ENTREGA Nº 39 10 DE AGOSTO DE 2013
Cantaores de Puerto Real:
El Fillo
“Por
la Iglesia mayor
no
quiero pasa,
porque m'acuerdo e la mare mi alma
y me echo a llorar”
Aunque todavía hay estudiosos que
disiente, la mayoría de los flamencólogos nos confirman que Francisco Ortega
Vargas apodado El Fillo nació en Puerto Real a principio del siglo XIX, rincón
de la provincia de Cádiz donde pasa este más tarde considerado rey de todos los
cantaores los primeros años de su infancia hasta que siendo aún adolescente
según nos cuentan Demófilo o el mismo
Bachiller de Osuna, Francisco Marín, se traslada a Sevilla atraído por el
renombre de la gitanería de Triana donde conoció al Planeta y a la Andonda,
gitana bravía, gran soleaera y mucho más joven que él de la que se enamoró.
Fundamental
fue para el Fillo conocer al patriarca pues del Planeta que le aconsejara con
seguridad y parsimonia a la vez que le acompañaba en sus cantes con la
guitarra, aprendió el Fillo esos sones antiguos a los que este cantaor
generalísimo (como le llamó Antonio Machado y Álvarez) marcara su personalidad
en todos los cantes aunque dominaba sobre manera las cabales, la caña, el polo
y una petenera llamada Bola del Fillo, fue considerado puntal maestro
especialmente por siguiriyas
Característica de Francisco Ortega fue lo grave y quebrado
de su voz, prototipo de voz flamenca denominándose a partir del Fillo voz
"afillá". Por lo que fue una voz imitada desde entonces por innumerables
cantaores que han reconocido en este gitano como a uno de los más famosos
cantaores de todas las épocas hasta llamársele "Rubini del cante
flamenco".
Aunque tuviera el Fillo su
residencia en el barrio de Triana, constantemente iba y venía a Lebrija,
Alcalá, Morón Utrera, Jerez de la Frontera...por los cortijos y ventas donde
era admirado y concretamente en Morón conoció a un chiquillo (al maestro le
encantaban los niños) hijo de militar italiano y madre española que cada vez
que escuchaba cantar al Fillo acudía y se acercaba hasta que él cariñosamente
le tomaba entre sus brazos y le cantaba mientras le tenía sentado entre sus
piernas; no podía tener mejor escuela este chaval que más tarde sería otro gran
maestro del cante: Silverio Franconetti. Tanto le gustaba a Francisco la
chiquillería que su compañera La Andonda le compuso el siguiente cante por
soleá:
“La Andonda le dijo al Fillo:
¡Anda
y vete, pollo ronco,
a cantarle a los chiquillos!”
Francisco Ortega Vargas antes de morir probablemente
en el año 1.878 dejó una herencia flamenca plena de pureza y gitanería
llegándonos esas siguiriyas, cabales, cañas,
polos... a través de su discípulo payo
Silverio y de su otro discípulo, su sobrino el gitano del Puerto de Santa María
Tomás el Nitri quién se lo enseña al hermano de Joaquín el de la Paula, Agustín
Fernández y éste a su vez se lo trasmite a Juan Talega, que representa la
fuente más fiel hasta llegar al último gran maestro estudioso de todos los
cantes y excelente investigador de la pureza flamenca : Don Antonio Mairena.
Tuvo
el Fillo una familia muy flamenca pues aunque él fuera quién más destacara es
importante recordar nombres como los de sus hermanos Juan Encueros y a Curro
Pabla (Francisco de Paula), dedicándole el maestro a su hermano Juan un cante
por siguiriya con motivo de su asesinato-apuñalado tal vez por celos de otro
joven cantaor de entonces.
“Mataste a mi
hermano
no
t'he perdoná
tú
l'has matao liao en su capa
sin
jaserte ná."
(Siguiriya
del Fillo grabada por Antonio Mairena
El
padre de los hermanos Machado, Antonio Machado Álvarez “Demófilo” en su
Colección de cantes flamencos editada en 1881, nos habla de dos cantaores
puertorrealeños pertenecientes al principio del siglo XIX como fueron Moya,
creador de dos tonás que llevan su nombre y Tío Manuel. No se conocen más
detalles de estos cantaores salvo la catalogación que de sus tonás realiza
Demófilo quién le asigna a las de Moya el lugar décimo quinto y décimo sexto
mientras que el estilo del Tío Manuel lo inserta en el vigesimoquinto lugar.
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