ENTREGA Nº 67 22 FEBRERO DE 2014
… Y Sevilla
(13) Cantaores Ilustres
ANTONIO MAIRENA -3-
A
largo de su flamenquísima vida ha obtenido multitud de premios y homenajes. Con
su nombre existen numerosas peñas flamencas. Dedicado a él es el concurso de
cante grande que anualmente se celebra en su pueblo natal. La Cátedra de
Flamencología de Jerez, le nombró director honorario reconociéndole los
escritores (Murciano, Ríos Ruíz, Juan de la Plata, Ricardo Molina) como el Rey
del Cante en el año 1.962. Ese mismo año en Córdoba le fue entregada en un
concurso celebrado para tal fin el galardón más importante de la historia del
flamenco "La Llave de Oro del Cante" por lo que sólo poseerían por
entonces tres grandes maestro: El Nitri (1.862), Vallejo (1.926) y Antonio
Mairena en 1.962.
"Mataste a mi hermano,
no
te he perdoná
tú lo mataste liaíto en su capa
sin j'aserte ná."
(Siguiriya del Fillo)
Ha
colaborado Antonio Mairena en numerosísimos artículos sobre temas flamencos,
dando su magistral opinión en cuantiosas tertulias y conferencias y publicado
dos excelentes libros de flamencología como son Mundo y Formas del Cante
Flamenco en colaboración con el poeta cordobés Ricardo Molina y Las confesiones
de Antonio Mairena en edición preparada
En
el año 1.983 poco antes de su muerte, grabó Antonio Mairena su último disco
titulado El calor de mis recuerdos, habiéndonos dejado ejemplo de toda la amplísima
gama que de los cantes flamenco existen, del cante gitano-andaluz (como a él le gustaba llamar) y de los que de
una manera u otra han intervenido como cantes aflamencados en nuestra cultura.
"Eran tan grande mis penas
que no caben más.
porque me veo malito de muerte
en el hospital."
(Siguiriya de Manuel Torre)
Poco
después de su muerte, el gobierno autónomo de Andalucía le nombró hijo
predilecto de Andalucía, recibiendo anteriormente de manos de rey de España la
Medalla de Oro de las Bellas Artes; en 1.981 se le concedió la Medalla al
Mérito al Trabajo.
Aunque
casi todos los flamencólogos coinciden en señalar a Antonio Mairena como un
gran rebuscador y recreador de los cantes jondos, primitivos y añejos, todos
coinciden también en no saber limitar hasta donde llega su trabajo de
investigación de la pureza y hasta donde su genialidad en la creación de esos
sones flamencos que el maestro poseía.