sábado, 28 de diciembre de 2013

Navidad III



 ENTREGA Nº 59      28 DE DICIEMBRE DE 2013 

NAVIDAD FLAMENCA -3-


De un tiempo reciente a esta parte se están realizando una gran labor de rescate de estos tradicionales villancicos flamenco, siendo de destacar el mérito de las peñas flamencas pues rara es la que no tiene un grupo más o menos modesto con su repertorio de villancicos locales al son de los compases flamencos. ¡Y cómo no!, una vez más Jerez de la Frontera tiene que destacar en esta labor de investigación y difusión de los cantes festeros de nuestra Navidad llevándose la palma con esos coros de familias flamencas como la del Parrilla de Jerez, con cantaores como El Mono, Tomasa "La Macanita", Curro de la Morena, Ángel Vargas o Manuel Soto "El Sordera" sin olvidarnos de la sin par familia de los Méndez con La Paquera de Jerez al frente, ni de los trabajos del Aula de la Cátedra de flamencología de Jerez, del Centro Andaluz de flamenco o las colaboraciones de entidades como la Caja de Ahorro de Jerez lanzadora de los trabajos de recuperación de estos cantares con ese ya famoso coro dirigido como se indica anteriormente por el guitarrista Parrilla de Jerez
 

                                          "En el cielo se alquilan balcones,
                                            para un casamiento que se va hacer
                                            que se casa la Virgen María,
                                            con el Patriarca señor San José."



Como varias veces se ha comentado Jerez de la Frontera es el mejor marco de una de las tradiciones culturales y musicales más propias de nuestro folclore, las zambombas. Desde el último tercio del siglo XVIII en los días previos a la celebración de la Navidad, vecinos y familiares se reúnen en los patios de las casas de vecinos o también en los corrales de las gañanías. En ellas se forma un corro alrededor de las candelas, donde se cantan y bailan a Jesús, María y José, mientras se reparte moscatel, anís, ponche, pestiños y demás productos navideños. Y todo al compás del instrumento que da nombre a estos encuentros: la zambomba.







La Zambomba tiene una diferencia fundamental con el resto de las fiestas flamencas, y es que se trata de una celebración con un fuerte carácter participativo, mientras que en las demás fiestas y juergas hay una separación entre protagonistas (cantaores, tocaores y bailaores) y público, en la zambombas todo el mundo participa cantando o tocando algún instrumento. Así se pierde el carácter individual del cante flamenco, para convertirse en un canto a coro aflamencado.
Así sucede también en Cádiz o en los Puertos igual que en cualquiera de las comarcas andaluzas ya sea en las peñas flamencas de su pueblo, en las plazas de cada localidad o en cualquier lugar que propicie reuniones flamencas como las que a modo de ejemplos vemos en estos cometarios.





viernes, 20 de diciembre de 2013

Feliz Navidad


 

 ENTREGA Nº 58       21  DE DICIEMBRE DE 2013 

 

NAVIDAD FLAMENCA -2-

 

Los Campanilleros

                                 

Nombre debido a los antiguos coros de las Cofradías del Santo Rosario, iniciados hacia el final del siglo XVII y que tenían por costumbre  ir de puerta en puerta de los hermanos de las distintas cofradías cantando para avisarles mediante unas campanillas del Rosario de la Aurora, estas costumbres parece ser iniciada por religiosos como fray Pablo de Cádiz o por Fray Pedro de Ulloa y  crearon una tradición que se extendió por muchísimos pueblos y ciudades.


                                            "Despierta hermano, que ya el alba

                                              las campanas tocan con dulce sonar,

                                              por las calles el Santo Rosario

                                              con recogimiento vamos a rezar"


                       

Estos cantos marianos fueron impregnándose del sello popular, apareciendo con el pasar de los tiempos numerosos coros de campanilleros que al son de los variados instrumentos que hacían sonar al cual más rural como el cántaro empleado al golpearlo con la alpargata, botellas de cristal  o el ya mencionado como más característicos de las campanillas, cantaban  estos cánticos religioso según su época puesto que llegando  Diciembre, solían recorrer las calles con los temas navideños.

 

 

 

                         

Y de estos cantares populares un genial cantaor de Jerez, (Manuel Torre) un determinado día en una reunión de amigos como El guitarrista Niño Ricardo, El torero Cayetano El Niño de la Palma, Rebollo, El Gloria, se lanzó a cantar uno de esos campanilleros con su inspiración personal y de momento dándole un matiz y una jondura que ha hecho que este cante muestra del folclore popular  se haya convertido en un cante con verdadera personalidad flamenca.

 

 

 

                                       "A la puerta de un rico avariento,

                                         llegó Jesucristo y limosna pió,

                                         y en lugar de darle una limosna,

                                         los perros que había se los achuchó.

                                         Y Dios permitió

                                         que al momento los perros murieran

                                         y el rico avariento probe se queó."

                                                                                            

Después de Manuel Torre se han interpretado estos Campanilleros destacando por su fidelidad según la línea del creador, Juan Varea,  Pericón de Cádiz  y el  Agujeta. Pero quién verdaderamente ha popularizado este cante hasta el punto que se la conoce erróneamente como la creadora  es La Niña de la Puebla, con una entonación algo más dulce y habiendo muchos cantaores que interpretaron más tarde los Campanilleros al estilo de la Niña de la Puebla como es el caso de Canalejas de Puerto Real.

              Actualmente es de destacar aunque con letras más moderas pero con los aires puros de Jerez la grabación que sobre los Campanilleros ha realizado José Mercé.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

viernes, 13 de diciembre de 2013

Los flamencos en la Navidad


 ENTREGA Nº 57       14  DE DICIEMBRE DE 2013 

NAVIDAD FLAMENCA -1-
               
         Los flamencos viven los días de la Navidad de forma especial y esta época de alegrías la pasan en familias, sin olvidar las connotaciones religiosas,  imprimen a los cantos propios de la navidad unos aires personales, aflamencan sus música y  acompasan las letras al niño Dios  unas veces por tangos o tanguillos como en  Cádiz, otras como en el Sacromonte granadino azambrando sus tonalidades,  cantan por rumbas o las más de las veces como en Jerez, lo hacen por bulería.





         Desde el siglo XVIII y como   espontaneidad por característica  se  vienen celebrando reuniones de vecinos en los patios, corrales o gañanías  donde  alrededor de una candela se cantan y bailan villancicos,  floreciendo así los sentimiento más entrañables que en estas fechas se desarrollan,  al compás de sus panderetas, zambombas y sin que falte algún que otro trago de anís, vino dulce  o los pestiños,  se llaga hasta el amanecer de la Navidad tras celebrar la Nochebuena más familiar que en cualquier lugar y  época se pueda realizar.



         A partir de los años treinta del siglo XX empezamos a oír a través de los primeros discos de pizarra  y más tarde de vinilo, estos villancicos en las voces de  cantaores como El Gloria, Caracol, La Paquera, La Niña de la Pueblo, Canalejas de Puerto Real, Pericón, se recogen los más variaos estilos que aunque  registrados en estudios discográfico, nos acercan esos ratos tan entrañables en los patios de vecinos o corrales



         El pueblo andaluz encuentra la forma de manifestarse religiosamente con su particular cantar durante la época navideña y perciben la manera de celebrar la religiosa tradición del Nacimiento del Señor utilizando al igual que otros pueblos de España los populares villancicos para honrar tan magno acontecimiento, con la diferencia que los del sur cantan estos villancicos con su estilo particular aunque manifestando sus cantares navideños en estilos variados. No se cantan villancicos igual en Jerez, con sus bulerías como en Cádiz con sus tanguillos o el estilo sevillano diferenciándose de la zona malagueña o de la choquera.

                                        "Gloria al recién nacío,
                                         ¡gloria!
                                          y a su bendita
                                         Madre Victoria,
                                         Gloria al recién nacío,

A esa época de patios y corrales le siguen para así dar más sentido flamenco a estas actividades andaluzas las reuniones en peñas flamencas y a partir de ahí reuniones de amigos, de vecinos, aficionados profesionales y no profesionales que entorno al rescoldo de esas candelas, comparten durante largas y festeras noches ratos flamencos de gloria al Niño Dios con el compás de guitarras, panderetas….

Son las zambombas jerezanas, hoy realizadas por todos los rincones de nuestra geografía flamenca     o los coros de campanilleros creados a partir de los grupos que por los pueblos andaluces iban de rondas nocturnas para llamar al rezo del Santo Rosario.







viernes, 6 de diciembre de 2013

Sevilla Flamenco V


 ENTREGA Nº 56      7  DE DICIEMBRE DE 2013 


… Y Sevilla (5) Lebrija
         Como consecuencia del contacto directo por el  ferrocarril entre Lebrija y Utrera, las reuniones entre familias de una y otra localidad han sido abundantes, es el caso de la casta de los Pinini  iniciada por Fernando Peña, por lo que esta estirpe tan flamenca está dividida entre ambas localidades.
         Pero Lebrija no solo está unida en el flamenco a Utrera sino también con Jerez ha mantenido un estrecho contacto, pues a estas localidades les unen características similares,  con unos aires en sus cantes particulares y diferentes al de otras zonas flamencas lo que con toda seguridad tanto le han beneficiado,  pues sus formas tan genuinas  y familiar de vivir y de interpretar  el flamenco han sido reconocidas por críticos y aficionados en general y qué decir de la gran cantidad de artistas que por Lebrija han pasado para  conocer de cerca y así beber de sus fuentes los jondos influjos de la comarca.
         Encontramos en Lebrija, ya comentado,  familias como los Pinini, los Peña con  figuras como La Perrata (nacida en Utrera) o sus hijos Juan Peña el Lebrijano y el tocaor Pedro Peña, con  el Lagañas,  los Bacán con Pedro Bacán o Inés Bacán, Lebrijano el viejo, Antonia Poza,  El Chozas,  la Rumbilla,  de quién descienden los Valencia, la Malena, Curro Malena,  Manuel de Paula, el Funi...
         Necesariamente esta pléyade de nombres fruto de la historia flamenca, de Lebrija, de sus reuniones, de sus fiestas privadas y familiares,  han logrado  que esta localidad sea reconocida internacionalmente.
         Ya más jóvenes encontramos artistas que van sobresaliendo como Anabel y José Valencia, Dorantes, Pedro Peña o Antonio Malena  que todavía  siguen aportando sus matices particulares pero que  en todos se conservan los aires primitivos heredado de sus ancestros.
         En 1863 en la localidad de Lebrija nació Pinini, un gitano de los más flamencos que dio esta bendita tierra, cabeza de toda una estirpe flamenca, tal vez de las familias gitanas más importante de la comarca, aunque Fernando Peña Soto (Pinini ) no fuera cantaor profesional, pues su oficio fue el de matarife, ha pasado a la historia flamenca como uno de los grandes y creador de un estilo muy peculiar en un cante de los puertos como las Alegrías, destacando sobre manera su personalísima cantiña, conocida por el mundo flamenco como Cantiña del Pinini, no en vano estuvo una temporada trabajando en Cádiz, de ahí el gusto de estos cantes que lo hicieran famoso pero que claramente son distintos a las cantiñas gaditanas, cantes del que disfrutaban las más importantes figuras del entorno quienes como otros muchos aficionados solían ir a su casa de Lebrija a oír cantar a este agradable matarife, que entre algunas que otras copas (cosa que nunca despreciaba) les interpretaba.
                                               "La Fuente Vieja
                                                 s'alborotao
                                                  porque Pinini
                                                s'ha emborrachao" 

                De sus nueve hijos, destacamos  nietos suyos que fueron grandes figuras  del flamenco como Fernanda y Bernarda  de Utrera, Bastián Bacán, Pepa de Utrera o el tío Benito,  biznietos como Inés o Pedro Bacán, familia de los Perrate (Perrate de Utrera, La Perrata, el Lebrijano, Pedro Peña….)
                                              
            Por esa misma época de Fernando Pinini, llega desde Jerez “Juaniquí” quién a la postre va a ser figura  importantísima en la configuración de los estilos lebrijanos. Juan Moreno Jiménez, "Juaniquí",  aunque jerezano, estuvo siempre muy vinculado con la ciudad de Lebrija imprimiendo, a la soleá un aire muy personal con ecos de la Serneta o de Triana pero sobre todo muy emparentada con  el puro estilo de Jerez. Cuatro fueron las creaciones de soleá a  las que le imprimió ese sello con tercios cortos y fuertes subidas tonales en los finales. Se dice de este cantaor nacido el 18 de marzo de 1862 y  compadre de Joaquín el de la Paula, que a partir de él se puede habla de soleares de Lebrija.
         María Fernández  Granados, La Perrata aunque nacida en Utrera en 1922, casi toda su trayectoria la realiza en Lebrija junto a su marido el tratante de ganado Bernardo Peña, el ser nieta de Perrate  le hizo ser poseedora junto a su hermano Perrate de Utrera de una gran herencia flamenca, puro  legado de Lebrija y Utrera que la supo transmitir a sus hijos y nietos, sobrinos, encontrándose nombres ante señalados como Los Bacán,  los Peña…                   
         María La Perrata  a pesar de dejarnos muy buenas grabaciones, no se dedicó profesionalmente al flamenco, nombres como sus hijos El Lebrijano o Pedro Peña, sus sobrinos Fernanda y Bernarda, El Turronero, Gaspar de Utrera o Pedro Bacán, pudieron sentir  los cantes tradicionales que se oían en su casa pues por allí desfilaron además de sus familiares más allegados, los más grandes maestros de todos  los rincones del flamenco como el mismísimo Antonio Mairena.


         En 1941 fruto de la unión de Pedro Peña y María Fernández,  La Perrata, nace en Lebrija Juan Peña el Lebrijano. Aunque con inicios de guitarrista,  de muy joven se da cuenta de sus virtudes como cantaor y los aprendizajes de su madre los va  asimilando poco a poco hasta convertirse en una de las grandes figuras, tal vez la más importante que dio Lebrija.
         El reconocimiento del Lebrijano como cantaor, se inicia a partir del Concurso de Mairena en 1964 donde obtuvo un gran  su triunfo por lo que desde entonces se dedica verdaderamente, cantando luego durante varios años para  Antonio Gades.




         Pronto lo consideraron como uno de los grandes de la época, destacando en él su afán por estudiar,  para más tarde interpretar de forma admirable la gran variedad de  estilos  con su flamenca y gitana voz como personal característica. Además de vivir intensamente el cante en su propia familia, lo que era fundamental, siempre ha sido considerado como cantaor de la escuela mairenista, al menos en el inicio de su carrera.

         Juan Peña Fernández independientemente de su defensa de la pureza, amén de su afán investigador de los estilos más jondo que desde sus reuniones familiares hereda, ha destacado sin lugar a dudas por la búsqueda de otras músicas, que algo haya tenido que ver con la historia del flamenco y ejemplo de esa  filosofía renovadora la encontramos en los encuentros en la que explora junto a una orquesta marroquí las posibles semejanzas u orígenes del flamenco con la música árabe.

        
         Paralelamente a la vida del Lebrijano, encontramos en esta flamenca ciudad artistas que como él,  nos ha hace disfrutar de su arte  flamenco heredado y aprendido desde la cuna como son los casos de  Francisco Carrasco Carrasco “Curro Malena”, se dice de Curro Malena “que su arte nace para cantar y transmitir algo que sale de muy dentro de su alma.”


         Más de una vez se ha comentado que Curro Malena es también un convencido de que sólo los pueblos perseguidos, los que padecen hambre de justicia y libertad, son capaces de cantar con jondura, como los buenos cantaores flamencos, porque "el dolor da grandeza".
         Manuel Valencia Carrasco “Manuel de Paula” también de familia gitana pues sus raíces descienden de buenas fuentes del cante y por lo tanto heredero de ese estilo tan familiar como todo el flamenco que caracteriza a Lebrija, realizó  varios discos  a tener en cuenta a lo largo de su carrera como Manuel Justicia.



         Inés Bacán, tal vez la última, hasta la fecha de la saga de los Pinini, hija de Bastián y hermana por lo tanto del gran guitarrista Pedro Bacán, cantaba en sus reuniones familiares y gracias al empeño de Pedro, empezó a cantar en público, vencer su timidez y lanzarse a los grandes tablaos y convertirse en una de las importantes de actual elenco artístico lebrijano.




 










viernes, 29 de noviembre de 2013

Flamenco en Sevilla IV


 ENTREGA Nº 55      30  DE NOVIEMBRE DE 2013 


… Y Sevilla (4) Utrera
           
            Se caracteriza Utrera y sus grandes cantaores por realizar con “olor sabor” especial sus estilos más jondos y primitivos, sus soleares, tientos, cantiñas, cuplés o bulerías tienen un inconfundible compás, una personalidad  en sus cantes, con ecos  tan familiar que  no se parecen ni  imitan a nadie.
         Los flamencos de Utrera tienen esa  propia originalidad que hacen que  Utrera huela a soleá, cuplé, bulería, tientos, cantiñas...todos han dejado esa huella de un genuino y especial sabor flamenco.
         En las primeras décadas del  siglo XIX encontramos los primeros nombres flamencos como el gran creador de tonás Perico Mariano o los hermanos  Juan y Perico “los Pelaos” trianeros que por Utrera solían estar.  A partir de los años cincuenta del mismo siglo aparecen  figuras de la talla de la jerezana Mercé la Serneta, Joaniquí, Pinini, Rosario la del Colorao o  la familia de los Perrate.
          Rosario Torres Vidal “la del Colorao”, nació el 5 de febrero de 1871 y vivió siempre en la  Calle Nueva,  una de las calles más gitana de Utrera donde tuvo un puesto de cal. "Rosario la del Colorao",  aunque gran seguidora de Mercé la Serneta, destacó sobre manera especial en los cantes por bulerías y cantiñas, palos que expresó de forma magistral.
         Ese carácter tan familiar que de la soleá se ha comentado en varias ocasiones, encuentra en las localidades de Utrera y Lebrija un asiento especial, donde encontramos una saga, una familia que hizo que  los cantes de Utrera mantuviera ese sabor en sus tercios de marcado corte local-familiar: Los Perrate.
         José Fernández Granado, Perrate de Utrera, nació en esta localidad sevillana  el 9 de junio de 1915, de familia flamenca vivió siempre intensamente el cante desde la época de su abuelo, quién desde muy niño le enseñaran los primeros cantes,  es el primero de toda una dinastía de los que tenemos datos fehacientes, hermana de él fue la gran cantaora Maria la Perrata.


         Gran defensor de su raza, sentía un gran orgullo de ser gitano, destacó por ser uno de los preferidos de los buenos aficionados por el  saber y gusto  añejo que imprimía a sus cantes. El tramo final de su vida hasta que muriera, el 12 de octubre de 1992,  en el Hospital del Tomillar de la Dos Hermanas fue muy duro al quedar inválido  y tener que moverse en una silla de ruedas. Se casó con Tomasa Soto, la hija mayor de Manuel Torre. Siendo muy joven actuó  en el Kursaal de Sevilla y en el circo Bolsa, años más tarde lo hizo en el Guajiro, junto a otras figuras como  El Chocolate, Matilde Coral, Farruco entre otros. Sus ecos primitivos también se escucharon en Madrid en lugares como El Duende y Los Califas.
Tomás de Perrate.
            Nació Tomás Fernández soto en el año 1964, formando parte de dos de las más genuinas familias flamenca pues a la saga de los Perrate (su familia paterna) encontramos la del  genio jerezano Manuel Torre ya que su madre, Tomasa Soto era la hija primogénita del ilustre jerezano de los duendes negros. ¡ Cómo no iba a salir de estas familias cantaoras con tanto raigambre, un cantaor como Tomás, casi ná hijo del Perrate de Utrera y nieto de Manuel Torre y a su vez primos de  los hermanos el guitarrista Pedro Peña y del cantaor Juan Peña el  Lebrijano, de Miguel Funi, Dorantes, Gaspar de Utrera… lo dicho una familia, escuela de cante por los cuatro costados,  y en ese ámbito tan familiar se inicia, en sus fiestas, en la grabación de discos para la Navidad Utrerana.
          “Estuvo cuatro minutos cantando por bulerías para hacerse jirones la camisa, esta verde, muy verde, pero es un diamante de muchos quilates, el padre y el abuelo ensamblados en su voz, la dulzura y el ritmo solemne del padre y el eco enervado de Manuel”, escribió de él el crítico flamenco Miguel Acal.
         Tomás es un cantaor que se prodiga desde esa época de fiestas familiares con espectáculos flamencos como “Raíces de luz”, “Rutas del Flamenco”, poseedor del Giraldillo del cante al cantaor revelación de la bienal de 2002  por su espectáculo  “Campiña”,  es además un consumado estudioso del flamenco aportando mucho en conferencias como “el cante de  Utrera de ayer y de hoy” bien en Mont de Marsan (2003), bien en la Universidad de Harvard en 2004.
         Además de participar ese año (2004) en la Bienal junto a figuras como Antonio Núñez “el Chocolate”, Bernarda de Utrera, el Funi, Angelita Vargas o Pepa de Benito, nos ha dejado en el año 2005 un magnífico trabajo con su álbum “Perraterías”

Fernanda de Utrera.
            Es difícil hablar de flamenco de Utrera y no pensar instantáneamente en Fernanda Jiménez Peña, no acordarse de su compás por bulería, de lo soberbio y racial de su cante por soleá, de cómo fue capaz de interpretar la soleá de tal forma y manera, con tanta grandeza , que  le ha hecho sombra a la creadora  y maestra de sus cantes, soleares que le llega a través de Rosario del Colorao y es que Fernanda de Utrera y según opiniones de grandes críticos flamencos con su negra voz rota, araña los sentidos y  ha elevado  tan alto el cante por soleá heredado de Mercé la Serneta que  muchos la considera como la mejor cantaora  por soleá de la historia del cante.


         Nació Fernanda en Utrera el 9 de febrero de 1923, nieta del Pinini, uno de  los pioneros del cante en Lebrija, quien aunque no se dedicara profesionalmente al cante era muy conocido en Utrera, son como ha dicho en varias ocasiones Bernarda, su inseparable hermana, “cantaoras de nacimiento”
         Toda su carrera artística está ligada a su hermana Bernarda, formando desde muy pequeñas, cuando los grandes flamencos iban a visitarla a su casa de Utrera, un gran grandioso dúo flamenco, toda su flamenca  vida estuvo llena de éxitos actuando en  los mejores escenarios del mundo, una carrera plagada de premios, cincuenta años inseparables desde que en 1957 y de la mano del Maestro de Mairena iniciaran su andadura por tablaos como Torre Bermeja, Las Brujas, Zambra y así hasta recorrer todo el mundo llevando ese compás, esa bravura, ese rancio y jondo sabor flamenco con sabor a primitivo cante grande.
         Cincuenta años de defensa de la pureza flamenca hasta que el 24 de agosto de 2006 y tras varios años sufriendo la enfermedad del alzheimer, falleció en su propia casa familiar, aunque antes en  marzo de 2003 se celebró un homenaje a su persona y a su carrera  que congregó a las más destacadas figuras del flamenco.
    En el Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba del año 1957 consiguió el premio de soleares y bulerías, en 1966 el de Mairena del Alcor,  un año después en Jerez de la Frontera fue premio Nacional de Cante de la Cátedra de Flamencología de Jerez de la Frontera, el XII Potaje de Utrera de 1968 fue dedicado a la figura de Fernanda de Utrera por su trayectoria flamenca…son entre otros  los muchos premios obtenidos pero además de participar en películas como: Duende y misterio del Flamenco, La novicia rebelde y Flamenco

La Junta de Andalucía le concedió en 1994 la medalla de plata de Andalucía. Es Hija predilecta de Utrera en 1994 y  de la provincia de Sevilla en 2006, en 2003 se le concedió Medalla de Plata al Mérito en el Trabajo y en 2005 Medallas de Oro al Mérito en Las Bellas Artes.

Bernarda de Utrera
             Como sucediera con su hermana Fernanda la carrera artística  de Bernarda ha ido paralela, tanto en el inicio como cantaora profesional en 1957 como en casi todos los premios o reconocimientos obtenidos,  y así Fernanda Jiménez  Peña nacida en 1927, destacó en  los cante festero, en especial la bulería, aunque muchos estudiosos afirmaron que Bernarda de Utrera poseía un sentido enciclopédico del cante, dominando de igual manera estilos como las mencionadas bulerías, fandangos, soleá, siguiriyas, cantiñas, tarantos, tientos,  tangos o cuplés.
         Al igual que Fernanda actuó en los mejores escenarios del mundo obteniendo premios como: el Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba del año 1957  o en 1967 el  Premio Nacional de Cante de la Cátedra de Flamencología de Jerez de la Frontera, además en 1988  el Premio Mejor Música del año, Radio París.

 Como a su hermana, La Junta de Andalucía le concedió en 1994 la medalla de plata de Andalucía. Es Hija predilecta de Utrera en 1994 y  de la provincia de Sevilla en 2006, en 2003 se le concedió Medalla de Plata al Mérito en el Trabajo y en 2005 Medallas de Oro al Mérito en Las Bellas Artes.
    En el año 2000 ya separada de su hermana por la enfermedad de Fernanda, grabó  “Ahora”, su primer disco en solitario. Falleció en su localidad natal el 28 de octubre de 2009 no sin antes recibir un  último homenaje para ella y  su hermana pues El 7 de 2005, el Ayuntamiento de Utrera inauguró el monumento  que representa a Fernanda y Bernarda cantando  en la plaza Ximénez de Sandoval, límite con  la calle que lleva el nombre de las dos flamenca más ilustre que dio la flamenca Utrera
         Otros nombres que engrandecieron el flamenco y que dio esta bella tierra  son entre otros Miguel Vargas Jiménez “ Bambino”, gitano con un  estilo por rumbas, cuplés o bulerías tan personal que creó una escuela flamenca especial , pues  muchos han querido imitar el atrevido estilo algo  canalla y arrebatador de los cantes de Bambino del que  se ha llegado a decir que cuando cantaba pareciera que llorara  sus  desengaños, amores o desamores, penas … y todo al compás de sus bulerías, cuplés o rumbas que nadie ha sido capaz de imitar.
Gaspar de Utrera
                                     Utrera orgullosa está,
                                               de haber tenido artistas
                                               de la talla de Gaspar
        
         Gaspar Fernández Fernández,  es otro de los grandes artista de esa dinastía flamenca de la “tierra de los mostachones”, de los Perrate,  cantaor desde su cuna, sobrino del Perrate y la Perrata, trabajador del matadero de Utrera, dejando el trabajo cuando concursó y ganó el premio radiofónico “Fiesta en el aire” siendo aún un  niño. Gracias a ese premio entró en la Compañía Juvenil de “Ases” que encabezaba Naranjito de Triana.
         Su estilo netamente festero  fue escuchado en tablaos de Madrid como El Duende, El Corral de la Morería, Las Brujas, Arco de Cuchilleros o en  Los Canasteros. Realizó giras por Europa y América cantando patrás, aunque pronto volvió a su Utrera  para actuar en las fiestas, peñas o  festivales, de su entorno sobre todo en su “Potaje” donde siempre tenía un lugar privilegiado para cantar.
         Curro de Utrera, Manuel de Angustias, Cuchara, el Niño de Utrera, el Turronero, El Chato, Rafael de Utrera, Pepa de Benito son otros nombres muy importante del elenco cartel flamenco que entre unos y otros, presentes o ausentes de entre nosotros pero añorados los segundos por todos,  podríamos contemplar en Utrera.  
         Para recordarnos esos primitivo ecos flamencos, para reconocer al flamenco de Utrera, en Algeciras el pasado 29 de este mes de noviembre a través la Sociedad del Cante Grande de Algeciras se va a realizar un homenaje a  la familia de Los Perrate,  se le concederá  la prestigiosa Palma de Plata “Ciudad de Algeciras”, con la actuación entre otros de: Tomás de Perrate, Inés Bacán, Mari Peña, Antonio Moya o David Morales con su elenco.
         Pero En Utrera no sólo, que ya es sumamente importante, encontramos artistas como los apuntado anteriormente entre otros, sino que además para defender nuestra cultura más popular y genuina, para que podamos seguir disfrutando de sus cantes, desde  el 15 de mayo de 1957 se viene celebrando uno de los más importantes festivales flamenco con que contamos en nuestra tierra: El POTAJE GITANO DE UTRERA.