La Saeta es la genuina voz de nuestra Semana Santa o bien
como nos dice Alfredo Arrebola.”la saeta es el corazón del
pueblo andaluz, aguijonado por el dolor divino, del que brotan lágrimas que
transformadas en dardos fulgurantes, se hacen coplas.”
La Saeta es pues la expresión más religiosa de nuestro
pueblo, su origen, a pesar de los muchísimos estudios realizados, sigue siendo
una verdadera incógnita.
El Cantar del pueblo andaluz
que todas las primaveras,
anda pidiendo escalera
para subir a la cruz.
La Real Academia de la Lengua define en el año 1.803 ala Saeta como Coplilla que
suele cantarse en la Iglesia
o en la calle, y no es hasta el año 1.918 cuando aparece las primeras saetas en
el flamenco. Según unos a través de la voz de Manuel Centeno, cuya saeta
encontramos con tercios muy alargados, otros gracias a D. Antonio Chacón (tal
vez por coincidir con las primeras grabaciones sonoras), incluso a Manuel Torre
aunque hay quien opina que años antes ya se escuchaba estas oraciones flamencas
a Enrique el Mellizo, al Cojo de Málaga y a la Niña Parra. Destacan
también en esta etapa de esplendor La Serrana, Medina el Viejo, Pastora Pavón- La Niña de los Peines-, Manuel
Vallejo y ¡cómo no! El Niño Gloria de cuya personalidad y forma de hacer los
cantes han bebido muchos artistas de su época o de años posteriores, y claro no
podía ser menos con la saeta a la que le imprimió eso sello suyo especial, esa
estructura perfectamente flamenca y jerezana.
Esta Sagita (dardo, flecha) es como un mensaje, una
petición, una esperanza, una manifestación de arrepentimiento, de perdón, un
rezo, una invocación en voz alta dirigida a la Virgen o al Cristo.
En palabra de
unos de nuestros mejores poetas como fue Federico García Lorca
“ ... las Saetas son como
flechas que atraviesan el corazón....”
Jesús que vas “ataíto”
con cordeles y desnudos,
dame un granito de fe,
para comprender el mundo.
lunes, 30 de marzo de 2015
LOS PALOS DEL CANTE -13-
LA SAETA
Lunes Santo Marzo 2015
En nuestro rincón, en el solar andaluz, en la Baja
Andalucía. Porque la saeta flamenca, porque nuestra saeta, nació aquí. Donde se
fraguaron los jondos cantes que representa nuestra cultura, los profundos ecos
flamencos que tanto nos hacen sentir. Porque también es cuna de esta forma de sentir, de
esta manera de rezar a undibé.
Ahí están
las afirmaciones por citar un ejemplo de Gabriel del Estal sobre los
comentarios que en su día dijera Antonio Mairena. “En
principio del siglo (se
refiere al reciente pasado siglo XX ) llegó a Sevilla una
sencilla forma jerezana que se empezó a llamar Saeta por Siguiriyas, con tanta
o más dificultad y duende que el mejor cante por Siguiriyas y, por los años
treinta, el cante por saetas había llegado a ser de máxima altura de gran
desarrollo.
"Como no tenían naita que hacerle
le escupen y le abofetean
y le coronan de espinas
y la sangre le chorrea por su carita divina"
Es
evidente que las saetas flamencas (pues varios son sus estilos) nos llega tal
vez siglos después de esas apariciones por los siglos XVI y XVII cuando los Hermanos Reverendos Padres del Convento de Nuestro Padre San Francisco hacían
por las calles sus estaciones del Vía Crucis cantando Saetas mientras
perdonaban los pecados a todos los que quisieran. Saetas éstas, lejos de las
actuales y de las que no se conservan algún documento sonoro para poder
explicar su musicalidad.
Con el
paso del tiempo y poco a poco, a los andaluces nos van llegando esos sentidos
versos a modo de flechazos y así arriban
al corazón de los flamencos quienes hacen que se vaya fraguando con el
transcurso de décadas y décadas y con las aportaciones de las diferentes
maneras, de las distintas formas que en nuestro pueblo entendemos los rezos… y
el pueblo flamenco lo entienden así: Con sus cantes.
Nombre debido a los antiguos coros de
las Cofradías del Santo Rosario, iniciados hacia el final del siglo XVII y que
tenían por costumbre ir de puerta en puerta de los hermanos de las
distintas cofradías cantando, para avisarles mediante unas campanillas del
Rosario de la Aurora, estas costumbres parece ser iniciada por religiosos como
fray Pablo de Cádiz o por Fray Pedro de Ulloa y crearon una tradición que
se extendió por muchísimos pueblos y ciudades.
"Despierta hermano, que ya el
alba
las campanas tocan con dulce sonar,
por las calles el Santo Rosario
con recogimiento vamos a rezar,
a Dios alabar,
que nos dio devoción tan cristiana
que en casa cristiana no debe faltar.”
Estos cantos marianos fueron
impregnándose del sello popular, apareciendo con el pasar de los tiempos
numerosos coros de campanilleros que al son de los variados instrumentos que
hacían sonar al cual más rural como el cántaro empleado al golpearlo con la
alpargata, botellas de cristal o el ya mencionado como más característicos
de las campanillas, cantaban estos cánticos religioso según su época
puesto que llegando Diciembre, solían recorrer las calles con los temas
navideños.
Y de estos cantares populares un genial
cantaor de Jerez, (Manuel Torre) un determinado día en una
reunión de amigos como El guitarrista Niño Ricardo, El torero Cayetano El Niño
de la Palma, Rebollo, El Gloria, se lanzó a cantar uno de esos campanilleros
con su inspiración personal y de momento dándole un matiz y una jondura que ha
hecho que este cante muestra del folclore popular se haya convertido en
un cante con verdadera personalidad flamenca.
"A la puerta de un rico avariento,
llegó Jesucristo y limosna pió,
y en lugar de darle una limosna,
los perros que habían se los achuchó.
Y Dios permitió
que al momento los perros murieran
y el rico avariento probe se queó."
Después de Manuel Torre se han interpretado estos Campanilleros destacando
por su fidelidad según la línea del creador, Juan Varea, Pericón de
Cádiz y el Agujeta. Pero quién verdaderamente ha popularizado este
cante hasta el punto que se la conoce erróneamente como la creadora es La
Niña de la Puebla, con una entonación algo más dulce y habiendo muchos
cantaores que interpretaron más tarde los Campanilleros al estilo de la Niña de
la Puebla como es el caso de Canalejas de Puerto Real.
La cabal o las
cabales es un cante por siguiriya con entonaciones cambiadas, por lo que se le
llama siguiriyas de cambio. Cabal como cante, estrofa de cuatro versos de ocho
sílabas, se utilizó y aún se utiliza para terminar una serie de siguiriyas.
Algunos
flamencólogos, como el caso de Arcadio Larrea, opinan que el nombre de Cabal se
supone a una anécdota en el que el Fillo y el célebre torero Paquiro comentan
sobre si la siguiriya cantada por el genial creador Fillo era cabal (sinónimo
de justa o verdadera), pues el torero le correspondió con una moneda y que al
morderla el cantaor, el torero comentara si era o no cabal como su cante.
Aunque lo más seguro sea que el sinónimo de cabal sea de la más acabada o
completa de las siguiriyas.
"Abrase la tierra
que no quiero vivir,
que pa vivir como yo estoy viviendo
prefiero morir."
Sólo cantaores
de grandes facultades son capaces de realizar con todas las matizaciones tan
dificultoso cante.
El creador, sin
duda alguna, fue Francisco Ortega Vargas, conocido como el Fillo, quien deja
dicha herencia a su sobrino el Nitri y a su discípulo payo Silverio
Franconetti, verdadero impulsor de las cabales. Del Silverio diría Rafael Pareja que fue el
creador de las cabales, al que llamó estribillo al cantarse al final del último
tercio de la siguiriya cuando se aprecia que
el tocaor, realiza un cambio de tonalidad para la entrada del cante
cabal a forma de macho como indica muchos y buenos aficionados. El mismo pareja
afirma que Silverio imprimió a este palo flamenco tonos musicales americano que
con toda seguridad traería de sus andanzas
por tierras uruguayas entre otros países visitados por el genial y
enciclopédico maestro.
De la porverita
hasta
Santiago…
La
gitana cantaora del más puro estilo de cante de los Puertos, María Borrico,
realiza una magnífica recreación de estas cabales, encontrándose otros grandes
intérpretes de cabales como Pepe el de la Matrona, Antonio Mairena, Gabriel
Moreno y José Meneses.
Geográficamente cabría distinguir tres núcleos:
Sevilla (Utrera, Alcalá, Lebrija) Cádiz y Jerez aunque el hecho de la fácil
comunicación hace que tanto en un lugar como en otro se produzcan corrientes de
influjos mutuos y a lo más poder distinguir la de Jerez como más corta, más
flamenca y la de Cádiz con su típico embrujo y diferencia musical, su
característico estribillo aunque esto ya más moderno: "Con el caray,
caray..."
"El gusto se te logró.
¿a qué santito le rezas
qué tanto alcance te dio? ".
"Me voy a las cuatro esquinas,
yo me ponía a pregonar:
los higuitos sin espinas
veintiocho y un real”.
(Bulerías de Cádiz)
" Tus penas con mis penas,
vayan estas horitas
malas
por las que he tenío
buenas.
Pajaritos jilgueros,
¿que habéis comío?
Sopita de la olla
y agua del río.
"
(Bulerías de Jerez)
"Te quise sin darme
cuenta,
ahora que yo quiero
olvidarte
que trabajito me
cuesta."
(Bulería por soleá de la Pompi)
"Le peío a Jesús
mío
por las que pasó en el
huerto
te borre de mi sentío.
Esta gitana,
cuando fue a Utrera,
por las esquinas
puso banderas. "
(Bulerías por soleá de
María Peña)
Esta
última modalidad de Bulería por soleá de
María Peña cantaora de Utrera es interpretada de manera grandiosa con la
característica de su propio compás y voz afillá por su sobrina Bernarda de
Utrera.
Los grandes maestros dominadores de este cante
genuinamente gitano son precisamente
gitanos por los cuatro costados con la excepción de la segunda llave de oro de la historia del
cante Manuel Vallejo y así podemos nombrar al
Loco Mateo, El Niño Gloria y su hermana la Pompi, Pastora Pavón, Tomás
Pavón, María la Moreno, Joaniquín de Lebrija, Aurelio Sellés, Antonio el
Herrero, Manolo Vargas, Pericón de Cádiz, La Perla con sus bulerías breves y
llena de embrujo creada por su madre Rosa la Papera, El Borrico de Jerez, El
Choza, Antonio Mairena, Caracol, Terremoto. O cantaores como El Sordera,
Fernanda y Bernarda de Utrera, La Paquera de Jerez, Gabriel Moreno, Romerito de
Jerez, Aurora Vargas, Mariana Cornejo, El Beni de Cádiz, el payo Chano Lobato
(otro gran cantaor que sin ser gitano merece por su exquisito compás
resaltarlo como gran cantaor de bulerías sobre todo para bailar), Pansequito,
Turronero, El Lebrijano y Camarón de la Isla.
"Yo no quiero na contigo,
que a puñalaíta te
maten
que eres mi mayor
enemigo.
¡Ay, que doble de
campanas!
creyeron que era una reina,
la
reina no era
que era un probe gitana.
(Bulerías cantada por
Manolo Caracol)
"Quítate tú de la muralla,
venga un santito y te
diga
y te dirá que te
vaya.
Joselito, Joselito
bien
te lo decía yo
que no fuera a Talavera
que iba a ser tu
perdición.
Yo debería quererte
pero te quiero
y este cariño tiene
la pena mía
que por quererte
tanto, me desespero..."
(Estas letras por
Bulerías con algunos tercios populares son interpretadas y popularizas por El Camarón de la Isla.
Históricamente no aparece hasta mediado del siglo
XIX. Parece ser que gracias a los jerezanos del barrio de Santiago
concretamente de las calles Nueva y Cantarería, apuntando con más exactitud
Ricardo Molina que uno de estos jerezanos probablemente el primero fuera
"el loco Mateo" quien inició esos cambios en el estribillo con el que
normalmente se remata la soleá dando lugar a lo que en un principio sería
"soleá por bulería o bulería por soleá" de cuya variante tras un
cambio de ritmo, una aceleración del compás para su adaptación más viva al
baile, nacería el cante por Bulerías concebida esencialmente como cante festero
y bailable.
Su origen etimológico se basa en dos teorías cada
una de ellas defendidas por distintos estudiosos y así Blas Vega y Caballero
Bonald dicen que la palabra Bulería viene del vocablo "Burlería" que
significa: burla, engaño y que tras sufrir la lógica deformación gitana, da
lugar al vocablo conocido como Bulería. Sin embargo Ricardo Molina rechaza
categóricamente esta hipótesis afirmando: "....las
primitivas manifestaciones de las
bulerías son todo menos
burlas, engaños o dar
" gato por liebre ": su pureza, su gracia, su sencillez son
algo serio."
Continúa más adelante en su OBRA FLAMENCA Ricardo
Molina defendiendo la teoría de que la palabra Bulería tuviese relación
con "Bolería " que viene de "Bolero" y podría haber
designado a cualquier cante para bailar.”....El
bolero fue un baile español cien por cien popular en el siglo XIX. Decir que un
cante es bolero equivale a proclamarlo bailable, siendo el bolero el baile por
antonomasia. Entonces no parece ningún desatino pensar que se dijere entre el
pueblo...< Vamos a cantar por Bolerías >, en vez de decir por baile o
para bailar. Ahora bien, de Bolería a Bulería la transición es espontánea. Del
mismo modo que el nombre de Joaquín se ha trasformado en Juaquín en boca del
pueblo, Bolería de Bolero se cambiaría a Bulería."
El hecho ya demostrado (algunos defienden la teoría
nada desdeñable que al ser un cante festero pudiera venir del primitivo jaleo)
de su origen de la soleá con la diferencia del compás más acelerado, nos hace
ver como la métrica de sus coplas es idéntica, siendo sus letras generalmente
intranscendente, jocosa, rebosante de gracia y picaresca.
Aunque al compás de Bulería los buenos buleaeros meten cualquier forma
estrófica con gran facilidad, hasta las
más extrañas melodías, se admiten en su son
pues como dice José Carlos de Luna:
"... Todos los cantares por regionales
que sean o por ultrapirinaicos que parezcan encajan en el cante por Bulería que se asemeja a un formidable embudo de enorme campana, que recibe todas las
dádivas musicales que quieran arrojar a su voracidad y que las dejan ir hiladas
y luminosas, acompasadas y borrachas de alegría."
"Tiro piedras a la calle
y al que le dé que
perdone.
Tengo la cabeza loca
de tantas cavilaciones”.
Aunque encontramos una amplísima gama de Bulerías
pues éstas como ha quedado indicado admiten toda clase de innovaciones, se
puede hablar de dos grupos o dos principales vertientes: La Bulería propiamente
dicha como Bulería Festera o para el baile y la Bulería para cantar también
llamada Bulería al golpe, cuya modalidad más definida es la ya citada Bulería
por soleá o Soleá por bulería.