ENTREGA Nº51
2 DE NOVIEMBRE DE 2013
JEREZ (La fragua del Cante VI)
MERCÉ
LA SERNETA,
MERCEDES FERNÁNDEZ VARGAS, gran cantaora gitana, más
conocida con el nombre artístico de LA SERNETA, nació en Jerez de la
Frontera en 1840 y murió en Utrera en 1912. Vivió desde los veintitrés años en
Utrera, donde se inició como profesional del cante, debiendo haber actuado en
los cafés cantantes de su tiempo, aunque no han sido halladas hasta la fecha
referencias concretas de este supuesto.
Gozó en su época de un gran prestigio entre la
afición y entre los mismos profesionales más destacados, especialmente por su
personalísima soleá, estilo por el que ha creado escuela y sobre todo en la muchas reuniones privadas.
Según afirmó ella
misma en una entrevista publicada en 1901, el apodo de Serneta fue: "Porque
disen de un pájaro, que le yaman serneta, que es mu ligero, y como yo era mu
viva de pequeña, me decía mi mare: ¡Anda, que paeses una sernetiya! Y
Serneta me quedó".
Según Juan de la
Plata, vivió algunos años en Madrid dedicada a dar clases de guitarra a la
aristocracia. En esos tiempos que frecuentaba
a familias importante de la aristocracia madrileña escriben de ella aún
con edad avanzada recordaban la jondura de su estilo por soleá escribiéndose
también de su época final alejada del
arte cuando llegó a vivir del “fiado de
ropas, alejada del arte y de su gloria, dice Roberto de Palacio, que la entrevistó en 1895
en sus escritos sobre la Serneta en 1901
que gracias a Chacón, el notable
cantaor, pudo dar un concierto en el Liceo Ríus (Madrid). Los años no habían
pasado en balde por las facciones de la hermosa jerezana, y júzguese de la
sorpresa del público al oír a aquella vieja cantar por soleares como ya no se
estila. Los que la conocieron en sus buenos tiempos, recordaban su copla
predilecta.
El elogio más contundente sobre la Serneta,
su cante y su belleza, lo dejó escrito Fernando el de Triana: "En
esta gitana de sin par belleza, volcó la divina Naturaleza el tarro de la salsa
y el grado máximo del faraónico estilo del cante por soleá: su voz era de una
dulzura incomparable y entre los escalofríos que producían los duendes de sus
cantes y aquella cara bonita para virgen, no cabía más factor intermedio que el
oloroso vino de Jerez o la clásica manzanilla de Sanlúcar, complemento
necesario para estar a gusto en tan simpático ambiente”.
Cuando
murió la Serneta
la escuela quedó cerrá,
porque se levó la llave
del cante por soleá.
En 1963, Ricardo Molina teorizó así
sobre las soleares de la Serneta: "Con los cantes de Merced Fernández
Vargas hemos tenido mucha suerte. Conservamos cinco o seis soleares suyas.
Algunos cantaores, vivos aún, conocieron personalmente a la maestra de la soléa
y de ella aprendieron sus cantes. Tal, Pastora Pavón, que de niña pasó
temporadas en casa de la Serneta. A la Serneta le gustaba el cante de Pastora.
Tanto Pastora como su hermano, el gran Tomás, hicieron magistralmente los
cantes de Merced. También solía cantarlos Manuel Torre. Por su conducto han
llegado hasta nuestros días salvándose del olvido, pues la Serneta no llegó a
hacer discos. En las soleares de la gran cantaora jerezana late el alma de
Sevilla. Es la vieja y grave escuela de Triana la que se remoza en el arte
inimitable de Merced. Es un eco vivo y directo de la bravía Andonda el que
endulza y pasa del grito al gemido en las soleares de la Serneta. La difusión
de sus cantes fue enorme. Juan Breva y Chacón los hacían con frecuencia, y los
que muchos califican a la ligera de soleares de Juan Breva, son los de Mercedes
Fernández Vargas".
MANUEL TORRE,
Hijo del aficionado Juan
Soto, apodado Juan Torre por su estatura, nació en el barrio gitano de San
Miguel, concretamente en la calle Álamo el día 5 de diciembre de 1. 878. Hasta
llegar a ser conocido como Manuel Torre, Manuel Soto se inició con nombres como El Niño de Jerez, el
Niño Torres cantando en las fiestas de los flamenco barrios de su Jerez natal
pasando luego por cafés cantantes como los de La Vera Cruz y la Primera,
pasando luego a Sevilla y debutando antes de cumplir los veinticuatro años, concretamente
el 11 de Octubre de 1.902, en el Salón Concierto Filarmónico donde causó una
gran sensación por su rasgo gitano y por la jondura que a los cantes imprimía.
"Limonada de mi vía,
limonada de mi amor,
y allá arriba, y arriba,
y allá arriba los dos
y después de pasar
fatigas."
-Y con el tran, tran, tran,
tranteiro,
tran, tran,
tran,tranteiro.-
(Farrruca grabada por Manuel
Mairena)
Aunque
Manuel Torre fue un cantaor que destacara en cantes como la siguiriya, la
soleá, tonás, saetas o el fandango entre otros grandes palos, en Sevilla al
principio fue conocido por sus tientos y farrucas hasta el punto que algunos le
llamaban "el tranteiro".
De Manuel
Torre el genio de los duendes negros
llegó a decir Federico García Lorca que tenía “ la cultura en la sangre”,
con su voz laína y jonda interpretó y engrandeció como nadie sus célebres y
flamencos campanilleros quizá hoy en día su estilo representa la escuela la más
apreciada y de donde salieron cantaores con esos duende negros como Fernando
Terremoto de Jerez, considerándosele a Manuel Torre como el maestro del cante
gitano todavía no superado, maestro que siendo como era poseedor y dueño de la
mayor riqueza cultural que se podía tener con su arte, muere en Julio de 1.933
tan pobre que no tuvo ni para pagar su entierro que le costeara Pepe Marchena.
"Si algún día yo a tí te
llamara
y tu no vinieras.
la muerte amarga, compañera mía,
yo la apeteciera."
DON ANTONIO CHACÓN,
El
16 de Mayo de 1.869 nació en el flamenco Barrio de San Miguel de Jerez de la
Frontera el cantaor que más tarde fuera considerado como el Pontífice del cante
y quién con toda seguridad, más grandeza y
dignificación social ha dado al flamenco.
Ya
de pequeño a pesar de las regañinas de su padre al que ayudaba en su oficio de
zapatero remendón, demostró la afición que para el cante tenía, animándose a
seguir con las primeras monedas que en los bautizos de su barrio jerezano
ganara y actuando con tan sólo dieciséis años en el famoso café cantante de
Jerez del cantaor Juan Junquera, para luego junto con Javier Molina el tocaor y
el hermano de éste el bailaor Antonio, realizar
por los pueblos de Andalucía y Badajoz una gira que duraría varios
meses, recorriendo estos pueblos unas veces en burro otras andando y donde
además de entusiasmar a todos con sus portentosas facultades y su exquisito
gusto cantando, fue recopilando lo mejor de los cantaores y estilos que en cada
localidad encontraba y así ir ampliando su repertorio hasta convertirse en el
segundo cantaor enciclopedista de la historia del cante siendo su figura
solamente comparable con la de Silverio Franconetti.
"Solamente con mirarte
comprenderá que te quiero,
también comprenderás
que quiero hablarte y no
puedo."
El
26 de Julio de 1.886 en una fiesta ofrecida por el torero Manuel Hermosilla en
su localidad de Jerez se le presentó la ocasión de oír a Enrique el Mellizo y
de cantarle a su vez, quedando el gitano gaditano con tan buena impresión de
los cante del mocetón de Jerez que le proporcionó un contrato para que cantara
con él en la Velada de los Ángeles de Cádiz, concretamente en el café cantante
de la Feria del Perejil, siendo esto su revelación artística, ya que de aquí
fue contratado por los cafés cantantes de Utrera, hasta que en el otoño Silverio
se lo llevara para su café de Sevilla de la calle Rosario con un contrato de veinte pesetas, sueldo que
hasta entonces nadie cobró. Se puede decir que desde que llegó a este café
Antonio Chacón cambió todo el panorama del gran espectáculo que allí se
realizara.
" Yo he visto a un niño llorar
a la puerta de un camposanto
y en sus lamentos decía,
¡mare de mi corazón!
por mi mare son los llantos
que dolor de mare mía."
(Petenera de Chacón)
Fernando
el de Triana estudioso de todo lo flamenco tuvo la suerte de poder presenciar
varias veces escenas llenas de calidad flamenca como las que se realizaban en
el café de Silverio, contándonos en su libro Arte y Artistas flamencos como
todos los grandes artistas del cante, toque y el baile que por allí
desfilaron prescindieron de sus derechos
de antigüedad y decidieron cantar por delante de Chacón pues así tenían
asegurado el público y sus aplausos ya que de la otra forma, si Chacón cantaba
antes, que era cuando le pertenecía, el público se marchaba y así el público
quedaría hasta el final para presenciar la actuación del joven maestro, al que
ya se le empezaba a llamar Don Antonio, hasta bien avanzada la madrugada
dándose el caso que había días que eran las cuatro de la madrugada y parecía
que era las diez, nadie se movía de su asiento. ¡Llegó Chacón y acabó con el
cuadro!
Después
de ocho meses en el café de Silverio, cantó en Málaga para más tarde volver a
Sevilla y cantar en el café del Burrero durante dos meses, prodigando luego
actuaciones (siempre plenas de éxitos)
por toda Andalucía y debutando en Madrid en 1.912 actuando en el colmao de Los
Gabrieles, instalándose de forma definitiva en la capital de España de donde
partía para cumplir contratos que siempre tenía por toda España hasta que en el
año 1.914 marcha a realizar unos treinta recitales por América donde le anuncia
como El rey del cante.
Grande
como cantaor y aún más como persona, supo ganarse el respeto de todos cuantos
le rodeaban sin problemas de celos profesionales ni de raza ya que todos veían
en él al gran maestro que valorizó al cante y a los propios cantaores, siendo
su figura de porte venerable y obispal símbolo y jerarquía (como dice Blas
Vega) del mejor arte de la época, y lo mismo se encontraba presidiendo el
célebre concurso de Granada de 1.922, que cantando ante el mismísimo rey de
Italia, que estudiando en sus propias localidades los cantes abandolaos, los
mineros (en casa de El Rojo El Apargatero) o los antiguos fandangos de Granada
que le inspirara sus cantes por Granaínas y Media granaínas.
"La Virgen de las Angustias,
la que vive en la Carrera,
esa Señora lo sabe
si yo te quiero de veras."
(Media granaína de Chacón)
Como
se indica antes, fue Don Antonio Chacón el cantaor enciclopédico más importante
de la historia del cante sólo comparable con Silverio. Dominó todos los palos,
unos aprendidos en su Barrio de San Miguel y otros en su ir y venir a escuchar
a algún viejo cantaor que con pureza interpretara tal o cual cante, de tal o
cual localidad de la geografía flamenca. Se llegó a decir que si dinero ganó
cantando, más gastó escuchando. Lo cierto es que antes de morir en Madrid el 21
de enero de 1.929 nos ha dejado grabado un repertorio completo de todo su saber
flamenco y que sirve de fuente de quizá la escuela más amplia que del flamenco
tenemos y del que han salido innumerables artistas, algunos tal vez lamentables
pues adulteraran su cante pero otros han
sabido honrar al, para muchos mejor, cantaor de todos los tiempos.
Como
se ha indicado varias veces, la lista de flamencos jerezanos sería interminable
y los nombrados grandes genios de la
historia del cante, son ejemplos como El niño Gloria y su hermana o los que más tarde han ido llegando y que
merecería capítulos aparte, pues nombres
como Fernando Terremoto (padre e hijo), su hermana, al igual que
la saga de los Agujetas o la de tío Juane, El Sordera y su familia, los
Méndez con la Paquera a la cabeza, Los Moneo con Manuel o su hermano Juan el
Torta, La Macanita….han engrandecido y siguen engrandeciendo la
cultura de la sangre como diría Federico, ¡Siguen engrandeciendo a
Jerez y… al cante grande!
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