También
en estal
áreaflamencadeCádiz
y los Puertos , encontramos a Sanlúcar de
Barrameda, que no sólo le da a los palos flamenco lasrosas,
loscaracolesy
lasromeras,
todos ellos cantiñas de Cádiz por excelencia, un sello especial sino que además y
basado en intérpretes como los de la familia Bocheque , crearon el mirabrás.
En el siglo XIX
se instalaron en la ciudad una familia gitana
apodada Los Bochoque que se dedicaron al trabajo de la fragua y en este
lugar de trabajo y familiar de la Plaza de la Fuente Vieja, se escucharon cantes de miembros de esta
familia como Tío Frasco La Mica, María la Mica, Las Mirris (Primas de los
anteriores), Pepa La Bochoca, Pepe Bochoque o Miguel de la Pepa.
PERICO FRASCOLA
Nombre artístico
del cantaor Pedro Serrano Carrasco. Nació en Sanlúcar de
Barrameda en 1883. Fue el
creador de una toná, la que lleva su nombre. Falleció en 1915. A
Perico Frascola se le debe varios y antiguos estilos de cantes de los Puertos
como siguiriyas o la propia Toná y Liviana. Este añejo cantaor dejó una muy
buena herencia en su Sanlúcar natal, que conservó y nos la transmitieron entre
otros cantaores como Ramón Medrano…
RAMÓN
MEDRANO FERNÁNDEZ
Cantaor gitano, siempre se le ha conocido con
su propio nombre artístico deRAMÓN MEDRANO, nació en Sanlúcar de Barrameda
(Cádiz) en el año de 1906 y murió en Sevilla en 1984. Su mayor interés flamenco
reside en que era conocedor de muchos romances y otros cantes antiguos que le
habían transmitido sus mayores. Aunque formalmente no fuera un cantaor extraordinario,
todos los estudiosos coinciden en señalar su enorme valor como transmisor de
cantes antiguos y de gran pureza, algunos de los cuales dejó afortunadamente
grabados.
Participó en el
Festival de Cantes de los Puertos de El Puerto de Santa María en 1971 y 1974.
Fue un cantaor de los estilos del cante más antiguos de Sanlúcar como las
gilianas, las rosas, cantiñas y seguiriyas. Su abuela "La Bizca"
murió en 1954 con 104 años y era portadora de todos los cantes de su casa, tal
como su tío Félix Serrano Medrano
El Mirabrás
Originario
esta cantiña de un primitivo pregón, se
dice de él que su pegadizo ritmo, su melódica línea y sus inverosímiles
variantes le convierte en una verdadera joya de estos cantes ligeros y
festivos, representando el Mirabrás de lo más bello en lo que a variaciones se
refiere de las cantiñas.
Al
igual que las otras cantiñas, se acompañan con el mismo toque que las Alegrías,
haciendo sus letras alusión en un principio al pregón de fruta:
"¡Ay! Que Mirabrá
y que
mirabrandito viene,
mirabrandito vá.
Aunque
antes se puede apreciar como dice Blas Vega adaptaciones en sus letras
principales de alguna canción liberal del Cádiz de las Cortes.
"A mi que me importa
que un rey
me culpe,
si el
pueblo es grande y me abona.
Voz del pueblo, voz del cielo."
El mismo Blas
Vega también nos dice lo incierto del nombre de esta cantiña y alude aunque sin
fundamento sólido, según el mismo nos indica, que el vocablo mirabrás, pudiera
ser fruto de una interpretación como corrupción fonética del final del
estribillo mira Blas o mira y verás.
Muchos
flamencólogos opinan que es a partir de Tío José el Granaíno que adaptó a este
compás un pregón que aparece en la zarzuela del maestro Soriano Fuertes
"El tío Ceniyitas", aunque otros dicen que la música la puso "El
Granaíno " de una cantiña llamada " El Almorano " cuyo
estribillo sirvió para dar nombre al Mirabrás.
La Peña
Flamenca Puerto Lucero (nombre antiguo de la localidad), organiza cada verano el concurso "Noches
de Bajo de Guía" en defensa de la pureza del arte flamenco y de su
particular cantiña: el mirabrás.
Un ejemplo del
trabajo que los componentes de la Peña realiza fue el reconocimiento a los
flamencos y flamencas en la final de la edición del XXI Concurso de las “Noches
de Bajo Guía” con el azulejo que en la
Fuente Vieja (lugar de encuentro de los flamencos sanluqueños) descubrieron y
en donde se inmortaliza los nombres de todas la personalidades flamencas de
Sanlúcar de Barrameda
Un emotivo acto
como colofón al Concurso de 2010 en el que aparte de las autoridades locales,
intervino Encarnación Marín La Sallago quién recordó como los gitanos y entre
ellos su bisabuela “La Gongue”, cantaban alrededor de la Fuente Vieja.
En dicho
azulejo, obra del escultor se leen los nombres como:
Tío Frasco, María la Mica de la familia Los Bochoques,
Perico de la familia Los Frascola , Fernando
de la familia Los Mezcle, Las Mirris, Pepe Sanlúcar de la familia Los
Anciá,Tío José el Granaíno, El Tuerto La Peña, Félix Culqueja, Diego Antúnez,
Antonio Espejo, El Peo, El Quijá, Ramón Medrano, La Joaquina, La Sallago, María
Vargas, Antonio Jurado "El Nono" y Laura Vital entre otros cantaores
o cantaoras, guitarristas como Esteban y Antonio Sanlúcar, Isidro Sanlúcar,
Diego Gómez, Manolo Sanlúcar, junto a bailaoras y bailaores como La Tuerta, La Bizca, Alfonseca, El
Trompo.
viernes, 23 de agosto de 2013
ENTREGA Nº 41 23
DE AGOSTO DE 2013
Cantaores de Puerto Real
EL COJO PAVÓN
JUAN PAVÓN SUÁREZ
Este cantaor gitano está considerado
por los grandes estudiosos del flamenco como uno de los grandes cantaores, de
los que expresan los cantes con mucha pureza gitana.
De nombre artístico ElCojo Pavón, Nació en
Puerto Real (Cádiz) en el año de 1.895, muriendo en su pueblo natal el día 8 de Febrero de
1987. Fue hijo de la cantaora y bailaora La Curra. A los cinco años le cantó a
Enrique El Mellizo, en el barrio gaditano de Santa María.
Su trayectoria artística estuvo
alternada con diversas actuaciones en
público y en reuniones de cabales,
cantando junto a las figuras de principio de siglo. El Cojo Pavón fue un
cantaor de amplio repertorio, no grabó
en discos hasta los setenta y cinco años cuando lo hizo para la obra Magna Antología
del cante flamenco, con la guitarra de Félix de Utrera, en 1.971
Una de sus más significativas
actuaciones en festivales, tuvo lugar en 1.974 en El Puerto de Santa María durante
la IV Fiesta del Cante de los Puertos.
En Puerto Real, su tierra natal, en 1.978 le fue tributado un
homenaje que se celebró en el Cine
Sasián y que contó con la intervención
de los poetas Juan Antonio Campuzano y José Luís Tejada junto a numerosos
artistas flamencos, recibiendo una placa de plata del ayuntamiento.
Este gitano cantaor y maestro barbero,
entre otros palos del cante destacó por su estilo muy personal, interpretando
magistralmente “su malagueña, soleá de Cádiz y los puertos, rumbas, romances o la
siguiriya corta de la Isla.”
Enlace que se recomienda para oír varios cantes: soléa, romances, rumbas..)
Eliseo del Puerto, al igual que El
Cojo Pavón, este cantaor puertorrealeño participó en algunas fiestas
del Cante de los Puertos y es que José Almendro Díaz aunque naciera en
Puerto Real en 1913, utilizó el nombre artístico de Eliseo del Puerto, pues
durante muchos años residió y actuó en el Puerto de Santa María, acudiendo a
reuniones cabales con Aurelio de Cádiz, Pericón
o Manolo Vargas. Destacó Eliseo en los estilos más puros de los Cantes
de Cádiz y los Puertos.
Antonio
Cruz Ortega,
Aunque nacido en la provincia de Huelva
desde muy pequeño se traslada con su familia a Puerto Real. Antonio es con toda
seguridad uno de los cantaores más puro que ha dado esta tierra.
De muy joven conoce a Monís, un gran
aficionado de la localidad de quién aprende, como él mismo dice, no solo a cantar los distintos palos del
cante sino el gusto por la pureza, la
defensa de los cantes más antiguos que Antonio ha interpretado a través de los
años con verdadera maestría.
Destaca
Antonio por su sensibilidad musical
(heredada de su padre) a lo que hay que añadir la calidad de su voz que junto
al encuentro de Monís ha hecho de Antonio Cruz todo un cantaor del
cante jondo y prueba de ello es el concurso nacional de cantes por siguiriya
que obtiene en el mismísimo Jerez de la
frontera, uno de los puntales de la jondura flamenca, verdadera fragua del
cante gitano.
Además de gran cantaor Antonio ha
dedicado gran parte de su vida a la actividad flamenca desde su participación
como directivo en la peña puertorrealeña Canalejas de Puerto Real de la que ha
sido presidente.
Juan
Muñoz “el Polvorilla”
Una expresión muy usada en el flamenco es “cantar a gusto” o con “qué
gusto canta”, pues bien en el caso de
Juan el Polvorilla esta expresión podemos afirmar que le hace verdadera
justicia ya que este gran aficionado es de los cantaores que con más gusto
canta.
Desde muy joven ha alternadosus trabajos con las reuniones
flamenca para ganarse alguna ayudilla, como solía decir, pues para mantener a
su familia, a su numerosa familia todo era poco. Tal vez y esta es una opinión
muy particular del que modestamente esto escribe, tal vez si su circunstancia
hubiese sido otra, o quizá le hubiera tocado vivir otra época, hoy en día
hablaríamos del Polvorilla, como uno de los grandes artistas de nuestro arte,
pero la vida ha sido muy distinta y esta buena persona y buen aficionado ha
sido muy reconocido por la ciudadanía
puertorrealeña y hoy en día se puede disfrutar de sus añorados recuerdos y de
sus cantes en la voz de un hijo suyo que ha heredado de su padre ese arte
tan nuestro a la par que su nombre de Polvorilla.
Además de estos buenos cantaores encontramos en la villa puertorrealeña
un bueno número de cantaores de entre los que destacan José Ramos “Chaconcito”,
buen aficionado y estudioso del flamenco como lo demuestran sus artículos en la
revista local El Dique o el gran conocedor y buen cantaor de los cantes
maireneros Manuel López Aguilar “Manolín”,cabe también nombrar en
este apartadoal gran amigo del flamenco, puertorrealeño nacido en el Puerto
de Santa María José María Otero “Farina” quién al igual que Antonio Cruz, fue
presidente de la peña flamenca puertorrealeña”Canalejas de Puerto Real”.
Ya más jóvenes encontramos a Antonio Traverso “El Colorao, ahora
dedicado a trabajar buscando nuevos valores desde su escuela flamenca cosa que
compagina con sus actuaciones en peñas del entorno gaditano o en colaborar con
varias academias de bailes, por otra parte el anteriormente mencionado Juan
Muñoz “Polvorilla hijo” o la
flamenquísima Rocío Fantoba dos jóvenes valores con muy buenos conocimientos,
y saber hacer siendo el futuro del cante en esta localidad gaditana de los que
con toda seguridad pronto se hablará de sus flamencas cualidades.
viernes, 16 de agosto de 2013
ENTREGA Nº 40 17 DE AGOSTO DE 2013
Cantaores de Puerto Real
CANALEJAS DE PUERTO REAL
Juan
Pérez Sánchez, nació en el año 1.905 en el
conocido y puertorrealeño
callejón del Obispo, descendiente en su tercera generación de la familia
gitana de Jerez de "los Paquirri" de ahí tal vez la facilidad que
siempre tuvo para acompasar cualquier canción y hacerla festera, pues sin duda
el cante por bulería con su personalísimo sello fue su principal virtud dentro
de su amplísimo repertorio.
El apodo de Canalejas se debe a una
característica de la época de comparar a la gente con personalidades de
entonces aunque sin que faltara la picaresca
y las contradicciones propias de los tiempos y de este rincón salpicado
de gracia y salero. Por lo tanto a él como a su hermano le pusieron Canalejas y Moret respectivamente remedando
su propia familia (tal vez el mismo padre) a sus hijos varones con éstos célebres políticos con los que
quizás tuvieran algún parecido o características en razón a sus formas de ser o
de carácter "serio" el uno, "simpaticón" el otro comparable
con los líderes de la segunda republica española. Lo cierto es que estos
hermanos siempre estuvieron juntos en su infancia, tanto para buscarse
"dos pesetas" con el marisqueo por estas ricas zonas de los puertos,
como para ir a buscar alguna que otra fiesta por los entornos de su localidad
natal (de los siete hermanos que eran, con Moret era sin duda con el que más
hacía).
Cierta
noche fueron Canalejas y Moret al Teatro Real de San Fernando a escuchar a
Manuel Torre, no quedando (al menos los buenos aficionados) contento con la
actuación del genial maestro de los duendes negros y a la mañana siguiente, tal
vez de madrugada, en la reunión que solían tener los cabales después de cualquier
actuación se coló como de rondón el jovencísimo puertorrealeño y en medio de
los aficionados allí presente se arrancó por siguiriya, haciéndole el cambio de
Manuel Torre y dejando con apenas 13 años boquiabiertos a los grandes
aficionados que en torno al maestro jerezano se dieron cita.
"Eran tan
grandes mis penas
que no
caben más
porque
me veo malito de muerte
en el
hospital."
"Si algún día yo a tí te
llamara
y tu no viniera
la muerte amarga, compañera mía
yo la apeteciera."
Esto iba a suponer algo muy importante para el
futuro de este joven mocetón. Pues ya no se trataba de cantar, cosa que hacía
con regularidad, por las bodas o bautizos de Puerto Real o algún cortijo de la
zona, sino que se trataba de cantar en una reunión de cabales después de oír al
gitano más puro que según muchos dio el cante; y cantando precisamente su
particular siguiriya, animándoles a
seguir por esa línea de pureza los allí presente y regalándole (quizá su primer
jornal) la nada despreciable cantidad por entonces de cincuenta pesetas. ¡Mucho
tenían que mariscar Canalejas y Moret para conseguir diez duritos (como ellos
mismos decían), y esa noche lo hizo Juan con un cante y a gusto con lo que
hacía!
Pronto dejó Juan, al menos de forma continua el marisqueo para
intentar la "aventura" y trabajar en los astilleros conocido en
Puerto Real como el dique, comprándose el mismo las herramientas necesaria para
la carpintería y presentándose a examen que aprobaría más por su voluntad que
por sus destrezas el oficio de carpintero, colocándose en el
comentado dique como peón.
Mientras
tanto seguía su vida flamenca entre reuniones, bodas, bautizos con alguna que
otra actuación en los modestos cafés cantantes que habían en Puerto Real, San
Fernando o en Jerez, cobrando las menos de las veces tres o cuatro duritos que
le ayudaban a esos gastitos que ya nuestro cantaor empezaba a tener, pues ya se
producían sus pequeños escarceos con los amigos dentro del ambiente flamenco cosa
que al puertorrealeño le encantaba.
"Al
toquee de una campana
iba un condenao hacia la muerte
al
doble de una campana,
lleva un crucifijo al cuello
y mirando al cielo exclama:
¡Dios
mío!, ¿Qué habré yo hecho?"
Además de los cantes del Torre le gustaba a
Canalejas realizar los del otro gran maestro de Jerez, el Niño Gloria sobre
todo sus fandangos y saetas, sin que faltaran los tangos, soleares o bulerías
de la Niña de los peines.
Era
este su amplio repertorio con la incorporación de algún tímido fandanguillo que
modestamente empezaba el mismo a crear
sobre todo en principio en lo que a letra se refiere, para más tarde imprimirle
su sello personal a este cante que le diera fama.
En
uno de estos cafés cantante de la localidad de Puerto Real, estuvo cierto día
un aficionado flamenco que trabajaba como inspector de hacienda de la compañía
trasatlántica y se asombró de las buenas maneras que este peón carpintero tenía
con los rebuscados tercios de los cantes a compás diciéndole según cuentan los mismos miembros de su familia:
¡Niño, tu trabajas aquí con lo que vales!
El
conocer a este inspector de la compañía naviera y la amistad con Rafael Cabeza
cocinero del Magallanes, padre a su vez de un buen aficionado de la localidad,
hace que se traslade a Barcelona como polizón en el mencionado barco, empezando
para Juan su aventura flamenca en Barcelona.
"Porque volar no podía,
un pajarillo temblando,
porque volar no podía
a mi me decía piando:
¡Llévame a la mare mía,
que ya me estará buscando!
Ya en Barcelona y de la mano del
mencionado Rafael Cabeza, frecuentó los lugares donde el flamenco tenía lugar,
empezando pronto a darse a conocer, unos dicen que con el nombre de Niño de
Jerez, otros con el de Canalejas de Jerez como para abrirse más camino en este
difícil mundillo, pero lo único cierto es que utilizó el nombre por el que
siempre fue conocido y que llevara con orgullo por toda España: Canalejas de
Puerto Real.
A partir del año 1.932 comenzó a tener gran
popularidad y aunque Barcelona le sirviera en principio y de manera
circunstancial de base, va actuando de forma alterna por Valencia y por Madrid,
donde debuta con el Pena hijo y con el célebre Angelillo en el Salón Olimpia,
hasta que en el año 1.934 junto a José Cepero, se presenta en el conocido y
desaparecido Circo Price de Madrid.
"Rocío ¡ay! mi Rocío
capullito florecío,
de pensá en tu quereres
voy
a perder el sentío,
porque
te quiero, mi vida,
como
naide t`ha querío
Rocío,
¡ay!, mi Rocío."
Esta creación de Canalejas, cantada con su
estilo peculiar por fiesta, supuso la novedad del año 34 y pedida
constantemente por el numeroso público que acudía a verlo en su primera gira
por toda la geografía española en unión de Pastora Pavón la Niña de los Peines
y de José Tejada (Pepe Marchena), realizando a partir de entonces abundantes
giras junto a Pastora, Pepe Marchena, el Sevillano y todos los grandes artistas
de entonces a la par que grababa por vez primeras estos cantes con este su
peculiar estilo, con "Rocío" como su principal aportación a la
discografía flamenca por entonces.
Durante los años 1.935 y 1.936, va actuando
por los distintos teatros de España hasta que al empezar la guerra civil que le
coge entre actuaciones por Sevilla y Jaén, decide quedarse a vivir mientras
dure la contienda en la capital jienense.
"Entraba por la ventana
en la
prisión que sufría,
entraba
por la ventana
una paloma
y traía
desde
tierras muy lejanas
besos de
la mare mía."
Pasada
la guerra civil española y después de haber estado preso en la cárcel de
Chupones en Puerto Real, probablemente por problemas de sus ideas políticas
(parece ser era republicano), o por la zona donde la cayó el movimiento
nacional, se estableció definitivamente en Jaén donde ya conocía a la mujer que
iba a ser su esposa y la madres de sus tres hijos.
En el año 1.939 retorna de nuevo a los
escenarios, comenzando con un espectáculo en la plaza de toros de Cádiz, al
lado de la Niña de los Peines y el Sevillano, realizando a partir de entonces
varias giras por casi todas las provincias de España, en compañía de los mejores artistas de
entonces de esta época conocida en el flamenco como la época de le ópera
flamenca.
Destacó, el cantaor puertorrealeños en actuaciones junto a Pepe Marchena, sin faltar
dos circunstancias importante a lo largo de su vida como eran su cita obligada
todo los años a la semana santa jienense para cantarle (según promesa suya) la
saeta a Nuestro Padre Jesús, y sus constantes visitas a su pueblo natal para
ver a sus familiares (todos de la villa puertorrealeña) o reunirse en reuniones
flamencas con la gran cantidad de buenos amigos y no menos aficionados que
Canalejas siempre tuvo en este rincón suyo por el que él siempre tuvo un gran
apego.
A pesar del comentario que en cierta
ocasión hizo él al periodista Tico Medina cuando le pregunta sobre su vida en
Jaén y no en "su Puerto Real", respondiendo Canalejas que en Jaén se
hacía los huevos con aceite de oliva y en Puerto Real con brillantina, lo que
ocasionó verdaderos disgustos entre los puertorrealeños al no interpretarse la
frase con el sentido que la quiso decir,
cosa que más tarde el propio Canalejas aclararía.
Antes
de dedicarse, según nos cuentan flamencólogos como Manuel Ríos Ruiz, González
Climent o Juan Antonio Ibáñez, a los concursos (sobre todo de los cantes de Levante),
realiza su debut en el famoso tablao de las Brujas de Madrid en 1.960, pasando
luego al llamado Torres Bermejas.
De entre los muchos premios que cosechara en
la última etapa, antes de morir en l.966, destaca el primer premio de cantes de
Levante en el Concurso Nacional de Córdoba en l.964 y el segundo para
profesionales de Cartageneras, celebrado en la localidad de Cartagena y que
ganara de manera brillante otro gran artista de la época Bernardo el de Los
Lobitos en l.965, sin olvidarnos del año l.963
cuando triunfara de manera espléndida en el Concurso Nacional de Cantes
mineros que ce celebra anualmente en la Unión, obteniendo la famosa y codiciada
Lámpara Minera.
Aunque ha sido Canalejas, un cantaor
poco estudiado, de él concretamente Ríos Ruiz comentó en cierta ocasión que
" entre la maraña de sus cuplés por bulerías, existía en él un sedimento
flamenco digno de atención", comparándole con Manuel Vallejo y con Pepe
Pinto como cantaores que necesitaban revisarse por parte de los estudiosos.
Por
otra parte Juan Antonio Ibáñez, diría del cantaor puertorrealeño que guardó
siempre el equilibrio de un vivido sentido profesional junto al amplio
conocimiento de un arte que dominaba, mientras que el famoso y no menos
importante flamencólogo Anselmo González Climent, destacó sobre sus cantes
festero la personalidad y lo acompasado de sus bulerías llenas de popularidad e
imitación, dándole importancia también (además de por su personal estilo
festero), a las saetas por Canalejas interpretadas, considerándolo como brillante saetero que compitió con
personas de la talla de Pastora Pavón (La Niña de Los Peines), del Gloria o de
Vallejo, sin olvidarse de la dulzura que imprimía a los cantes de Levante o del
fandango, siendo un intérprete según el mismo González Climent comentara con un
repertorio amplio sin duda en palos poco cantado en esa difícil época flamenca,
con cantes como: La Rosa, El Polo, La Serrana, o la misma Policaña de la que el
propio Canalejas diría a su hijo Fernando como se doblan los tercios del polo
para llegar a través de este macho y los ayes característicos a doblar el polo
por la caña como estrambote o lo desconocido de su cante por soleá, como le
diría a su familia el Maestro Don Antonio Mairena: "tu padre por bulería
es un genio, aunque conoce todo o casi todos los palos".
Pero no acaba lo relacionado con el flamenco
al desaparecer Canalejas de Puerto Real en Diciembre de l.966 en lo que a su
familia se refiere, pues ahí están sus hijos Fernando y Manuel con sus
actuaciones por su Jaén natal y provincia, aunque no sean profesionales,
dejando ese sabor o "ese gustito" al oírsele como si de una escuela
flamenca se tratara; Ahí está también su sobrina la puertorrealeña Constanza
ganadora de varios concursos de saetas y fiel intérprete de los cantes de su
tío Juan, hija ésta de su hermana Ana y de su cuñado y gran aficionado y
compañero de no pocas juerga de Juan el conocido popularmente en Puerto Real
como "el Peluca", al que le dedicara varios fandangos nuestro cantaor
con motivo de un accidente importante que tuviera, sin olvidarnos de su otra
sobrina la gaditana al que él desde pequeña, presentara en el mundo de
espectáculo y que después de estar algún tiempo algo retirada ha vuelto
al canta hace unos años con unos bríos y un compás digno de elogio y ahí está
como una de las mujeres más importante de lo flamenco y sobre todo de los
cantes de Cádiz: Mariana Cornejo.
viernes, 9 de agosto de 2013
ENTREGA Nº 39 10 DE AGOSTO DE 2013
Cantaores de Puerto Real:
El Fillo
“Por
la Iglesia mayor
no
quiero pasa,
porque m'acuerdo e la mare mi alma
y me echo a llorar”
Aunque todavía hay estudiosos que
disiente, la mayoría de los flamencólogos nos confirman que Francisco Ortega
Vargas apodado El Fillo nació en Puerto Real a principio del siglo XIX, rincón
de la provincia de Cádiz donde pasa este más tarde considerado rey de todos los
cantaores los primeros años de su infancia hasta que siendo aún adolescente
según nos cuentan Demófilo o el mismo
Bachiller de Osuna, Francisco Marín, se traslada a Sevilla atraído por el
renombre de la gitanería de Triana donde conoció al Planeta y a la Andonda,
gitana bravía, gran soleaera y mucho más joven que él de la que se enamoró.
Fundamental
fue para el Fillo conocer al patriarca pues del Planeta que le aconsejara con
seguridad y parsimonia a la vez que le acompañaba en sus cantes con la
guitarra, aprendió el Fillo esos sones antiguos a los que este cantaor
generalísimo (como le llamó Antonio Machado y Álvarez) marcara su personalidad
en todos los cantes aunque dominaba sobre manera las cabales, la caña, el polo
y una petenera llamada Bola del Fillo, fue considerado puntal maestro
especialmente por siguiriyas
Característica de Francisco Ortega fue lo grave y quebrado
de su voz, prototipo de voz flamenca denominándose a partir del Fillo voz
"afillá". Por lo que fue una voz imitada desde entonces por innumerables
cantaores que han reconocido en este gitano como a uno de los más famosos
cantaores de todas las épocas hasta llamársele "Rubini del cante
flamenco".
Aunque tuviera el Fillo su
residencia en el barrio de Triana, constantemente iba y venía a Lebrija,
Alcalá, Morón Utrera, Jerez de la Frontera...por los cortijos y ventas donde
era admirado y concretamente en Morón conoció a un chiquillo (al maestro le
encantaban los niños) hijo de militar italiano y madre española que cada vez
que escuchaba cantar al Fillo acudía y se acercaba hasta que él cariñosamente
le tomaba entre sus brazos y le cantaba mientras le tenía sentado entre sus
piernas; no podía tener mejor escuela este chaval que más tarde sería otro gran
maestro del cante: Silverio Franconetti. Tanto le gustaba a Francisco la
chiquillería que su compañera La Andonda le compuso el siguiente cante por
soleá:
“La Andonda le dijo al Fillo:
¡Anda
y vete,pollo ronco,
a cantarle a los chiquillos!”
Francisco Ortega Vargas antes de morir probablemente
en el año 1.878 dejó una herencia flamenca plena de pureza y gitanería
llegándonos esas siguiriyas, cabales, cañas,
polos... a través de su discípulo payo
Silverio y de su otro discípulo, su sobrino el gitano del Puerto de Santa María
Tomás el Nitri quién se lo enseña al hermano de Joaquín el de la Paula, Agustín
Fernández y éste a su vez se lo trasmite a Juan Talega, que representa la
fuente más fiel hasta llegar al último gran maestro estudioso de todos los
cantes y excelente investigador de la pureza flamenca : Don Antonio Mairena.
Tuvo
el Fillo una familia muy flamenca pues aunque él fuera quién más destacara es
importante recordar nombres como los de sus hermanos Juan Encueros y a Curro
Pabla (Francisco de Paula), dedicándole el maestro a su hermano Juan un cante
por siguiriya con motivo de su asesinato-apuñalado tal vez por celos de otro
joven cantaor de entonces.
“Mataste a mi
hermano
no
t'he perdoná
tú
l'has matao liao en su capa
sin
jaserte ná."
(Siguiriya
del Fillo grabada por Antonio Mairena
El
padre de los hermanos Machado, Antonio Machado Álvarez “Demófilo” en su
Colección de cantes flamencos editada en 1881, nos habla de dos cantaores
puertorrealeños pertenecientes al principio del siglo XIX como fueron Moya,
creador de dos tonás que llevan su nombre y Tío Manuel. No se conocen más
detalles de estos cantaores salvo la catalogación que de sus tonás realiza
Demófilo quién le asigna a las de Moya el lugar décimo quinto y décimo sexto
mientras que el estilo del Tío Manuel lo inserta en el vigesimoquinto lugar.
viernes, 2 de agosto de 2013
ENTREGA Nº 38 3 DE AGOSTO DE 2013
Puerto Real: sus cantaores
y el cante de la Liviana (2)
Teniendo en cuenta que el cante por liviana apenas
se escuchaba y todavía le amenaza el peligro de extinción, durante más de treinta años la peña flamenca de Puerto
Real, denominada Peña Canalejas de Puerto Real, ha ido organizando años tras años un concurso de Cantes por
Livianas, por donde han pasando infinidad de aficionados y algún que otro
profesional, poniéndole así un modesto pero importante grano de arena para la
conservación de este importante palo flamenco. Sin embargo por las
circunstancias económicas tanto de la entidad como del Ayuntamiento puertorrealeño
patrocinador el concurso de cantes por
liviana lleva hasta la fecha cuatro años de celebrarse.
A la orilla de un río
yo me voy solo
y aumento la corriente
con lo que lloro.
Más que Jesús en el Huerto
yo estoy penando
y estas son las ganancias
que estoy sacando.
Camino
Cazariche,
Venta Bravaero,
allí mataron a Bastián Bochoco
cuatro bandoleros.
Los antiguos cantaores llamaban cantar con guía al empezar
—dentro de una misma estilística— con un cante corto, sencillo, para continuar
con dos o tres estilos más dificultosos y rematar con un poderoso macho o un
estilo de entonaciones cambiadas. La liviana, en la serrana, cumple
perfectamente la misión, ya que prepara al intérprete para que entre con el
poderío que requiere este cante y no con la lentitud habitual de los cantaores.
A la orilla de un
río
yo me voy solo
y aumento la corriente
con lo que lloro.
Estas letras en la madrugada de la noche de Santiago y Santa Ana hace
ya más de 36 años, se escuchaba en el antiguo cine de verano puertorrealeño
Ideal Cinema, era la letra del primer ganador de nuestro concurso, la letra de
nuestra primera liviana, la cantó un cantaor sanluqueño: Pepe Sanlúcar quien se
hizo con el primer premio en esta flamenca noche “La de los días señalaítos de
Santiago y Santa Ana.
Antes del año 1.976 un buen grupo de
aficionado al flamenco empezaron a trabajar en pro de una organización que
permitiera conservar los más genuino de nuestro arte, extender al máximo en
nuestra localidad lo exquisito de nuestra cultura, eran flamencos empeñados
contra viento y marea en hacer que los aficionados se unieran y juntos poner a
Puerto Real en un importante lugar dentro del mundo de la organizaciones
flamenca y de esos arduos trabajos, nace la Peña Flamenca de Puerto Real y ya
en el verano de 76 se inicia con la celebración en el cine de verano Ideal Cinema
del Primer Concurso de Cantes por Liviana.
En
dicho concurso de una forma o de otra,
bien en el mismo día Concurso-Festival bien
en días distintos, hemos tenido la suerte de contar con lo mejor del
cante baile y toque y así hemos tenido a Camarón de la Isla, Lebrijano,
Chiquetete, Fosforito, José Mercé, Rancapinos, Aurora Vargas, La Paquera de
Jerez, Terremoto, Agujeta, Chocolate, Manuel Mairena, Curro Malenas, El Beni,
Mariana Cornejo…
Tocaores entre otros como Paco Cepero,
Tomatito, El Morao, Parrilla…. Y bailaoras como Manuela Carrasco entre otras
grandes artistas de este género flamenco.