viernes, 28 de junio de 2013

ENTREGA Nº 33      29 DE JUNIO DE 2013     
           
Flamenco en Cádiz y los Puertos (3)
Cantaores de Cádiz
            En una primera fase o periodo de iniciación en torno al siglo XVIII, destacamos un artista gaditano:
            El Planeta: cantaor y guitarrista, pues el mismo se acompañaba con la sonanta en sus cantes del que fue el primer gran maestro, conocido con este sobrenombre dicen que por la veces que evocaba en sus cantes a los astros, fue maestro y  acompañó con su guitarra al puertorrealeño Fillo. De él escribieron los primeros flamencólogos como Estébanez Calderón quienes lo consideraron como verdadero patriarca de la gitanería trianera, pues cuentan que tal vez muriera adentrado el XIX en Sevilla.
            Durante el siglo XIX encontramos un nutrido grupo de buenos intérpretes de nuestros cantes:
            Paquirri el Guanté: auténtico maestro de los cantes de Cádiz y autor de un estilo de soleá gaditanísimo.
            Tío José el Granaíno, conocido como creador del cante por Caracoles
            Los hermanos Ana, Andrés y Antonia (La Lora)
            Enrique Jiménez Fernández, el Mellizo (1.848- 1.906) uno de los más grandes maestros que el flamenco tiene en su historia, este matarife y cantaor creó su propia Malagueña inspirado en la música sacra fue sin lugar a duda figura estelar en los cafés cantantes de antaño, casado con una Espeleta, su familia forma una auténtica escuela flamenca.
            Del Mellizo  diría Fernando Quiñones “lleva la música en la sangre”, también destaca los matices tan suyos así como la hondura tan flamenquísima que se contemplan en sus característicos quejíos.

Familia del Mellizo:
            Francisco Antonio Jiménez (Antonio el Mellizo, 1.874-1.936), hijo del mellizo, cantaor largo con voz afillá.
            Hermosilla, José Enrique Jiménez Espeleta (1.877-1929) siguió los cantes de su padre El Mellizo, alternando con los mejores artistas de su época. Su apodo se debe a que su padrino fue el torero de Sanlúcar Manuel Hermosilla.
            Carlota Jiménez Espeleta ( hija del Mellizo) nació en 1.886 y murió muy joven, Carlota fue considerada como un buena saetera.
            Enrique Butrón, familia del Mellizo dominador de una amplia gama de etilos
            José Espeleta “ el Pollo Rubio” hermano de Ignacio que nació en 1.869 y parece ser  murió en Méjico con cuarenta años, gran solearero,  destacando también por sus bulerías y cantiñas. Nuestro arte lo alternó con el toreo.
            Ignacio Espeleta ( 1.871- 1.938) formó parte del espectáculo “ las calles de Cádiz”, tenía un largo repertorio
            Aurelio Sellé: (1.887-1974) se le considera como maestro indiscutible de los cantes gaditanos pues conserva la escuela de Paquirri el Guanté y de Enrique el Mellizo.
            El Chele Faleta: hermano de Aurelio (1.860 – 1.913) dominó todos los estilos aunque destacó por siguiriya.
            Curro Durse: de nombre Francisco Fernández, gitano viñero considerado patriarca del cante (de él deriva la familia de Caracol- fue su bisabuelo-), magnifico cantaor de caña y destacado siguiriyero. Murió al final del XIX
Familia de Caracol
            Manuel Ortega (Caracol el viejo): padre del célebre Caracol, compaginó al arte flamenco de sus geniales siguiriyas y soleares con la acompañar a su pariente Joselito el Gallo como mozo de espada.
            Enrique Ortega “el Gordo” hijo de Enrique Ortega “el Viejo” y padre de José y  Rita Ortega, hermano de la madre de los Gallos, creó unos especiales “machos en los cantes por siguiriyas y fue un gran cantaor de cañas.
            Enrique Ortega “el Viejo” es considerado el patriarca de la larga dinastía de los Ortega, una de las figuras del XIX y  creador de Siguiriyas.
            Fosforito, de nombre Francisco Lema que por lo delgadez de su figura recibió dicho apodo, fue considerado uno de los mejores discípulo del Mellizo, poseía grandes facultades, interpretando magistralmente de entre su amplio repertorio las Malagueñas.
            Macandé, de nombre Gabriel Díaz Fernández nació en 1.897 y murió en el manicomio en 1.947, vendedor ambulante y cantaor que destacó por sus fandangos, tonás y sobre todo por sus pregones.
            Gabriel Macandé fue lo que se dice un personaje popular mereciendo escritos sobre él de poetas y periodistas.


            Agustín Fernández “ El Melu” muy buen aficionado quien decía que el flamenco lastima los oídos al profano.
            Francisco la Perla cantaor de la época del Mellizo gran siguiriyero.
            Juana la Sandita, Demófilo, el padre de los Machados, la destaca como de las mejores del XIX, aunque también encontramos en esta época a la Fandita (1.850-1.920), La Fañaca , la Jacoba, La Juanaca, La Mamarracho, La Lola, La Mónica, La Pili, La Rubia de Cádiz seguidora en los cantes por soleá de Paquirri el Guanté, María la Cantorana, María Sabina cantaora nacida en el último tercio del XIX y madre de Santiago Donday,
            Pepa Oro: Josefa Díaz, hija del torero Paco de Oro, fue una gran cantaora y bailaora que destacó sobre todo en los cantes de guajiras y colombianas.
            Rosa Vargas Fernández, Rosa la Papera (madre de la Perla), gran cantaora de bulerías.
            Rosario la Mejorana 1.862-1.922, cantaora y bailaora madre de Pastora Imperio y del guitarrista Víctor Monje, Soleá la del Juanelo….
            De época más reciente, esto es nacidos en el XX (aunque desgraciadamente algunos nos han dejado), destacamos figuras de la talla de:

            Santiago Donday, de profesión como todos saben fragüero, verdadero exponente de la pureza del cante, bebió en las mejores fuentes, la de su madre María La Sabina.

            Juan Martínez Vilches “Pericón de Cádiz” (1.901-1.980), destacado cantaor en todos los estilos gaditanos, su gracia, el salero de sus letras lo ha exportado por los mejores tablaos de España, sobre todo Madrid. Decía Pericón que a Cádiz había llegado un fardo de partituras flamencas y que los gaditanos se quedaron con las más bonitas.

            Es considerado Pericón como un verdadero maestro, por su gran personalidad y la calidad en sus interpretaciones como hoy en día podemos ver en sus grabaciones.

            Manolo Vargas (1.907-1.970), quién tras ganar en Cádiz en 1.952 el concurso por Alegrías, inicia su travesía en el arte flamenco revelándose como un verdadero cantaor de nuestros estilos.  

            Antonia Gilabert Vargas, La Perla de Cádiz (1.925-.1975), hija de Rosa La Papera ha sido una de las más completas cantadoras contemporánea, poseedora de una discografía excelente se casó con Curro la Gamba ( buen aficionado y cantaor festero), dominó todos los estilos de nuestra tierra destacando en los cantes por bulería.

            Podríamos decir sin lugar a duda que dejó huella por su personalidad siendo reconocida como una de las grandes de Cádiz.
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            Juanito Villar, hijo de la Gineta, por ello al principio de su carrera (cuando cantaba para bailar fue conocido como el de la gineta. De familia gitana, flamenca y de artistas, grandes bailaores que han paseado por el mundo entero su arte, Pablito de Cádiz, El Gineto…


            Felipe Escapachini, El Niño Solano, El Niño del Parque, Manolo Gago, Juan Silva, Niño del Mentidero…

            El Beni de Cádiz, nacido en 1.930 y descendiente del Viejo de la Isla, una de las voces más flamenca que ha tenido nuestra cultura. Ha paseado su exquisito arte por todo el mundo, en definitiva una gran figura del cante que obtuvo en 1.972 el premio de cante de Córdoba.






           

            Amós Rodríguez, hermano del Beni, gran cantaor y buen flamencólogo.

            Chano Lobato. (1.927) gaditano de la calle la Botica, de él imposible decir algo que no se haya dicho. Hoy en día nuestro mejor embajador, artista, maestro, maestro y artista donde los haya, gran dominador del compás ¿el mejor?  Cualquiera lo podría decir sin temor a cometer error, ¡pues bien mejor persona!, lo mejor para Juan Sanabria.

            El Flecha de Cádiz, nació Antonio Díaz Soto en 1.907 y murió en 1.982, gran maestro de los estilos gaditanos ganó en 1.965 en Córdoba el premio por los cantes de Cádiz, padre del Chaquetón y del Flecha hijo.

            Mariana Cornejo, sobrina de Canalejas de Puerto Real, destacada artista que domina los cantes de Cádiz, persona llena de gracia y simpatía que la reparte donde va.


      


sábado, 22 de junio de 2013

ENTREGA Nº 32      22 DE JUNIO DE 2013     
           
                       Flamenco en Cádiz y los Puertos (2)



            El flamenco como todos saben es un auténtico fraguado de cultura de los distintos pueblos que por nuestro suelo pasaron, de variadas etnias como la del pueblo caló que va llegando a España en torno al siglo XV, se adentra a Cádiz entre el siglo XVII y XVIII, dando el impulso necesario para que florecieran las formas tan especiales de  los cantes y la imprimación del sello tan peculiar que sólo los Puertos y Cádiz dan a sus estilos flamencos.

Palos básicos del flamenco son: las tonás (antes mencionadas), La Siguiriya, La Soleá, el Tango que en La bahía  gaditana adquieren rango de escuela flamenca. Son Cantes de Cádiz y los Puertos sin olvidarnos de esa forma tan personalísima de nuestro cante por bulería.




            Evidentemente son formas muy nuestra la de estos palos flamenco pero donde de verdad empezamos a sentir Cádiz con sus estilos es con las Cantiñas: Romera, Rosa, Mirabrá, Caracoles, pregones (de las Mirris, del contrabandistas…) y las Alegrías a la que podemos decir como pilar básico de los estilos gaditanos pues conserva la hegemonía y supervivencia de nuestros cantes.

            Siendo el pueblo gitano tal vez quién más aporte a la generación de estos estilos flamencos, no podemos olvidar que Cádiz ha sido umbral por muchos y variados motivos de otras culturas y hay que hacer mención de la llegada, por mar del otro lado del Atlántico de esclavos negros que nos traían las variopintas formas y maneras de su folclore, sus cantos en grupo, sus comparsas.
            Como tampoco se puede olvidar la época de la guerra de la independencia con las influencias que pudieran surgir del intercambio folclórico con los aragoneses: sus jotas, nuestras alegrías, sus letras con las nuestras hasta producirse lo que se llamaría jota de Cádiz o la media jota de la Alegría que tan magistralmente nos trasmiten gaditanos como El Beni o Chano Lobato.

            De Cádiz (Puerto Real) son los primeros grandes nombres históricos que recoge el cante flamenco: el Fillo, el Planeta, tatarabuelo de Manolo Caracol, y sobre todo Enrique el Mellizo, que creó algunas de las principales variantes de los estilos básicos del cante: Siguiriyas, Soleares, Malagueñas y Tangos. Se dijo de este matarife nacido en Cádiz en 1.848 que tenía la música por dentro de la sangre. Los cantes gaditanos se destacan del resto por su vibrante ritmo y compás.

            Otros nombres ilustres del flamenco gaditano son: José el Granaíno, Caracol el del bulto, Enrique el gordo, Espeleta, Aurelio Sellé, Pericón, Juan Vargas, Adela la Chaqueta, La Perla, El Beni, Chano Lobato,
                         

            Para los fenicios fue Gádir (Castillo), para los romanos fue Gades. Ya en este tiempo se tienen referencias escritas sobre las Bailarinas de Cádiz (Puellae gaditanae) que bailaban al son de los crótalos (instrumento musical parecido a las modernas castañuelas). Esta característica, la importancia del ritmo, será una constante en la música gaditana. La Edad Media es para Cádiz un período de decadencia pero con la llegada de la Edad Moderna nos llegan a Cádiz el eco americano, el desarrollo del comercio con África y las Indias. Se afincan en la ciudad mercaderes de Flandes, Italia y otros puntos de la península, que formarán una capa burguesa de vital importancia en acontecimientos posteriores.


          

             El mosaico humano se ve incrementado por la llegada de armenios, franceses, negros y gitanos,  dice Fernando Quiñones que los gitanos son al flamenco lo que la mayonesa es a la ensaladilla rusa. El pueblo caló que va llegando a España en torno al siglo XV, se adentra a Cádiz entre el siglo XVII y XVIII, dando el impulso necesario para que florecieran las formas tan especiales de  los cantes y la imprimación del sello tan peculiar que sólo los Puertos y Cádiz dan a sus estilos flamencos.
            El folklore de esta época es una suma de tendencias que van desde la pervivencia del legado anterior, al intercambio con los aires hispanoamericanos, pasando por la música de los negros.
            Los siglos XVIII y XIX contemplan la eclosión del Neoclasicismo, definidor del aspecto estético del Cádiz moderno. Se desarrolla entonces el Liberalismo burgués y se registran en la ciudad entre 1800 y 1850, 198 periódicos (Ramón Solís: «Historia del periodismo Gaditano»). Había tres Teatros con programas en español, francés e italiano. Desde el 24 de septiembre de 1810 hasta 1814 se desarrollaron en Cádiz y en la cercana Isla de León (actual San Fernando), los trabajos constitucionales de las Cortes. Su labor representó el fin del Antiguo Régimen y el paso a la Modernidad.
            Años más tarde volverá a manifestarse la vinculación del Liberalismo con la ciudad al ser escenario del primer estallido de la Revolución de 1868. Otros movimientos sociales como el Cantonalismo, el Republicanismo burgués y el Anarquismo campesino, hallaron eco en estas tierras. La pérdida de los territorios de ultramar redujo el papel de Cádiz a astillero, base militar y puerto de escala en rutas trasatlánticas. De fines del XVIII parecen ser las figuras de Tío Luís de la Juliana, el Cautivo, el Fillo, el Planeta y Paquirri el Guante. Cadalso en sus «Cartas Marruecas» cita como Cantes conocidos la Liviana, el Polo, la Caña, la Seguiriya, la Toná y la Jabera. Además cita bailes como el Bolero, el Vito, el Tango, el Jaleo y el Fandanguillo de Cádiz.
            Del siglo XIX tenemos los escritos de Juan Ignacio González del Castillo, autor de una numerosa variedad de Sainetes, que recoge los Cantes y bailes de la época en Cádiz.

Flamencos:
 Zorongo, Boleras, Olés, Playeras.
Españoles:
 Tiranas, Tonadillas, Bolero, Cachirulo, Romances, Fandango.
Extranjeros:
 Inglesa, Chandé, Minueto.
            A estos hay que añadir como propios de la tierra: Rosas panaderas, Fandango de Cádiz y Caleseras de Cádiz. Este es el nombre que reciben los Cantes de Cádiz. Pertenecen a este grupo:
  Alegrías de Cádiz, Mirabrás, Romeras, Caracoles, Cantiñas propiamente dichas.
            

           

sábado, 15 de junio de 2013

  ENTREGA Nº 31       15 DE JUNIO DE 2013


             Flamenco en Cádiz y los Puertos (1)

                                              
            El cante tiene un marco geográfico y lo que sí es incuestionable es que  su forma actual apareció a finales del siglo XVIII y principios del XIX entre Cádiz, Ronda y Sevilla y dentro de esta zona territorial situaremos: Utrera, Alcalá de Guadaira, Carmona, Mairena del Alcor, Morón de la Frontera, Puebla de Cazalla, Marchena, Lebrija, Osuna, Arcos, Medina Sidonia, Jerez, Los Puertos (Sanlúcar de Barrameda, Puerto Real, Puerto de Santa María, San Fernando, Chiclana y como no Cádiz, los flamencos, sus lugares de reunión, donde se escuchen sentir estos ecos primitivos será en las zonas más humildes de estas poblaciones, en las cuevas, en los ghetos, en los barrios gitanos Triana, San Miguel, Santa María...

            La zona geográfica comprendida entre la desembocadura del río Guadalquivir hasta nuestras salinas, se caracteriza por unos determinados estilos de cante a los que se ha llamado "cante de Cádiz y los puertos". En palabras de Julián Pemartín: "Denominamos así al grupo de cantes oriundos y propios de la región gaditana, que comprende las ciudades de Cádiz, Chiclana, San Fernando, Puerto Real, El Puerto de Santa María y Sanlúcar de Barrameda.

            Pertenecen al cante de Cádiz y  los puertos determinados estilos de siguiriyas y soleares, más las cantiñas, alegrías, mirabrás, romeras, caracoles, tangos, tanguillos y chuflas". Ahora bien, las cantiñas destacarían  como  cante más genuino de la bahía gaditana.

            Sobre el origen de estos cantes existen teorías diversas, y se ha escrito, incluso, que algunas alegrías son una adaptación de la jota realizada por los gaditanos.

            Se supone que estos cantes fueron creados a principios del siglo diecinueve. Se han considerado cantes más propios del andaluz que del gitano y también se ha dicho que cuando el flamenco iba adquiriendo presencia, a mediados del siglo diecinueve, no tenían para el cantaor el valor de otros cantes, como podía ser la seguiriya o la soleá.

            Eran los cantes festeros de aquella época, papel que actualmente comparte con las bulerías. Demófilo, en su "Colección de cantes andaluces" (1881), nos dice: «...al lado del hombre de sentimientos delicados que goza con la misiva triste de la seguiriya gitana o levemente melancólica de la soledad, encontramos el del espíritu alegre y bullicioso que va a recrearse con la música, también retozonas y alegre, de ese infinito número de composiciones, puramente andaluzas, conocidas con el nombre de juguetillos o alegrías».

            En principio eran cantes para acompañar al baile que con el tiempo fueron adquiriendo autonomía hasta alcanzar la categoría de cante para escuchar. Como característica principal de estos estilos gaditanos se ha señalado el compás, sin que esto quiera decir que esta propiedad sea exclusiva de los citados cantes gaditanos, sino que estos cantes se han ajustado con pleno rigor al compás requerido.
            El cante por soleá que podemos ver y oír a continuación, tiene todo el sabor del los primeros cantes de Cádiz y en la voz de  María la Sabina podemos comprobar lo rancio y jondo de este lastimero cante de la más pura escuela gaditana


             

            Los Cantes de Cádiz forman un grupo aparte dentro del flamenco que presentan unas características propias y que podíamos resumir en los siguientes aspectos:
A. Dentro del musical veremos en ellos:
   Tercios cortos
    Predominio del ritmo
    Escasez de lamentos
    Concentración  emotivo- expresiva
    Contención de sentimientos
B. Dentro del aspecto temático destacaremos que:
            El tema central de estos Cantes es la propia ciudad de Cádiz y los pueblos de su entorno. En este sentido se observa como en los Cantes de Cádiz se atribuyen a esta ciudad cualidades humanas, es decir la Cuidad se humaniza.
C. Dentro del aspecto geográfico:
            Los Cantes de Cádiz tienen un entorno definido dentro del cual se encuentran las ciudades de la Pentápolis Gaditana (Cádiz, San Fernando, Puerto de Santa María, Puerto Real y Rota), además de la Costa Noroeste (Chipiona y Sanlúcar).
            Es obligado en este Tema hacer referencia a la protagonista central de estos Cantes, es decir la ciudad de Cádiz.
            El cante jondo procede de Cádiz y de los Puertos (Sanlúcar de Barrameda, El Puerto de Santa María, San Fernando, Chiclana de la Frontera, Puerto Real), esta zona constituye uno de los  soportes básico del flamenco en estos de lugares en los que se conserva el más rico yacimiento de los antiguos romances de los que nace ‘lo jondo’. Fragmentos de estos romances o corridos constituyen la expresión básica del cante por tonás. La toná, que viene de tonada, se interpreta siempre sin acompañamiento alguno.

            De la treintena que se conoce en la historia, tan sólo se conservan tres: la chica, la grande y la del Cristo. De las tonás derivan los martinetes —o cantes de fragua—, la carcelera, la debla y las saetas flamencas.



sábado, 8 de junio de 2013

ENTREGA Nº 30       8  DE JUNIO DE 2013


                        Flamenco en Málaga (5 )


Los tangos de Málaga

         Además de todos los cantes vernáculos comentados a la comarca malagueña se le  atribuye  la creación del polo y la caña, ya que Tobalo, el cantaor que supuestamente les dio forma, era de Ronda.
         Málaga y su entorno destacan también por la creación de una gran variedad de tangos como los personalísimos del Piyayo, de La Pirula o de su discípula la Repompa.
         El peculiar estilo al interpretar los tangos de Rafael Flores Nieto “El Piyayo” hace que se personalice sus tangos malagueños como Cantes del Piyayo.
         En Málaga, los serenos
              van diciendo por las calles
                     que duerma el que tenga sueño
                que yo no despierto a nadie.
                  

         Hacia la mitad del siglo XIX nace este enigmático cantaor, transcurriendo su  vida en Málaga, malviviendo de sus cantes, se hacía acompañar por  una vieja y destartalada guitarra,  se le solía encontrar mendigando, vendiendo calcetines, peines…por las calles. Estuvo Rafael Flores en la guerra de Cuba, de ahí tal vez esa especie de guiño por guajira que imprimía a sus cantes, con sus letras divertidas, jocosas, a veces con motivos carcelarios o de las vivencias propias de la dura vida del Piyayo. Sobre su vida Valeriano León protagonizó una película  y   el poeta José Carlos  de Luna le compuso versos como:
       Tú conoces al ‘Piyayo’:
                                     un viejecillo renegro, reseco y chicuelo;
la mirada de gallo
       pendenciero
y hocico de raposo
tiñoso...
                que pide limosna por tangos
                    y maldice cantando fandangos
    gangosos?

              ¡A chufla lo toma la gente,
  y a mí me da pena
                           y me causa un respeto imponente!
                                               ……
                  


                  
En el  flamenco barrio malagueño del Perchel en el año 1915 nació Dolores Campos, La Pirula, cuyos cantes siempre en reuniones y fiestas nos llega a través de otra gran malagueña La Repompa, de nombre Enriqueta Reyes quien parece ser lo escuchó y aprendió a través un disco que su hermana Paquita grabó, según palabra de La Cañeta de Málaga también gran cantaora e hija de la Pirula.
         María Teresa Sánchez Campo (La Cañeta  de  Málaga), desde que nació en Málaga en 1932 estuvo escuchando  los cantes que su creadora madre (La Pirula) realizaba en familia, cantes por tangos que más tarde popularizara la Repompa. La sala de fiestas “El Pimpi” conoció el arte de la Cañeta cuando aún era una niña, años más tarde, por los años setenta del siglo XX y ya en Madrid, debutó en el circo Price,  trabajó en el tablao El Duende, luego en Villa Rosa. Actuó  junto a Pastora Imperio y Gitanillo de Triana. Años más tarde marchó a México actuando en El Rincón de Goya para volver de nuevo al Duende de Madrid,  a la Venta del Gato y al Corral de la Morería, a la Venta del Gato,  sin dejar de venir a su Málaga natal realizó giras también por Japón,  distintos países de América y  Europa. Casada con el cantaor extremeño José Zalazar Zalazar, esta cantaora del Perchel y de la Trinidad destacó por voz desgarrada e inimitable interpretación de los  cantes fiesteros,  es auténtica, canta y baila de forma instintiva.
         Además de los cuatros discos que ha grabado Teresa ha realizado actuaciones con grandes como, Caracol ,Beni de Cádiz,  Lola Flores, Carmen Amaya, Antonio Gades, La Paquera de Jerez…En el año 2000, fue nombrada “Cantaora del Año” por el Mesón El Chinitas de Málaga y en año 2005 se le  concedió  la Medalla de Honor del Ateneo de Málaga.

 La Repompa de Málaga, nació en la calle de La Puente del barrio del Perchel, de Málaga, el 16 de agosto de 1937, y murió  cuando solo tenía 21 años, el 6 de mayo de 1959, en su Málaga natal. Siendo niña ya apuntaba maneras para el cante, se solía escapar de su casa para ir por las Tabernas o los bodegones de los célebres barrios de Trinidad o del Perchel. Conoció a la Cañeta de Málaga (hija de la Pirula) cuando gracias al guitarrista “Niño de Almería” entró a formar parte del grupo Los Vargas junto a la Quinca, Pepito Vargas y la mencionada Cañeta. Esta gitana del Perche cogió pronto fama en el mundillo del flamenco sobre todo cuando cantó en el tablao “El Refugio”
         Tan pronto Pastora Imperio conoció el arte de ella, la contrató en Madrid para una larga temporada. Compartió escenarios con Porrina de Badajoz, El Beni de Cádiz, Farruco, Pastora Imperio…entre otros.

         Enriqueta de la Santísima Trinidad de los Reyes Porras que así era su nombre completo, dejó a pesar de su corta edad un largo recuerdo de su arte,  fue precursora de un estilo de tangos que  aunque sea originalmente de la gran  cantaora malagueña La Pirula,  se  popularizaron como tangos de la Repompa  tangos que más tarde han defendido con gran maestría su hermana la Repompilla y la hija de la Pirula, La Cañeta de Málaga.

sábado, 1 de junio de 2013


                        ENTREGA Nº 29       1 DE JUNIO DE 2013


                        Flamenco en Málaga (4)



La Malagueña
De los estilos  de malagueñas creadas por cantaores allende las fronteras de Málaga, encontramos el de  Concepción Peñaranda conocida por "La Cartagenera". Esta discípula de El Rojo El Apargatero cartagenera de nacimiento, crea una malagueña de corte levantino esto es con influencia almeriense, malagueña con la que triunfó por los cafés cantante de Sevilla a pesar de las dificultades que tuvo que superar como la de ser mujer, lo desconocido de su cante y críticas tan duras sobre su persona como la referida en la copla que hacia ella se cantaba:

                                              "Conchita Peñaranda,
                                                la que canta en el café,
                                                ha perdido la vergüenza
                                                siendo tan mujer de bien.

Sin duda estas críticas en una época como la de los años ochenta del siglo XIX hacia una mujer, debería dificultar su carrera artística si no es por sus condiciones personales que le hicieran superar tan difíciles pruebas para obtener los éxitos que con su malagueña consiguió.

                                                "Yo no tengo quien me quiera,
                                                 ni quien se quiera acordar de mí,
                                                que el que desgraciaíto nace
                                                no merece ni el  vivir."

Otro de los estilos de malagueña fuera de su provincia natal fue el creado por el cordobés  Cayetano Muriel "Niño de Cabra" quien le da a la malagueña junto a su personalidad esos aires propio de la zona. Pero los estilos que más engrandecieron el cante por malagueña lo encontramos en Cádiz con la genialidad de dos creadores: Don Antonio Chacón quien como dice Ricardo Molina le presta a la malagueña "rango de cante grande" y Enrique "El Mellizo". Del primero sin duda alguna el mejor intérprete de la malagueña, el rey de este cante ya que el jerezano además de darle a la malagueña carácter de hondura, la popularizó, implantando su estilo no sólo en Málaga sino en España entera, acariciando como dice José Blas Vega a este cante con su voz.

El desarrollo de este cante va unido casi de forma exclusiva al destino artístico de este genial creador, que con su amplísima variedad  engrandece y le da  modo jerarquizador al cante por malagueña.

                  
Por otro lado el gitano de Cádiz, Enrique "El Mellizo", crea una malagueña distinta en su línea rítmica a la de Juan Breva, hace de la malagueña con su hondura y desarrollo melódico una verdadera obra de arte, diferente  a la de los demás, con ecos como dicen varios musicólogos de cánticos religiosos, con una especie de prefacio de la misa en su introducción inspirado parece ser en la música gregoriana, siendo calificada la malagueña de El Mellizo por José Navarro entre otros estudiosos, como la más grande, la más flamenca y la más bonita.

Esta modalidad de tan delicada matización ha sido cultivada y por lo tanto sujeta a posibles transformaciones con los riesgos lógicos de sufrir algunas impurezas. Pero gracias a otros maestros gaditanos como Pericón (amigo y compañero de "El Morcilla, hijo de "El Melizo") y Aurelio Sellés, nos ha llegado la trasmisión directa y conservación más pura del estilo de Enrique, tanto en su malagueña grande como en la chica que  según cuentan creó en una fiesta en el Puerto de Santa María en l.903 junto a Don Antonio Chacón cuando al viejo maestro gaditano le empezaban a fallar sus facultades pero no su genialidad y creatividad flamenca.
                            
Además de estos estilos encontramos otros que ayudaron a engrandecer este ya popular cante como fueron los estilos del gaditano (alumno de "El Mellizo") Francisco Lema "Fosforito el Viejo" con una malagueña que reunía la majestad de Chacón, la arrogancia del Canario y el sentimiento de la Trini, siendo su último tercio de una gran dificultad y por sus variadas modulaciones de una esplendidez maravillosa.
                  
No podemos olvidarnos de otros estilos de malagueñas como el de Manuel Torres, casi desconocido y rescatado por Antonio Mairena o el que canta Juan Varea que creara "El Marruro" o el casi perdido de Tomás Pavón, tan magistralmente intrepretado por su cuñado Pepe Pinto, ni de los bellos estilos de "Gayarrito" y Diego "El Personita".

Últimamente estas letras de malagueñas plenas de sentimientos y como la siguiriya casi sin esperanza, se han escuchado en las voces tan importante como las de Enrique Morente, Curro de Lucena, Luis de Córdoba, Diego  Clavel  o  Alonso  Núñez "Rancapinos" 


"Por lo mucho que te quiero                                     "Si preguntan por quién doblan
de noche no duermo en cama,                                  del convento las campanas,              
 siempre estoy con el sentío                                       diles que doblando están
 por ver si a mi puerta llamas,                                   a mi puerta esperanza.”
ni aún durmiendo yo te olvío.                                    (Malagueña de Chacón)
(Malagueña de El Mellizo)