1.- EL FLAMENCO Y SUS ORIGENES
Todo aquel que
quiera adentrarse en los orígenes del flamenco encontrará ciertas dificultades
si lo hace antes del final del siglo XVIII, ya que previo a esta época todo es
de un modo aproximado y no se conocen los mecanismos sociales y culturales que
hicieron posible la aparición de este fenómeno de música popular.
Lo cierto es que lo
que se conoce actualmente como cante y baile flamenco nos viene de los dos últimos
siglos. Todo lo anterior tiene todas las dificultades para investigarlas, lo
que no quiere decir que en Andalucía no hubiera, de forma familiar u otros
tipos de grupos, músicas que pudieran
llegar a lo que hoy en día conocemos como flamenco.
Claro es que el
flamenco como muestra cultural está estrechamente ligado a la supervivencia de
ciertas antiguas formas de cultura y etnias.
Varias son las
incógnitas que se nos deben plantear teniendo en cuenta la cuna donde
ciertamente se encuentra esta estirpe musical (el bajo pueblo andaluz y el
pueblo gitano):
¿A qué se atribuye, como primera medida, que
esta muestra cultural-musical encuentre en el bajo pueblo andaluz su máxima
aclimatación?
¿Por qué este legado cultural tarda tanto en
salir, convertido ya en Flamenco por unas pocas familias de la baja Andalucía y
de gitanos?
¿Y por qué fueron éstos los que recogieron
tales semillas culturales y las mantienen ocultas en la más absoluta intimidad
hasta hace alrededor de dos siglo.
Si vamos a las
fuentes de la literatura costumbrista de épocas pasadas vemos como se confunden
las más puras formas de cantes y bailes flamencos con otras formas folklóricas
tradicionales en Andalucía con las que conviven pero de las que se diferencian
considerablemente. La realidad del flamenco era virtualmente desconocida
entonces, no sólo por lo que se refiere al público sino también en muy amplios
sectores populares de Andalucía, a pesar de la romántica preocupación de
recoger el exotismo andaluz por parte de cronistas y viajeros.
Este ocultismo o
esta forma clandestina de ir desarrollándose no quiere decir que el flamenco
brote de improviso, espontáneamente, por suerte o azar, sino que se va
cristalizando con distintos elementos culturales o (como dicen los estudiosos)
se va fraguando con culturas que se van asentando en la baja Andalucía hasta
que se forja lo que desde hace dos siglos conocemos como flamenco o cante
gitano-andaluz.
Esto se lo he hecho yo a mi tío (la parte técnica)
ResponderEliminarOLEEEE LO CONSEGUISTEEEE, ME ALEGROOO.
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