El cante de la Media Granaína no es un palo flamenco
en sí sino que se trata de otro estilo
de granaína más brillante y larga en sus tercios y al que el mismo Don Antonio Chacón
bautizó con el nombre de media granaína nombre con la que se popularizó y se le
conoce, dispone de una línea melódica clara con
algunos cambios en su tonalidad, siendo su estrofa idéntica a la
Granaína.
Algunosestudiosos
dicen que pertenece al grupo de los llamados cantes de Levante. Además de más brillantes como se ha indicado
con antelación podemos decir que también es más afiligranado que la propia
granaína, sobre su creador, en su
momento el flamencólogo José Blas Vega expuso que el maestro jerezano creó la
Media Granaína porque la granaína era un cante que a Chacón le venía corto.
Queda claro pues que la Media Granaína es un estilo de
Granaína que alarga sus tercios, creada por Antonio Chacón pero que más tarde, Manuel
Vallejo aún la alargó más los tercios
finales, creando una escuela de aficionados y cantaores que siguieron el
ejemplo del poseedor de la segunda Llave
de Oro del Cante.
La Toná de
mayor dificultad a la hora de interpretar es, sin duda, el Martinete; llamado
así por emplearse como acompañamiento al cante los golpes del martillo del
yunque. Es, pues, el cante de fragua o la toná por excelencia.
La forma de
su estrofa es igual que las anteriores de su familia, aunque al final se le
añadía (actualmente muchos cantaores no lo hacen) un remate de tres versos
libres.
"Y si no es verdad
que Dios me mande la muerte
si me la quiere mandar.
Cuando
se le añade al Martinete este remate, se le llama Martinete
"redoblao" aunque,
como digo, cada día se usa menos este también
llamado "Macho del Martinete".
La temática que se usa en este "palo" es
idéntica a la de los otros cantes de fragua, destacando siempre los temas
trágicos:
“Los Geres por las esquinas
con velones y farol
en voz alta redecían
matarlo que es calorró”
El Martinete, según Fernando Quiñones en su libro
"De Cádiz y sus Cantes", es un palo desgraciadamente en decadencia
como otros tantos cantes puros y primitivos y que, a pesar de lo trágico de sus
letras, también se encuentran algunas salpicadas de la gracia gaditana como:
Considerado por muchos aficionados como cante
autóctono, totalmente independiente, se incluye en el grupo del tango por ser
un cante interpretado al compás de tientos, cuya finalización a modo de “macho”
o remate se realiza al compás de tango.
El origen de las marianas que se debe al de una
canción folklórica andaluza en la que se repite el nombre de Mariana, quizá
fuera la canción que un gitano húngaro cantara por las calles de Sevilla para
hacer bailar a una mona que llevaba, llamándola Mariana, haciéndose ésta
popular y motivando coplas que distintos cantaores hicieran al compás de los
tientos.
“Yo vengo de Hungría...
con
mi Mariana
me
busco la vía.
Sube,
Mariana, sube
por
aquellas montañitas
arriba
sube Mariana,
Mariana
macarone,
mi
arma te quiero."
Cuando se populariza este cante, actualmente poco
usado, es al principio de este siglo gracias sobre todo a Luis López Benítez
conocido como “el Niño de las Marianas".
En un principio y parece ser por ser quién amoldara
estas coplas a compases flamencos, fue conocida la mariana como“tientos de Luis López” pues así empezó a llamarla el propio
“Niño de las Marianas”.
El compás como se ha indicado anteriormente es
por tientos con un remate a modo de estribillo por tango.
Más tarde destacaron en este cante Bernardo el de
los Lobitos y El Pena. Hoy en día pocos
artistas interpretan este cante mencionándose casi en exclusiva a Curro Lucena
y José Meneses, quienes representan cada uno de los dos estilos que de por
mariana se conocen.
De los estilos de malagueñas creadas por cantaores allende
las fronteras de Málaga, encontramos el de
Concepción Peñaranda conocida por "La Cartagenera". Esta
discípula de El Rojo El Apargatero cartagenera de nacimiento, crea una
malagueña de corte levantino esto es con influencia almeriense, malagueña con
la que triunfó por los cafés cantante de Sevilla a pesar de las dificultades
que tuvo que superar como la de ser mujer, lo desconocido de su cante y
críticas tan duras sobre su persona como la referida en la copla que hacia ella
se cantaba:
" Conchita Peñaranda,
la que canta en el café,
ha perdido la vergüenza
siendo tan mujer de bien.
Sin duda estas
críticas en una época como la de los años ochenta del pasado siglo hacia una
mujer, debería dificultar su carrera artística si no es por sus condiciones
personales que le hicieran superar tan difíciles pruebas para obtener los
éxitos que con su malagueña consiguió.
"Yo no tengo quien me
quiera,
ni quien se quiera acordar de
mí,
que el que desgraciaíto nace
no merece ni el vivir."
Otro de los estilos de malagueña fuera de su
provincia natal fue el creado por el cordobés
Cayetano Muriel "Niño de Cabra" quien le da a la malagueña
junto a su personalidad esos aires propio de la zona. Pero los estilos que más
engrandecieron el cante por malagueña lo encontramos en Cádiz con la genialidad
de dos creadores: Don Antonio Chacón quien como dice Ricardo Molina le presta a
la malagueña "rango de cante grande" y Enrique "El
Mellizo".
Del primero sin duda alguna el mejor
intérprete de la malagueña, el rey de este cante ya que el jerezano además de
darle a la malagueña carácter de hondura, la popularizó, implantando su estilo
no sólo en Málaga sino en España entera, acariciando como dice José Blas Vega a
este cante con su voz. El desarrollo de este cante va unido casi de forma
exclusiva al destino artístico de este genial creador, que con su amplísima
variedad engrandece y le da modo jerarquizador al cante por malagueña.
Por otro lado el
gitano de Cádiz, Enrique "El Mellizo", crea una malagueña distinta en
su línea rítmica a la de Juan Breva, hace de la malagueña con su hondura y
desarrollo melódico una verdadera obra de arte, diferente a la de los demás, con ecos como dicen varios
musicólogos de cánticos religiosos, con una especie de prefacio de la misa en
su introducción inspirado parece ser en la música gregoriana, siendo calificada
la malagueña de El Mellizo por José Navarro entre otros estudiosos, como la más
grande, la más flamenca y la más bonita.
Esta modalidad de
tan delicada matización ha sido cultivada y por lo tanto sujeta a posibles
transformaciones con los riesgos lógicos de sufrir algunas impurezas. Pero
gracias a otros maestros gaditanos como Pericón (amigo y compañero de "El
Morcilla, hijo de "El Melizo") y Aurelio Sellés, nos ha llegado la
trasmisión directa y conservación más pura del estilo de Enrique, tanto en su
malagueña grande como en la chica que
según cuentan creó en una fiesta en el Puerto de Santa María en l.903
junto a Don Antonio Chacón cuando al viejo maestro gaditano le empezaban a
fallar sus facultades pero no su genialidad y creatividad flamenca.
Además de estos
estilos encontramos otros que ayudaron a engrandecer este ya popular cante como
fueron los estilos del gaditano (alumno de "El Mellizo") Francisco
Lema "Fosforito el Viejo" con una malagueña que reunía la majestad de
Chacón, la arrogancia del Canario y el sentimiento de la Trini, siendo su
último tercio de una gran dificultad y por sus variadas modulaciones de una
esplendidez maravillosa.
No podemos
olvidarnos de otros estilos de malagueñas como el de Manuel Torres, casi
desconocido y rescatado por Antonio Mairena o el que canta Juan Varea que
creara "El Marruro" o el casi perdido de Tomás Pavón, tan
magistralmente intrepretado por su cuñado Pepe Pinto, ni de los bellos estilos
de "Gayarrito" y Diego "El Personita".
Actualmente estas
letras de malagueñas plenas de sentimientos y como la siguiriya casi sin
esperanza, se escucha en las voces tan importante como las de Enrique Morente,
Curro de Lucena, Luis de Cordoba, Diego
Clavel o Alonso
Nuñez "Rancapinos"
Hacia la mitad del
siglo XIX y como desprendida del antiguo fandango, tal vez gracias a algún
cantaor anónimo y local del pueblo malagueño de
'Alora, empiezan unas incipientes formas melódicas para llegar más tarde
a tomar esas características que le hacen adaptarse a la personalidad de
cualquier cantaor sin perder su entidad
flamenca o sin perder como dice el poeta José Carlos de Luna, " sus
arrestos de caña, matices de soleares o sentimientos de siguiriya",
conservando " su entrega tierna o el rompe y rasga de su cante " que
diría Andrade de Silva o "ese cante de gente con el corazón en la cabeza
" según el poeta granadino de la generación del 27 Federico García Lorca.
Es La Malagueña.
"En la Cala hay una
fiesta,
mi madre me va a llevar,
como voy tan compuesta
me sacarán a bailar,
llevo yo mis castañuelas.
"
( Malagueñas del estilo de Juan
Breva )
Debido a esa
cualidad de adaptarse a la personalidad del cantaor surge una gran variedad de
malagueñas personales sobre todo en la época de los cafés cantante, cuando los
cantaores compiten por el estilo de cada uno de ellos, desde el de Juan Breva,
primer cantaor famoso de la comarca, hasta los creadores fuera de la zona de
Málaga como Enrique el Mellizo, Chacón, pasando por, parece ser, pueblo natal de la malagueña: 'Álora,
ya que como dice Gonzalo Rojo " si Vélez- Málaga se puede considerar foco
de la bandolá, 'Álora que ha tenido una importancia capital en la gestación de
la malagueña, hay que estimarla cuna de la malagueña.
Por lo tanto, al hablar de estilos de
malagueñas según sus creadores podemos establecer dos importantes grupos,
cuales son los creadores de la localidad de Álora y sus alrededores y los
creadores de otras zonas fuera de las fronteras de la provincia malagueña.
Entre los primeros,
cantaores de la tierra, después de Antonio Ortega Escalona " Juan Breva
" de quien se dijo que por él la malagueña empezó a tener carta de
naturaleza en el tablao flamenco, cabe destacar inicialmente el estilo de
malagueña de el Canario (Juan Reyes Osuna) con una malagueña en un principio
llena de pureza pero que más tarde adaptara a ella rasgos pujantes y alegres
con alguna influencia almeriense y con las características de su timbrada y
deliciosa voz, llena de belleza melódica
" Por las trenzas de tu pelo
un canario se subía
y se paró en tu frente
en tu boquita bebía
creyendo que era una fuente.
"
(Malagueña de El Canario)
Juan Trujillo, llamado Juan el Perote,
nacido en la localidad de 'Alora (al igual que El Canario) imprime en su estilo
de malagueña unos aires camperos, no exentos de la influencia de su
paisano. El Perote cantaor perfectamente
adaptado al baile le da a este estilo de malagueña un nombre peculiar cual es
la malagueña "Perota".
Otros estilos de
malagueñas menos en uso los encontramos en Tabaco (algunos dicen que es la misma
que la de Álora), la del Cachorro, la de la Chirrina y la del Caribe, la del maestro Ojana (inspiradora de otras
malagueñas), la del Apargatero de Málaga, la del Niño de Vélez, la de
Pitana (influenciada por el estilo de la
Chirrina).
Junto a estos
estilos también encontramos otras malagueñas más interpretadas como son las de
Baldomero Pacheco, Diego el Perote (igual que Juan El Perote natural de Álora)
y la de Sebastián el Pena.
"Dile a esa mujer que ría
que yo sigo con mi pena,
yo a esa mujer no la olvío
porque pa mí fue muy buena
el tiempo que ha estao
conmigo. "
(Malagueña "perota”)
"A las paredes me arrimo
porque andando me desmayo,
yo me encuentro desvalío
por causa de un mal vasallo
y tú la culpa has tenío.
"
Pero de todos estos
estilos de cantaores de esta zona, tal vez el estilo más sobresaliente es el
interpretado por "La Trini".
Trinidad Navarro
Carrillo ha sido sin lugar a duda la cantaora que con mayor sentimiento ha
realizado estos cantes, creando a lo largo de su padecida y luchadora vida
varios tipos de malagueñas con los detalles de su personalidad, popularizándola
y recreándola algunas de ellas más tarde Don Antonio Chacón.
Por su manera de interpretar las malagueñas,
con sus portentosas facultades y la penetrante expresión de sus sentimientos,
fue llamada el Chacón hembra del estilo malagueño.