LOS PALOS DEL CANTE
57-
Seguiriya (4)
ESCUELA DE TRIANA
Paradójicamente esta
escuela siendo la que mayor foco arcaico conservara, la que más llevara esa
cadencia propia de los aires de tonás, la escuela que, en definitiva, intenta
que las otras no vayan perdiendo esos primitivos ecos, es la escuela menos
conocida como tal, imponiéndose los estilos de Jerez y de Cádiz y los Puertos,
mucho más interpretados y, por lo tanto, populares.
Aunque con distintos
matices pero con esas mismas cadencias antes apuntadas, encontramos en Sevilla
y su provincia localidades ricas en cantaores que conservaban estos estilos
trianeros, como son Utrera, Morón, Lebrija, Alcalá.
Por el año 1.850
aparece por los campos de Jerez o por Cádiz un gitano del municipio sevillano
de Gelves que, invitado por el Sr. Manuel Molina, se dedica a cantar estas
siguiriyas primitivas de las que aprendieron Curro Durse, Paco La Luz, entre
otros; se trata de Frasco El Colorao.
"A las dos de la noche
me
despierto y digo:
¿Dónde estará mi compañerita
que
no está conmigo?"
Este estilo de
Frasco el Colorao con tercios ligados, con dura expresión y esas ya señaladas
especiales cadencias, va a servir de base para otros cantaores trianeros,
destacando entre todos una familia, la de los Caganchos, quienes engrandecieron
los estilos trianeros que nos llegan a través de Tomás Pavón y, más tarde, de
Pepe el de la Matrona, de quien se dice es el máximo representante y conocedor
de la escuela de Triana.
"Que duquelas
más grandes
a mí
me llegó,
malhaya sea estos pasitos
que esta gitana
dio."
Otro artista
importante que le dio realce a este estilo de siguiriya (insisto donde se
aprecia el aire de semejanza de tonás) es Pepe el Culata sin olvidarnos del que
según algunos fue el mejor cantaor de todos los tiempos: Silverio Franconetti,
quien consiguió dignificar el cante llevándolo desde las tabernas a los cafés
cantantes y de ahí con toda seguridad a nosotros. De Silverio decía Lorca:
"...Los viejos se erizaban los
cabellos y se abría el azogue de los espejos..."
Que pena más
grande
tengo
en mi corazón,
to
el mundo tiene puerta en donde llamar
yo
las encuentro cerrás.
Por
qué no dais
la
limosna al pobre,
dársela
por Dios, el chorrorito viene
que malito de
amor
(Siguiriya de Pepe el Culata)
Cuando
vino el Santolio
los
ojos abrió
y a mí me dijo, compañerita de mi
alma
quédate
con Dios.
(Silverio Franconetti)
Calorrós
de Triana
duquelas
pasaron,
los
variables cortaron los puentes
y
ellos se ahogaron.
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