miércoles, 22 de junio de 2016

23 de junio (Entrega nº 191) El Vito

El Vito



Aunque este estilo de cante y baile, no pudiera considerarse flamenco como tal, sí lo introducimos por aquello de su ritmo, de su lugar donde se populariza y por los cercanos compases que con algún momento flamenco se  encontrara.

Con este nombre aludimos al estilo de cante y baile coincidente por sus movimientos o ritmos al que realiza el que sufre la conocida enfermedad del mal San Vito  ya que se cuenta que al que padece este mal suele mostrar trances de mucho movimiento,  de no poder estar quieto y de ahí el dicho “parece que tienes el mal de Sal Vito”.

Sus letras, como consecuencia de lo armónico de su compás al 3por 8 son jocosas aunque en alguna ocasión aparecen coplas con cierta seriedad pero en general predominan las letras graciosas.

Con el vito vito viene
con el vito vito va.
Con el vito vito viene
con el vito vito va.
No me mires a la cara
que me pongo colorá.
Una cordobesa fue
a 
Sevilla a ver los toros
y a la mitad del camino
la cautivaron los moros.

Esta popular canción es tal vez la más conocida y utilizada tras la adaptación que a mediado del siglo XX realizara Fernando J. Obradors, ya que es en esta época cuando El Vito considera un baile de la por la comarca cordobesa pues no en vano es Córdoba la ciudad donde este bailable estilo se hace más popular.

El estudioso Manuel Medina nos habla de la popularidad de este baile gracias al auge que toma las alumnas de la Academia de Manuela Cazalla
 Hay una escuela de bailes
que no está en los escritos:
La de Maruja Cazalla,
renovadora del Vito





miércoles, 15 de junio de 2016

16 de junio de 2016 Entrega nº 190 (LA VIDALITA)




Vidalita
Con el nombre de Vidalita  nombramos a un palo del cante flamenco, que se encuadran en el llamado cantes de ida y vuelta ( al maestro Juanito Valderrama le gustaba llamarlo Cantes de vueltas), hermanos por lo tanto de La Guajira, La Milonga…, emparentados por  tanto  con el folclore sudamericano.

El origen y procedencia de la música hispanoamericana la encontramos en una canción popular típica zona argentina del Río der La Plata y del sur de la cordillera andina.
 A modo de estribillo se emplea la palabra de Vidalita mientras se desarrolla la canción netamente melancólica.

                                                El pensante me amoraste
                                               en lo mejor de mi vida,
                                               dejándome el alma herida
                                               y espinas en el corazón;
                                               sabiendo que te quería
                                               que vos eras mi alegría
                                               y mi sueño abrasador;
                                               para mí ya no hay consuelo,
                                               y por eso me encordelo,
                                               pa olvidarme de tu amor.


Quizá por su parecido con  la milonga ha sido  confundida  a menudo con este palo hermano pero el cante de la Vidalita tiene su personalidad aunque ha sido poco grabada por los grandes artistas, encontramos grabaciones de Manuel Vallejo con la letra que anteriormente  se indica.

 Según el estudioso José Blás Vega, fue Manuel Escacena el intérprete que popularizó  al igual que los otros estilos de ida y vuelta el cante de la Vidalita, su copla está  formada por estrofas de cuatro versos octosílabos con temas normalmente de desamor, desengaño y triste al igual que el ritmo lento de su música.

jueves, 9 de junio de 2016

"Viva Málaga la bella y vivan los Verdiales..." Entrega 189 ( 9 de junio de 2016)

Verdiales
Una amplia gama de formas y estilos se encuentra bajo el sobrenombre de los fandangos de Málaga, unos  con nombres locales como la Rondeña, otros los Verdiales, denominados por muchos como cantes malagueños vernáculos y las primitivas Malagueñas junto a las variantes que de ésta se hacen fuera de las fronteras de Málaga originándose una rica y amplia variedad de Malagueñas personales.

Se incluyen en este apartado  por derivar de ese primitivo Fandango local de Granada la Granaína y la Media Granaína sin que esto suponga que deriven de algún tipo de fandango malagueño. El criterio sólo es de zona geográfica.   


De Los Verdiales afirman los estudiosos que son quizá anteriores al nacimiento del cante flamenco y que nacido en la zona olivarera de su nombre, procede o es probablemente de origen arabigoandaluz y aunque participe por asimilación y afinidad en el amplio contenido del flamenco,  no lo hace con todas sus características, pues Los Verdiales se cantan para el baile y al compás con instrumento o conjuntos instrumentales llamados "panda" al son de violines, platillos, panderetas, castañuelas...etc., salvo casos excepcionales en el que han sido cantado al compás sólo de la guitarra por cantaores siguiendo la adaptación que divulgó Juan Breva.


                                                   “Salga el sol y alumbre
                                                    el campo y sus verdiales,
                                                    que el amor que yo te tengo
                                                   de las entrañas me sale."


Las letras de Los Verdiales son sencillas, alegres con un ritmo trepidante que en su monotonía denota un claro primitivismo.

Al igual que otros flamencólogos José Luque Navajas coincide en señalar la escasa evolución de Los Verdiales dentro del cante flamenco, manifestándose su tonalidad flamenca por la aportación de ciertos cantaores que se acostumbraron a rematar algunas Malagueñas con una determinada letra de Verdial.
                                       "Viva Málaga la bella
                                         y vivan los Verdiales,
                                         que cuando baila mi niña
                                         hasta el mismo sol que sale
                                         se va muriendo de envidia."
                                         (Verdial de los montes de Málaga)

                                      " La flor de la adelfa es
                                         la hermosura de tus ríos
                                         y tú eres la más hermosa
                                         que mis ojos han conocío. "
                                       (Verdial de Coín)



jueves, 2 de junio de 2016

Yo soy como aquel buen viejo... Entrega nº 188 La Toná (2-6-16)

Toná

En el grupo conocido también como cantes de fragua se incluyen:  Toná, Debla, Martinete, Carcelera, denominándose también a estos cantes como cantes del grupo de las tonás, ya que en un principio se llamaban "toná" (tonadas) a todos los cantares propios de las diferentes labores. En la actualidad y dentro del mundo del flamenco, la denominación de Toná sólo alcanza a los cantes procedentes de las tonadas de los herreros, conociéndose como formas de tonás a los palos antes mencionados.

Referente a la Toná propiamente dicha, hay tradiciones que dicen que existían 33 formas diferentes de ella, aunque otras teorías afirman que sólo existieron treinta y una, contándonos el padre de los Machado (D. Antonio Machado Álvarez) que sólo existían veintiséis. Lo verdaderamente cierto es que nadie puede afirmar que todas estas Tonás fuesen flamencas y mucho menos fragüeras.


Hoy en día sólo se conocen tres o cuatro perfectamente diferenciables, aunque cada cantaor por sus peculiaridades especiales aporte algo por su cuenta.

La Toná es un cante que necesita para cantarse grandes facultades sobre todo en las modulaciones de la voz, no obstante se trata del cante más sobrio y primario de todos los estilos del flamenco.

La temática en general de las Tonás suele ser de toda clase de sentimientos y pasiones, cargadas a veces de pesimismo,  sin olvidar lo anteriormente expresado de la carcelera.
                             "A nadie debo favores;
                                   yo nasí porque Dios quiso,
                                   a mí me parió mi mare
                                   porque le fue muy presiso."

La forma estrófica de la Toná es idéntica a todos los cantes de Fragua (Debla, Martinete o Carcelera) o sea, cuatro versos con rima asonante en los pares.

                          "Desvarío del sentío
                                   como esvarían los locos,
                                   si aún no he tirado piedras
                                   me ha faltaíto muy poco."


Una tradición normalmente admitida defiende que el primer cantaor conocido de tonás fue tío Luis el de la Juliana, quien creó, según cuentan flamencólogos de la talla de los anteriormente citados, varias clases de tonás, pudiendo ser la más característica la llamada toná "de los pajaritos" junto a la primitiva toná-liviana, la toná grande o la toná del Cristo.

Independientemente de las opiniones de Demófilo (Antonio Machado Álvarez) de que fueron veintiséis o de otros flamencólogos que nos dicen treinta y tres o treinta y una, Ramón Gómez de la Serna en 1.922 afirmó  también que fueron veintiséis, y entre ellas destacó cinco que, según el estudio realizado, no coinciden al menos con los mismos nombres, con respecto al trabajo del padre de los Machado y son la toná del tío Perico Mariano, la de la Túnica, la del Brujo, la de la Grajita y la Blas Barea, a las que se le puede añadir la de Perico el Pelao y Perico Frascola y la del Tío Rivas, localizándose, pues, 34 y que son las siguientes:

                         1ª.- Toná-liviana de Tío Luis el de la Juliana

                         2ª.- Toná grande de Tío Luis el de la Juliana

                         3ª.- Toná del Cristo de Tío Luis el de la Juliana

                         4ª.- Toná de los Pajaritos de Tío Luis el de la Juliana

                         5ª.- Toná de Tío Luis el Cautivo
                       
                         6ª.- Toná del Tío Rivas

                         7ª.- Toná del Cuadrillero

                         8ª.- Toná-liviana de Curro Pabla

                         9ª.- Toná-liviana de Juan El Cagón

                        10ª.- Toná-liviana de tía Salvaora

                        11ª.- Toná del Cerrojo de Diego el Picaor

                        12ª.- Toná de la Junquera

                              13ª.- Toná del Proita

                        14ª.- Toná del tío Mateo

                        15ª.- Toná coquinera de tío Manuel Furgante

                        16ª y 17ª.- Toná de Moya (que son dos)

                        18ª.- Toná del tío Manuel

                        19ª.- Toná de Maguriño

                        20ª.- Toná de Alonso Pantoja

                        21ª.- Toná de Juanelo

                        22ª.- Toná de Manuel Molina

                        23ª.- Toná de Perico Mariano

                        24ª.- Toná de Perico Frascola

                        25ª.- Toná de la Túnica

                        26ª.- Toná del Brujo

                        27ª.- Toná de la Grajita

                        28ª.- Toná de Perico el Pelao

29ª hasta la 33ª.- las llamadas por Juanelo de Jerez en 1.881 como Tonás  tristes

                        34ª.- Toná de Blas Barea

Además de los cantaores creadores o recreadores enumerados con su respectivo estilo de toná, la historia del flamenco está llena de buenos y grandes cantaores que dominaron estos palos fragüeros como fueron : los Pelaos, los Caganchos y los Puyas, Tomás Pavón, Antonio Chacón, Manuel Torre, Vallejo, Niña los Peines, Antonio Mairena, Pepe el Culata, Pepe el de la Matrona, Cojito Pavón, El Borrico de Jerez, destacando todavía cantaores que permanecen en el anonimato como José de los Reyes, el Negro del Puerto de Santa María o tío Juane de Jerez.

Otros cantaores actuales que cultivan algún estilo de toná son Agujeta de Jerez, Ramón Medrano de Sanlúcar, Gabriel Moreno y el granaíno Enrique Morente.

                                                LETRAS DE TONÁ.

           Yo soy como aquel buen viejo
            que está muerto en el camino;
      yo no me meto con naide,
         que naide se meta conmigo.

Yo no te obligo gitana
                   de que me cameles tú a la fuerza,
si no es de tu voluntá
               que hazlo como a tí te parezca.

No te rebeles serrana
         y aunque te mate tu gente,
        yo tengo hecho juramento
      de pagarte con la muerte.

Vinieron y me dijeron
               que tú había hablao mal de mí;
        mira mi buen pensamiento;
                                                                 que yo no lo creía en tí.