ENTREGA Nº 63 25 ENERO DE 2014
… Y Sevilla (9) Cantaores Ilustres
Cuando
se ha hablado de Silverio o de Chacón se ha dicho que fueron cantaores
enciclopédicos, generalísimos, que han dominado todos los cantes y todos los
hacían de manera magistral. Pues bien, de Pastora Pavón Cruz llamada la Niñas
de los Peines no sólo se puede sino que se debe decir exactamente lo mismo esto
es, cantaora genial, generalísima y dominadora de todos los palos flamencos,
los que existían y los que ella con su especial don aflamencò o le dio altura de cante grande.
Todos
los flamencólogos coinciden en que Pastora fue la cantaora más completa de
todos los tiempos, representando en el arte flamenco lo más cercano a la
perfección, como dicen Blas Vega o Ríos Ruiz "La maestría inmortal".
"Péinate tú con mis peines.
Mira que son de canela.
La gachí que con mis peines se peine,
canela pura se lleva."
Estos
versos de Tango flamenco sirvió para que
más tarde llamarán a Pastora Pavón con el nombre artístico de la Niña de los
Peines, quedando atrás su nacimiento en el número 19 de la sevillana calle de
Butrón, el diez de febrero de 1.890, su bautismo en la parroquia del barrio de
la Puerta Osario, San Román y Santa Catalina, sus temporadas de niña en Utrera
en casa de la genial creadora de un estilo de soleá Merced la Serneta quién
quedaba admirada del arte y de la
inspiración de esta niña, a la que la insigne maestra mimaba y enseñaba esos
sabios compases suyos por soleá que Pastora cantó mejor que nadie, o su debut
en Madrid con tan sólo 11 años en el café del Brillante, después de actuar varias
veces en la Taberna de Ceferino de Sevilla.
María
Pastora de la Santísima Trinidad, que así era su nombre completo, vivió siempre
en un ambiente lleno de gitanería y arte flamenco pues de su familia son su
hermano Tomás, al que algunos llamaron el mejor cantaor sevillano de todos los
tiempos en los supremos cantes de siguiriyas, soleares y martinetes y su otro
hermano Arturo, el menos popular de los
tres pero reconocido y respetado por sus conocimientos y personalidad en el
flamenco y al que nadie discutió su
autoridad. Ricardo Molina sobre este triunvirato de geniales hermanos dice
"se puede definir por las siguientes
virtudes: Pastora por su enciclopedismo magistral, Tomás por su
"especialización" en los tres cantes supremos de toná, siguiriya y soleá y Arturo por su
profunda erudición".
Aunque
Pastora cantara como queda dicho de manera magistral todos los palos, destacó
de forma muy especial por su gracia en
los cantes de compás, donde imprimía ese sello suyo que hizo que muchos
aficionados identificara los cantes de
Pastora con los trianeros y así vemos sus tangos de Triana llamados a partir de
ella y por ser su creadora tangos de Pastora, ¡Qué difícil es imitar, como
muchos lo intentan, ese "gu, ru, gu.." a modo de estrambote que
Pastora pone en sus tangos, o esas bamberas que La Niña de los Peines aflamenca
a partir de unas tradicionales coplas de columpio dándole compas de soleá!.
"Ni los rayitos del sol
ni la estrella más bonita,
tienen tanto resplandor
como el de mi
morenita.
La niña que está en la
Bamba
no tiene pare ni mare.
sólo tiene mi cariño
que en el mundo es lo
que vale.”
(Bambera de La Niña de los Peines)
De
ella dijo el escritor y flamencólogo Fernando Quiñones "La pastora de los
largos rebaños de la pena y también la voz luminosa de la alegría jonda.",
habiendo opiniones sobre Pastora como la de Caracol que decía que tenía la voz
más gitana y bonita que había habido nunca, la de Ricardo Molina "Pastora
es la encarnación misma del cante flamenco" o la del poeta de Arcos,
Antonio Murciano "Como ha dicho el cante Pastora no lo ha dicho
nadie."
A
lo largo de toda su dilatada vida artística ha actuado en los mejores cafés
cantantes y con los mejores cuadros, siendo siempre la estrella y lo mismo
actúa en los teatros madrileños de Madrid-Cinema y Maravillas, que participa en
el festival de Granada alternando con Manuel Torre, o en la embajada de Italia ante el mismísimo
rey italiano, de gira por toda España con Chacón, que contratada por Concha
Piquer en el espectáculo "Las calles de Cádiz", dejando en todos sabrosa huella de sus cantes, de sus tangos,
de sus bulerías, bamberas, soleares... o de sus personalísimas peteneras.
"Mi marío no está aquí
que está en la
guerra de Francia,
y estará buscando
allí
a una pícara
mulata
- al gurugú, al
gurugú, al gurugú –
Debajito del
puente sonaba el agua
eran las lavanderas, las panaeras
¡cómo lavaban!"
(Tangos de Pastora)
Digno
de ver eran esas Semanas Santas sevillanas al paso de las imágenes
procesionales por debajo de los balcones donde solían cantar sus grandiosas
saetas junto a otro gran cantaor de la época Pepe Pinto con el que se casó en
1.930 y con el que estrenó el espectáculo España y su cantaora, retirándose una
vez que terminara la gira que con este motivo realizó por toda España.
En
1.961 concretamente el 4 de mayo en Córdoba se le tributó un homenaje en el que
participaron todos los grandes artistas de la época que la reconocieron otra
vez como la más grandes de todas las
cantaoras al igual que harían el 19 de Noviembre, cuando se inaugura un
monumento con su efigie en la Alameda de Hércules, poco antes de morir el 26 de
Noviembre de 1.969 unos días después de su
marido.
Ricardo Molina sobre este
triunvirato de geniales hermanos dice "se puede definir por las
siguientes virtudes: Pastora por su
enciclopedismo magistral, Tomás por su "especialización" en los tres
cantes supremos de toná, siguiriya y
soleá y Arturo por su profunda erudición".
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