religiosa como entendemos a la Saeta y claro ha quedado por los muchos estudios realizados, que el pueblo andaluz por encima de todo,  es un pueblo eminentemente religioso.

 A los andaluces nos llegan los “sentíos” versos a modo de flechazos a través de los tiempos y así arriban también,  al corazón de los flamencos pues el cante flamenco como fenómeno abierto a todas las vivencias, no podía estar al margen de estas peticiones o quejas.



sábado, 16 de marzo de 2013


ENTREGA Nº 18       16  DE MARZO DE 2013
                                  
                             Geografía    Flamenca    El Flamenco en Jaén           

            Aunque como confirman todos los estudiosos de flamenco, el fraguado del cante se encuentra en el triángulo Morón Jerez Cádiz, también coinciden en afirmar que todas las provincias andaluzas, tienen sus cantes autóctonos y si nos remontamos a varios siglos, encontramos en Jaén ejemplos de bailes y cantes que sirvieron de fuentes de posteriores estilos.
            Existe la teoría de que muchos de nuestros palos flamencos pudieran derivar, tener su origen en el folclore, en el rico folclore andaluz y si de los primitivos compases de los verdiales sirvieron de fuentes a la gran variedad de cantes vernáculos malagueños, ¿Porqué no  pueden ser fuentes de posteriores estilos flamencos por citar algunos ejemplos, los Melenchones jiennenses o los Fandangos de Jódar?

            Algo parecido sucede con la Serrana, al menos en la forma particular de interpretarse en la sierra de Jaén, entre Andújar, La Carolina y Linares

            Y es que hay datos que sobre el siglo XIII ya se escucha unos romances cortos, cantados por los arrieros o los pastores y que siglos más tarde se oyeran por las ventas hasta que posteriormente, con el devenir de los tiempos, pudiera derivar en una peculiar forma de cantar Serranas, tal vez gracias a aportaciones posteriores de ilustres cantaores de nuestra historia como El Planeta, El Fillo o Silverio Franconetti
            Lo cierto es que Silverio estuvo unos meses en Navas de Tolosa y la Carolina, dónde aprendió este cante y lo utilizó para terminar algunos de sus estilos de siguiriya
            Otro estilo de cante autóctono de Jaén es la Gañana, cante propio de  muleros y gañanes de ahí su nombre. Este cante ha sido siempre interpretado por aficionados, desconociéndose alguna Gañana interpretada por profesionales, hablándose  de un tal Fleta (Ramón Molina) natural de Jódar.
            Cómo en otras muchas facetas de nuestro folclore, la cultura árabe y la cristiana, inciden decisivamente en que se crearan manifestaciones musicales también en Jaén quién además recibe influencias de las comarcas limítrofes, no obstante Jaén por su situación geográfica de alguna manera es un  umbral de Andalucía para La Mancha y para el Levante español
            Parece ser que en torno al año 1565 en la ciudad minera de Linares, sus hombres, la mayoría mineros de las minas de plomo solían entrar a la mina, provisto de su correspondiente carburo, cantando coplas de ocho sílabas dedicadas generalmente a las madres y a la Virgen. Aún no existen nombres sobre cantes flamencos y  estos versos se cantan como romance corto.
            Con el tiempo los mineros de esta zona, se trasladan a la Unión y empiezan a darle a estas coplas el nombre de Tarantas de Linares y de ahí tal vez emanaran cantes como Minera, Cartagenera, Murciana (Cantes de Levante).

             El Flamenco en Jaén ha contado siempre con una gran afición y de la que han surgido grandes personalidades y como ejemplos hay que reconocer a hombres y mujeres que ha dejado y dejan huellas por su  categoría flamenca, son los casos de:

            Luquita de Marchena, gran cantaor amigo de Pepe Pinto, Vallejo o Valderrama con quienes compartió cartel por toda Andalucía. Se casó en 1933 con La Niña de la Puebla y fruto de su unión nacieron Pepe y Adelfa Soto. Destacó Luquita en cantes como la taranta de Linares o en los fandangos a los que imprimió un sello especial gracias a lo melodioso de su voz.

             Rafael Romero conocido como el gallina, gitano de pura cepa y como él mismo decía gracias Dios, gran conocedor de los más jondos y diversos estilos, un verdadero sabio del flamenco,  aprendió todo en el seno de su familia, empezó a cantar muy joven acompañando a su padre por las distintas ferias de la comarca jiennense, también joven marcho a Sevilla donde siguió aprendiendo de La Niña los peines, Tomás Pavón pero quién más le influyó fue Manuel Torre.

             Juanito Valderrama, tal vez el artista flamenco jiennense más conocido, conocedor de todos los palos de flamencos, creador de adaptaciones de la copla al cine.

             La Niña Linares de nombre Petra García,  a los doce años debutó  en Madrid en el restaurante casa Juan, alternando con Carmen Espinosa (su madre), El Canario de Colmenar, Manuel Vallejo, Pepe Marchena y otras figuras de la época.

            Rosario López, se crió en el Teatro Cervantes dónde su padre era músico, aficionándose a todo tipo de música pero cuando entró en contacto con  Rafael Romero, "El Gallina",  supo claro que lo suyo era el Cante Flamenco. La Niña de los Peines y sus cantes influirían también en la conformación de su estilo.

            Carmen Linares, Hija del guitarrista aficionado Antonio Pacheco Segura. Se inicia desde muy niña en su ciudad natal en reuniones íntimas. Desde 1965 reside en Madrid, donde empieza a frecuentar las peñas flamencas y sus primeras actuaciones en público tienen lugar en Biarritz (Francia), formando parte de un elenco dirigido por el tocaor Manolo El Sevillano. Esta cantaora tal vez sea una de las voces más flamenca que tenemos actualmente, gran dominadora de todos los palos flamencos, capaz de recuperar más de veintisiete estilos distintos, ha ido avanzando en sus conocimientos paso a paso hasta convertirse en la cantaora más enciclopedista después de Pastora Pavón.

           


viernes, 8 de marzo de 2013


ENTREGA   Nº 17          9  DE MARZO DE 2013

Geografía    Flamenca      (Por Huelva  y  4 )       Fandangos del Litoral




También llamados fronterizos, son los fandangos salvo el de la isla del Guadalquivir, propios de la capital. De estos estilos sólo se conocen cinco o seis aunque de autores anónimos. Dos son de corte bailable y el resto para escuchar, influido no obstante por la personalidad del cantaor que lo interprete.
                                      
Pero  al mencionar  los fandangos del litoral hay que hacer referencia a los de creación personal por los propios artistas locales que empiezan a surgir a partir de la época de prosperidad en las minas y  de entre los que destacan:

 - Francisco Barrera García apodado "Paco Isidro"  autor de no menos de cinco fandangos personales aunque de corte casi anónimo con una creación fandanguera de gusto sumamente depurado y popular, gracias a los quiebros inimitables y al timbre de su voz. De él se ha llegado a decir que es la figura más representativa de los cantaores de fandango de Huelva. Fue el que más (tenía más de doscientas letras distintas de fandango) y mejor ha divulgado el estilo entre los grandes públicos.

           
  - Antonio Rengel quién cogió fama de gran cantaor no sólo de fandangos sino también de serrana, desde sus primeras grabaciones. Este cantaor nacido en l.904 y autor de un estilo personalísimo de fandango  fronterizo alternó en algunos espectáculos con el mismísimo Don Antonio Chacón. Para muchos aficionados el fandango de Rengel es el más importante de los de Huelva.
                                     
 - José Rebollo con un estilo de fandango que serviría más tarde como base de muchos fandangos sin compás, aunque este cantaor de Moguer algunas veces lo interpretara con el claro compás de Huelva.

            



                  
 Además se pueden citar como fandangos de litoral los creados por otros cantaores como el del Niño León, el del Comía (con sones de soleá), el de Pepe el de la Nora creado a partir de de Cañitas, el del Cojo de Huelva, los dos de Eufrasio o el de Joselito el de la Nena que junto con los tres creado por el Pali, Antonio Toscano y María la de la Colina, representan lo más importante de los fandangos de esta zona onubense.

                                       "Me puse a pintar tu cara
                                         con mis mejores pinceles,
                                         fue tan grande tu hermosura
                                         que de rosas y claveles
                                         tuve que hacer la pintura."
                                        (Fandango de Huelva de José Rebollo)
                                       "Por ser tan mala mujer
                                         lástima me da de tí,
                                         mis ojos te van a ver
                                         de puerta en puerta pedir
                                         y nadie te va a socorrer."
                                               (Fandango de Huelva de Antonio Rengel)
                                       "Yo ya no vendo mi jaca
                                         porque es un capricho mío,
                                         que yo la quiero tener
                                         pa lucirla en el Rocío
                                         con una buena mujer."
                                                 (Fandango de Huelva de Paco Isidro)

Paralelamente a los comentarios sobre los distintos estilos de fandangos de Huelva  hay que hacer un especial apartado para un cantaor alosnero que está considerado como uno de los más legítimos artífices de los fandangos de Huelva: Paco Toronjo.

4º.- Fandango de Pepe el de la Nora


                             
De la figura de este bravo cantaor en un principio haciendo pareja con su hermano, Pepe se ha dicho  cosas como  de que es capaz de empalmar las madrugadas sin que cese el cante  (José Luis Ortiz Nuevo), que tiene el eco valiente decidido y ponderado de Marcos Jiménez o el estilo castizo y depurado de los cantes añejos de El Acalmao (Juan Gómez Hiraldo). Se ha dicho de Francisco Gómez "Paco Toronjo" todo lo que de un cantaor fuera de lo común se puede decir. Hay hoy en día muy buenos artistas que interpretan estos fandangos, pero ninguno le da ese "dejillo" como el alosnero Paco Toronjo, el mejor intérprete de toda esta abundantísima gama de fandangos.



domingo, 3 de marzo de 2013


ENTREGA Nº 16     2  DE MARZO DE 2013

Geografía    Flamenca    (Por Huelva -3- )         Fandangos del Andévalo


Los fandangos de esta zona son menos bailables que los del litoral y con un sonido diferente a los del interior. Son los fandangos de pueblos como Valverde, Puebla de Guzmán …, Pero de entre todos estos pueblos con fandangos del Andévalo destaca en particular una pequeña villa minera de apenas cinco mil habitantes llena de hondos sabores y cuna de los más firmes valores de estos estilos: ALOSNO.
                               
Los fandangos del Alosno representan la tercera parte de todos los fandangos de Huelva, tienen sus tercios más largos, recargados de melismas con gran individualismo en sus sentimientos y en sus letras, pudiéndose establecer entre ellos tres grupos que pudiera obedecer a
                                    

-Por sus características peculiares se destacan los seis fandangos más conocidos como, El Cané de Alosno que suele cantarse a coro, el fandango-toná de Alosno, cantado a veces como si de una temporera se tratara, el fandango del Alba de el Alosno de forma parecida en su empiezo a la malagueña de El Canario, El fandango valiente de el Alosno y el fandango valiente "Reoblao", junto con otro fandango del Alosno recientemente grabado por El Cabrero
                                      
-Fandangos de Alosno personales, son los que se conocen por su autor correspondiente que le ha imprimido su sello particular. Son doce pero algunos de ellos afirman que la autoría de su fandango se debe a Marcos Jiménez figura histórica y auténtico rey del fandango alosnero a quien se le debe el engrandecimiento de estos estilos.
                         
-Fandangos de la emigración, llamado así por ser los fandangos originados en reuniones de alosnero lejos de su villa como los dos que en la calle Galera de Sevilla surgieron tomando copas entre varios vecinos de Alosno o los difundidos como dice José Blas Vega por muchas regiones de España a través de  los  alosneros dedicados a la recaudación de los consumos.
                                   
  
Cercanos a los estilos alosneros encontramos otros fandangos como los del Paymogo o los de la Puebla de Guzmán aunque algunos le dan autoría alosnera a la cuna de estos fandangos como al de Tharsis pedanía de las afueras de Alosno con un fandango muy antiguo con una especie de estribillo al final, fandango éste discutido en su origen por bastante tratadistas del tema.
                                      
Otros estilos de fandangos lo encontramos en el Cerro del Andévalo con tres diferentes, uno llamado de los Montes de San Benito y dos llamados urbanos, cuatro hay en Valverde del Camino dos de autoría desconocida y dos de Gorito.
                                
      "Picote
                                         quiero vivir en el Picote
                                         porque me gusta el oír
                                         por la mañana temprano
                                         el cante de la perdiz
                                         en lo alto el romerano."
                                        (Fandango Cané de Alosno)
                                       "Yo soy de Alosno, señores,
                                         y lo tengo muy a gala;
                                         en todas las reuniones
                                         mi fandango es el que gana:
                                         ¡se acaban las discusiones!”
                                         (Fandango de El Alosno)
                                       "Valverde de mi Valverde,
                                         Valverde de mi consuelo,
                                         quién estuviera en Valverde
                                         aunque durmiera en el suelo
                                         debajo de un pino verde."
                                        (Fandango de Valverde del Camino)        
                                       "Viva el Cerro que es mi tierra,
                                         San Benito es mi patria,
                                         viva la gente de El Cerro
                                         porque de El Cerro soy yo."
                                        (Fandango de El Cerro)



                                        "¿De quién será esa montura
                                           que confecciona Angelito?
                                           Es del hermano mayor
                                           de una hermandad rociera
                                           de Sanlúcar la Mayor."
                                          (Fandango de Paymogo)

                                       "Copa
                                         yo ya no voy ancá Marcos
                                         que Rafael tiene copas
                                         la Natividad planchando
                                         la Pastora medio loca
                                         y el primo Marcos rayando."
                                                 (Fandango de Manolito el Acalmao)

Este último fandango alosnero es un ejemplo de los doce que se conocen por la personalidad de sus autores.