ENTREGA Nº 12 2 DE FEBRERO DE 2013
Geografía
Flamenca (Hoy Granada -1-)
Coincidiendo
tal vez con el apogeo romántico europeo y la consideración internacional de
España como destino casi obligatorio de turistas, allá por el principio del
siglo XIX, aparecen por nuestro país grandes cantidades de extranjeros
afirmándose en algunos casos que nos llegan como consecuencias del paso por
nuestro territorio de los ejércitos españoles y franceses quienes tras las
contiendas bélicas, regresan por placer en plan turístico.
De
todo el país especial interés para el
foráneo son las zonas andaluzas sobre
todo para la producción de libros de viajes, sueñan con nuestros naranjos, con
las castañuelas, los trajes pintorescos. “Todo el mundo nos contaba maravillas
de Andalucía, y cuando se divisa Sierra Morena, detrás de aquella cadena de
montañas violeta se ocultaba el paraíso terrenal de nuestros sueños” escribió
Théophile Gautier.
Richard
Ford, al abandonar Andalucía, se expresa así: "Adiós a la alegre Andalucía
y a la vegetación tropical. Los que van hacia el norte cambian un edén por un
desierto...".
Al igual
que las opiniones de personas ilustres con la pluma se dirigen a nuestras
costumbres, clima o naturaleza, tanto hombres como mujeres de Andalucía reciben
grandes halagos y recuerdan a sus lectores como brillaban ya en época de le
dominación romana destacando su destreza y como en sus danzas, las jóvenes
andaluzas atraían a la multitud y cautivaban lo corazones de cónsules,
tribunos, pretores….
“Pero
en la actualidad, escribían, siguen siendo las bailarinas más seductoras y
agradables de España. En general, son bien hechas, piel delicada, talle
esbelto; los trazos de su rostro finos; ojos negros, vivos, llenos de fuego;
amaneradas, pero llenas de gracias. Las del reino de Granada son las mejor hechas...
"
Todo
esto también nos lo describe Navarro García cuando sobre el asentamiento de la
población gitana en Granada, concretamente en el Sacromonte.
Y si la descripción se hace desde la capital
del reino de Granada nos está retratando a la gitana del Sacromonte, y los
bailes no pueden ser otros que los que esta población interpretaba a todo aquel
que ofreciese alguna compensación económica. Navarro García nos describe el
asentamiento de la población gitana en el Sacromonte: "A partir de
mediados del siglo XVIII, el gitano del Monte Sacro se convierte, junto a sus
cuevas y las chumberas que bordean los caminos, en atracción exótica de cuantos
viajeros románticos recorren nuestro país".
Con el
nombre de Zambras se denominan las reuniones que los gitanos a modo de
espectáculo ofrecen a los turistas en sus cuevas dónde bajo la cabeza del
capitán o capitana que daba nombre a cada grupo desarrollan su arte a base de
tangos gitanos, la albolá, cachuchas, la mosca,
el petaco o el merengazo participando cantaores, bailaores,
músicos, componentes generalmente de una
misma familia, incluidos los del jaleo o las palmas.
Antonio
Torcuato el “Cujón” gitano de Itrabo, según Eduardo Molina Fajardo, fue el
capitán de la primera zambra que se conoce en Granada, “el Cujón” tenía gran
facilidad para tocar la guitarra y cantaba jondo “con el desagarre de su raza”
En su sala
de herrería, actuaron los mejores que habitaban la ciudad, iniciándose y
adquiriendo nombre figuras como la “Chata”, la Cotorrera, la “Golondrina”, el
“Frasquirri” o su mujer la Pella.
A lo largo
del camino del Sacromonte y a partir de la capitaneada por María Gracia Cortés,
año 1870, siguen zambras como la de Juan Amaya y muchas más
Como
tantas cosas en la actualidad hoy está en declive, pero el turismo no sólo
extranjero sino también del interior siguen visitando el Sacromonte y sus
espectáculos en algunas de sus cuevas.
Además entre los estilos granainos se encuentran también
la granaina, la media granaina y determinados estilos de fandango, de los cuales
el más conocido es el fandango de Frasquito Yerbabuena a los que dedicaré un
próximo capítulo.
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