ENTREGA Nº 85 28 DE JUNIO DE 2014
MUJERES QUE DEJARON Y DEJAN HUELLAS
EN EL CANTE
-16-
MARÍA LA TALEGONA
En
Córdoba en agosto de 1909 nació María Zamorano Ruíz, hija de Rafaela “La Talegona”, de heredó el apelativo. Nació María con
duende especial, con arte genuino para el cante y animada por su madre de quién
también heredara ese sabor tan flamenco se fue haciendo poco a poco un hueco
entre la afición de la época y pronto conocería a la hija de Rafaela como María
“La Talegona”.
Muy
joven con apenas catorce años fue animada por su madre que veía el tesoro que María poseía en su garganta y se
presentó, a pesar de su cortedad, aun concurso de saeta obteniendo “La
Talegona” los cinco duros a la mejor saeta del certamen.
La
Infancia de María fue la propia de un hogar pobre en el que todo el dinero que
entrara era poco y quizá por ese motivo ella, aunque no le gustaba para nada,
participara en numerosos concursos de los que consiguieran muchos primeros
premios, destacando sobremanera el obtenido en 1965 en el IV Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba con el premio "Cayetano
Muriel" por los cantes de Fandangos de Huelva, de
Lucena y el variados estilos de las malagueñas verdiales.
Su
personalidad tan singular, sencilla a la vez que
humana hacía que “La Talegona” fuese
una mujer muy querida y no sólo por su familia, cinco hermanos varones, sino
por todos los que la conocieron desde pequeña, todos veían en ella esa humildad
que la hacía tan grande y hasta el mundillo del teatro llamó a sus puertas para
conocer sus flamencas virtudes participando en una
representación teatral de La Celestina.
Con
dicha compañía actuó en Barcelona, así como en los mejores teatros del país,
recorriendo también teatros importantes de Holanda, Suiza o Alemania con
asombrosos éxitos.
Aunque cantaba de manera sublime, como dirían los
que la escuchaban, palos como Alegrías
de Córdoba, Medias Granaínas y toda la gama de fandangos según podemos
comprobar en el disco “Antología de Cantaores
Flamencos” grabado en 1960, con el cante de la Saeta ahondó en los sentimientos de los que le
oyeron. El Cantaor Manuel Espejo
“Churumbaque” decía que María fue su
maestra “Ni antes ni después ha habido nada igual. Fue una
fuera de serie, única con su voz penetrante”
Además
de participar en el teatro intervino en
la película “Carmen la de Ronda.” María a pesar de los éxitos en la gran
pantalla o en los mejores teatros, nunca se dedicó exclusivamente al cante sino
que compaginaba sus actuaciones por tablaos o en concursos con su trabajo de
limpiadora de cine y a ello volvió cuando terminó su periplo fuera de su
Córdoba natal en la que moriría a la edad de 81 años, dejando una huella
imborrable para nuestro arte a través de sus sobrinos Manuel Aranda “Talegón de Córdoba” y Carmen
Rivas “La Talegona”.
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