LA CAÑA
Este cante, antiguo por excelencia, suscita entre
los flamencólogos algunas polémicas. Ya Estébanez Calderón en su libro ESCENAS
ANDALUZAS en l.847 nos comenta aunque sin mucho rigor, que la caña es el cante
más antiguo, llamándola incluso "Tronco primitivo de los cantos
andaluces", refiriéndose probablemente según nos dice Andrés Salom a que él
cree que la totalidad de los cantes de entonces era de origen árabe y que ésta
(la caña) etimológicamente podría derivar del vocablo Gannia que en árabe
significa canto.
Ríos Ruíz por su parte señala la posibilidad de que
a mediado del pasado siglo existiera varios cantes bajo el nombre de caña, pero
esta afirmación no es compartida por la mayoría de los flamencólogos pues casi
todos coinciden en que solo existe o al menos
se conoce una sola caña, aunque algunos como Ricardo Molina (quién
reconoce que este cante por no verlo muy flamenco no le gusta demasiado) dice
que se sabe de dos maneras de interpretarla, según sean con seis ayes la de
Rafael Romero el Gallina en su "Antología del Cante Flamenco" y otra
de tres ayes que escuchara en l.956 en
su pueblo natal a un viejo y buen aficionado.
Por otra parte aunque según el estudioso Blas Vega
la caña se incluya en el grupo de los cantes de las soleares, existen varios
estudios apuntando la posibilidad de que este palo flamenco, sea incluso más
primitivo que el propio cante de la soleá.
García Matos, nos dice que la caña proviene de una
canción andaluza cuya letra en su estribillo era:
"Caña dulce de mi dulce caña
que tarde o nunca las pierde
el que tiene malas mañas"
Sin embargo esta letra no se ajusta a los tercios de
la caña cuya métrica es el de una cuarteta octosílaba romanceada, siendo además
el tema de sus letras generalmente la grandeza y la altanería serrana.
"El que me quiera quitar
el amor de esta serrana
ha de matarse conmigo
La grandiosidad y dificultad de este cante está en
el recorrido que de toda la escala y todos los tonos se hace, con dos tercios
el segundo y el cuarto con claros ecos de serrana y sus ayes intercalados,
rematándose generalmente con un " Arza y viva Ronda, Reina de los cielos
" seguida del último verso de la cuarteta y el macho por soleá.
Del primer cantaor que tenemos noticias que cantaba
la caña es del puertorrealeño Francisco Ortega Vargas "El Fillo",
pudiéndose también oír este cante en las voces de maestros como José el Granaína,
Enrique Ortega el viejo y su hijo el Gordo, Curro Durse, Silverio, La Parrala,
Paco el sevillano, Fernando el Herrero, Diego Bermudes " el
Tenazas"...
Todos le dieron a la caña un estilo personal (su
sello propio que como grandes maestro tenían) y así José el Granaína redujo en
la caña los ayes del segundo y cuarto verso, haciéndola más viva, Enrique
Ortega el Viejo introdujo parte del polo en el macho de la caña mientras que su
hijo Enrique Ortega el Gordo, le añadía como macho al final una sencilla y
corta soleá.
Pero sin lugar a dudas fue D. Antonio Chacón ¡Cómo
no! el estructurador definitivo de la caña, dotándola de esa cuadratura musical
perfecta, esa dulzura musical y esa línea rítmica que la caña posee. Don
Antonio Chacón popularizó la célebre letra por soleá de Paquirri, cantándola
por caña:
"A mi pueden mandar
a servir a Dios y al Rey
pero dejar a tu persona,
eso no lo manda la
ley"
Al igual que a otros maestros le pareció que el
final de la caña era pobre y le añadió también una soleá pero en lugar de la de
Enrique el Gordo, añadió la grande de Triana, la de Ribalta:
"Los lamentos de un cautivo
no pueden llegar a España
porque está la mar por
medio
y se convierten en agua”.
Actualmente Rafael Romero " el Gallina" es
el máximo intérprete de la caña sin olvidarnos de Antonio Fernández Díaz
"Fosforito" por la personalidad que imprime a este cante y de Enrique
Morente, gran estudioso de la pureza y que a pesar de las duras críticas que
recibió de lo "puristas", ha realizado grandes trabajo dentro del
flamenco destacando sobre manera su interpretación también personalísima de la
caña.
"En
la casa de los locos
con mi sombra me encontré
y en el aire estaba
escrito
el nombre de una
mujer".
"En
el amor no hay venganza,
tú te has vengaíto de mí,
castigo tarde o temprano
del cielo te ha de
venir"
"Arza y viva Ronda
reina de los cielos,
del cielo te ha de venir-
(caña de Chacón cantada
por Rafael Romero)
"Que yo pa tí soy
cualquier cosa
que m'ha quitao la voluntá,
y lo que antes eran rosas
son como espinas clavás."
-Quise olvidarme de tí,
cada vez que lo intentaba
yo me sentía morir-
(Fosforito)
En estas letras se colocan claramente los machos que
se comentaban (tres versos por soleá) para darle al cante ese brillante final
que la caña necesita
No hay comentarios:
Publicar un comentario