El Polo
El origen de este cante está sometido actualmente a
importantes discusiones y teorías, sobre todo para demostrar su antecedente
flamenco.
José Manuel Caballero Bonald en su libro LUCES Y
SOMBRAS DEL FLAMENCO, nos habla de El Polo como hermano gemelo de La Caña ,
diciéndonos que como ella la filiación flamenca es que se trata de una
primitiva soleá, rígidamente contraída, especies ambas estatificadas con unos
tercios intercalados a base de largas y monótonas modulaciones de ayes que no
debieron pertenecer al cante primitivo ni a la órbita de creación estrictamente
gitana y que en sus mejores versiones se rematan con un cambio por soleá corta,
llamada precisamente " soleá polá o
soleá apolá ", que las enriquece.
Hay teorías
que señalan que en el siglo XVIII, existía cierta tonadilla culta para el baile
llamada también polo y que corresponde al célebre compositor sevillano Sr.
López, padre de la famosa cantante "La Malibrán", quién estrenó en
Londres una zarzuela que incluía el nombre de "El Polo del
Contrabandista".
Por otro lado
todos afirman que ya Cadalso en sus Cartas Marruecas 1.770 cita este polo del
que hablamos.
El profesor García Matos también coincide y aporta
la posible copla del polo bailable que consiste en dos pareados de diez versos
que nada se parece al polo flamenco por lo que se puede asegurar que la
coincidencia entre este polo para el baile y el polo al que se refiere
Estébanez Calderón en sus ESCENAS ANDALUZAS, argumentando que se lo escuchara al Planeta al que
calificó como "El Rey de los Polos", es solo en el nombre.
"Si tú quisieras, charupa mía,
yo te arrullara y te chamaría.
Si tu me amaras, sería solo
quien te tocara y bailara el
polo."
Esto confirma que Tobalo cantaor rondeño de
nacimiento, no fuera el creador de este cante como algunos han señalado sin
algún rigor, pues por un lado ya el nombre como polo para el baile existía y
por otro lado cantaores más antiguos que él ya lo cantara como se ha indicado
anteriormente según afirman la mayoría de los entendidos del flamenco con
serios estudios sobre ello.
Aunque se
reconoce al legendario Planeta (el rey del polo, le llamaron) como creador y
cantaor del polo, existieron también grandes maestros que lo interpretaron de manera majestuosa como fueron: Curro
Durse, Paco el Sevillano, Silverio Franconetti, Don Antonio Chacón...., aunque
también lo cultivara Tío Luis el de la Juliana y el Fillo.
Lo que sí
está claro es que Tobalo creara una
modalidad con evidentes ecos de rondeñas en su línea musical y que se
popularizó con el nombre de "el polo de Tobalo".
Pepe el de la Matrona es de los poquísimos cantaores
que interpreta este polo de Tobalo dándole ese sabor distinto que pocos le dan y diferenciándolo claramente
del polo natural con un texto literario de cuatro versos octosílabos como indicando
en sus letras posible procedencia de los romances y con un macho primitivo para
rematarlo de forma distinta al que hace con el polo natural Curro Durse.
"Tú eres el diablo, Romera,
que me vienes a tentar.
No soy el diablo, Romera,
que soy tu mujer natural.”
-De la Habana vengo, señores.
de bailar un fandango
entre mulatas y chinas
que me lo están chancleteando.-
(estos cuatro
versos corresponden al macho primitivo del que se habla)
La otra modalidad conocida del polo es la ya
indicada como la del polo natural, versión está más emparentada con la caña
llegándose incluso por parte de muchos a confundirla, pero que sin lugar a
dudas debe quedar claro que entre el polo y la caña hay diferencias en sus
melodías, en sus tonalidades y en sus compases, aunque coincide con ella en la
métrica y en sus temas:
"Carmona tiene una fuente
con catorce o quince caños.
con un letrero que dice:
-Viva el polo de Tobalo-.
Toitos le piden a Dios
la salú y la libertá
y yo le pido la muerte
y no me la quiere mandá.
Como
se puede comprobar al igual que con la caña le métrica de sus coplas es de
cuatro versos de ocho sílabas asonantados y con un macho final por soleá, la ya
comentada soleá apolá.
Además de esta popular letra del polo natural, hay
algunas dignas de mención para destacar al igual que su cantaor Fosforito,
quién describe perfectamente los compases precisos tanto del polo como de la
soleá apolá con la que remata este cante.
"A mi
pena y desengaño,
yo no le encuentro consuelo.
Porque no puedo olvidar
lo mucho que yo te quiero.
-Te soy indiferente,
estoy notando en tus ojos
me van a causar la muerte,
por culpa de tus antojos.-"
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