ENTREGA Nº 37 27 DE JULIO DE 2013
Puerto Real: sus
cantaores y el cante de la Liviana (1)
La Liviana
Cante flamenco sencillo y corto que suele usarse como
preparación de otros cantes de entonación más valiente. El origen de la liviana
no está claro. Algunos pueblos se disputan ser la patria de este cante. Esto le
ocurre a Puerto Real (Cádiz) donde hasta hace unos años se celebraba un concurso
anual de cante por livianas.
Es bueno recordar personas que colaboraron en la
celebración de este concurso, verdadero rescatador de este casi desconocido
cante entre los propios cantaores, pues así lo han manifestado más de uno y que tal vez
gracias al trabajo de estos flamencos hoy en día es conocida la liviana, hay
pues que recordar a Pepe Marín locutor de radio Jerez o a Don Antonio Murciano,
el flamencólogo y poeta de Arcos. Ellos ayudaron mucho en los inicios y es de
bien nacido el ser agradecido.
Aparece el cante de la liviana a mediados del siglo
XIX y es posible que en principio fuese una toná liviana, dada la circunstancia
de que, como las tonás, comenzó a cantarse sin guitarra, y así se exigía que se
hiciera en la convocatoria del Concurso de Cante Jondo de Granada de 1922.
Actualmente se acompaña de guitarra. Ha sido siempre, como ahora, un estilo muy
poco interpretado, empleándose fundamentalmente como preparación del cantaor
para ejecutar la serrana. José Blas Vega, justifica así su existencia y
vigencia: “Creemos que la liviana venía a ser, antiguamente, como un elemento de
preparación del cante.”
Suele interpretarse antes que la serrana o incluso
puede rematarse con el cambio por siguiriya de María Borrico. Está emparentado
musicalmente con la siguiriya, de la que toma el compás. Tiene la liviana puntos
de contacto con la serrana en cuanto a su melodía y nos lo recuerdan en sus letras
pues éstas tratan del campo, de los caminos, de los arrieros y de los
pastores.
Año tras año ha ido celebrándose el concurso y cada
año con más presencia de buenos aficionado, al principio cantaores de Paterna,
de Bornos, Chiclana, Sanlúcar y así de toda la geografía flamenca gaditana pero
a partir de los noventa la Peña flamenca
Canalejas de Puerto Real es escuchada por toda la comarca andaluza y
participando cantaores y cantaoras de Sevilla, Huelva, Granada, Mairena,
Alcalá…
Unas
veces como al principio en el cine Cinema, otras en los patios de colegio la
Salle o en el antiguo Balneario, donde en el año 93 se casaron dos ilusiones
flamenca, la de realizar en la sede de
la Peña un magno concurso festival como así fue y la de dar nombre flamenco a
la flamenca peña y no pude ser otro que el de Canalejas de Puerto Real.
La liviana es un cante del que todos los
estudiosos dicen que ofrece una teoría por su nombre y otra por su probable
origen ya que se le llama liviano al asno que va delante en la punta dirigiendo
la recua por lo que dicen que es un cante que proviene de una toná propia de
los arrieros, haciendo referencias sus abundantes letras que le aluden.
"¿De
quién son esos machos
con tanta sea?
Son de Pedro Lacambra.
Va pa Gilena."
Otra opinión sobre el origen de este palo
flamenco es el de identificar la palabra liviana con liviano o suave por lo que
se trataría de una especie de siguiriya de alivio, suave como para aliviarse el
cantaor.
El gran flamencólogo Ricardo Molina habla de
la procedencia gitana de este cante dando tres tipos de liviana, dos con
aproximación a la serrana y la interpreta con maestría Pepe el de la Matrona y
una, la más difícil y quizá la más antigua, que la emparenta con una antigua
toná de la que toma el nombre y que se cantaba desde la época de tío Luis el de
la Juliana o el Fillo y que es la Toná-liviana o toná y liviana que tan
genialmente ha recopilado e interpretado Antonio Mairena, verdadero y casi
único impulsor de este cante con peligro
de extinción.
La Liviana que corresponde a las
teorías que interpreta Pepe el de la Matrona suelen cantarse a modo de "
salía" (se denomina salir por Liviana y suelen cantarse para acompañar en
su salida a la Serrana, con la que está tremendamente emparentada) mientras que
la Toná y Liviana, teoría que según Caballero Bonald corresponde a una antigua
y difícil de demostrar forma compuesta, se canta en solitario ya que el cante
en sí lleva la toná como macho de la propia Liviana y a ésta como introducción
de la toná
La
métrica de la Liviana es de cuatro versos: de siete (heptasílabo) y en blanco
el primero y el tercero, pentasílabo y con la rima asonante el segundo y el
cuarto.
"Por esa vereíta
en que mal hora
tuvimos que encontrarnos
los dos a sola."
Cantaores antiguos que interpretaran
con grandeza la Liviana encontramos desde Tío Luis el de la Juliana hasta Pepe
el de la Matrona, pasando por el Fillo, Silverio, Juan Talega, hasta llegar a
Antonio Mairena, impulsor de éste como de tantos otros cantes antiguos y en
decadencia.
María Borrico, si bien no interpretaba (que se
pueda demostrar) la Liviana, sí ha dejado un tercio por siguiriya que sirve de
macho a varios estilos de liviana, dándole a ésta aún más grandeza si cabe.
Actualmente encontramos a varios importantes cantaores que contemplan en
su discografía y repertorio estilos de livianas bien por la modalidad del
Matrona bien por la de Antonio Mairena, destacando Meneses, Fosforito, Curro
Malena, El Cabrero.
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